Científicos de Estados Unidos descubrieron que la carencia de un gen permite
la regeneración celular en los mamíferos, un hallazgo que pone sobre la mesa la
posibilidad de que puedan acelerarse los procesos curativos en los seres
humanos.
La ausencia de un gen concreto, llamado p21, les otorga a los ratones un
potencial curativo similar al que hoy está reservado a gusanos, esponjas y
algunos tipos de salamandra, señala un estudio publicado por Proceedings of the National Academy
of Sciences.
“Estos ratones (que no tienen el gen p21) reemplazan los tejidos dañados con
tejido sano que carece de cualquier signo de cicatrización”, indicó la autora
principal del estudio y profesora del Instituto Wistar,
Ellen Heber-Katz.
Los roedores curan sus heridas formando un blastema (conjunto de células
madre embrionarias), en lugar de una cicatriz, como suele ocurrir en los
mamíferos.
De acuerdo con los investigadores, la ausencia del gen p21 hace que las
células se comporten más como células madre embrionarias que como células de
mamífero adulto, lo que les permite relacionar la regeneración del tejido al
control de la división celular. “Aunque sólo estamos empezando a entender las
repercusiones de estos hallazgos, quizás un día seamos capaces de acelerar la
curación en humanos, desactivando temporalmente el gen p21”, aseguró Heber-Katz.
Al parecer, la investigación despeja un misterio surgido hace una década
cuando, durante otro experimento sobre inmunología, los científicos
descubrieron este tipo de reacción en ratones de la variedad Murphy Roths Large
o MRL, que de manera espontánea regeneraron el tejido que había perdido su
oreja, al ser perforada por los científicos como medio de identidad.
Ahora los investigadores pudieron observar la misma reacción en un ratón al
que se le había bloqueado ese gen