América
Latina enfrentará una epidemia de cáncer a menos que los gobiernos actúen
rápidamente para mejorar los sistemas de salud y traten a los pobres.
Así
lo alertaron científicos en un informe publicado por la revista The Lancet Oncology. De acuerdo
con los autores, pese a que en América Latina se registran menos casos de
cáncer que en otras regiones del mundo, la mortalidad es más alta.
El estudio muestra que en la región están
ocurriendo 13 muertes por cada 22 casos diagnosticados, contra 13 por cada 37
diagnósticos hechos en EE. UU. y 13 por cada 30 en
Europa.
La
razón principal es que mucha gente es diagnosticada con cáncer tardíamente,
cuando la enfermedad es difícil de tratar y más posible que lleve a la muerte.
Los
investigadores estiman que para el 2030
cerca de 1,7 millones de casos de cáncer serán diagnosticados en Latinoamérica
y el Caribe, y habría más de un millón de muertes debido a esta enfermedad cada
año.
La
enfermedad representa hoy pérdidas por unos 4.000 millones de dólares al año
para la región, incluidos no solo el costo del tratamiento y los medicamentos,
sino también el impacto en la economía y en la pérdida de vidas en forma
prematura.
“Estos
costos aumentarán sustancialmente si los gobiernos no adoptan acciones
coordinadas para frenar el creciente impacto del cáncer en la región”, advirtió
el informe.
Otro
factor estriba en que más de la mitad de los latinoamericanos carecen de
sistemas de salud, o el que tienen es inadecuado.
El
estudio también llamó a repensar la infraestructura sanitaria y el acceso a
medicamentos y equipamiento médico, y a un mayor gasto público en salud. Los
gobiernos pueden reducir las tasas de cáncer alentando a la gente a que deje de
fumar, a que evite el humo de la cocina, reduzca su consumo de alcohol y adopte
una dieta saludable y se ejercite.
AFP