Actividad física ayuda a que el cuerpo de una mujer se adapte a los requerimientos de la gestación

Yoga, natación y ejercicios de pilates son algunas de las prácticas recomendadas durante estos nueves meses.

Cuando una mujer está en embarazo, debe adaptar su cuerpo a todos los requerimientos que le exige este nuevo estado. Para lograrlo, no hay nada más eficiente que realizar periódicamente actividad física. Por supuesto, antes de iniciar una rutina, hay que visitar al especialista.

“Conforme pasan los días, a la mujer se le exige más en cuanto a su ritmo circulatorio y cardíaco; y en su estructura ósea. De igual forma, se necesita que la cadera se ajuste en la medida en que el bebé se va acomodando”, explica Sandra Alejo, instructora especializada en sicoprofilaxis obstétrica de Bodytech Mom’s.

Sin embargo, no es una etapa de rendimiento ni para ponerse en forma. En este sentido, una mujer que nunca ha hecho ejercicio en su vida no debe comenzar una rutina dispendiosa justo en el embarazo, pues puede arriesgar su proceso gestacional.

Por el contrario, las dinámicas deben ejecutarse de manera paulatina, no solo con el fin de preparar el cuerpo para los cambios que se avecinan en los nueve meses, sino de acondicionar a la gestante física y mentalmente para el momento del parto. “Para dar a luz se necesita una condición igual o mejor que la de un deportista de alto rendimiento”, afirma Sandra Alejo.

De acuerdo con la especialista, se ha comprobado que de diez procedimientos, ocho se hacen por medio de una cesárea porque definitivamente la madre no puede responder a la exigencia física del alumbramiento.

Con la práctica del ejercicio, la mujer adquiere control, elasticidad, coordinación, estabilidad y memoria neuromotora. Además, dado que en la medida en que gana peso y talla su equilibrio cambia, la actividad física también la puede ayudar a trabajar para que su centro de gravedad se mantenga.

Algunas alternativas
El propósito del yoga, del pilates y de los ejercicios en el agua, entre otros, es enseñarle a la mujer a ejecutar movimientos teniendo control sobre su cuerpo. Se recomienda practicar matronatación prenatal. Esta actividad tiene como propósito utilizar el agua como medio relajante. “En la piscina, la mamá camina, se desplaza y utiliza bandas terapéuticas para hacer bicicleta, lo cual le proporciona diversos beneficios a ella y a su hijo. Además, mientras la madre nada, el bebé se mantiene siempre en alerta”, dice la experta en el tema.

 

Por Diana Carolina Bello

Redactora ABC del bebé