Editorial: Una vida más larga y más enferma

Por: EDITORIAL |

7:48 p.m. | 08 de Marzo del 2013

El Estudio Mundial de Carga de la Enfermedad 2010 trae datos serios sobre Colombia, que pueden orientar un debate sobre aspectos prioritarios de la reforma de la salud.

 

Que los colombianos pierdan 10,2 años de esperanza de la vida que adquieren al nacer, así no estén enfermos, puede ser un dato poco significativo si se mira de manera aislada.

Pero si dicha pérdida se analiza a partir de sus causas, la cifra se convierte en un valioso indicador sanitario. Se trata de la carga de la enfermedad o, en otras palabras, del número de años de vida saludable que pierde una población a causa de la enfermedad o la discapacidad.

Esta semana, tal indicador adquirió mayor relevancia con la publicación de los resultados del Estudio Mundial de Carga de la Enfermedad 2010 (GBD, por sus siglas en inglés), un trabajo colaborativo sin precedentes llevado a cabo por 488 científicos de 303 instituciones (entre ellas la Universidad Javeriana), en 50 países.

El estudio confirma la progresiva transición desde una mayor prevalencia de males transmisibles, como las infecciones, y la alta incidencia de la mortalidad materna e infantil, hacia un porcentaje más alto de los crónicos y degenerativos, debido a que cada vez la gente vive más.

Vale anotar, sin embargo, que los primeros siguen siendo determinantes en el bienestar de poblaciones de países pobres, entre ellos los africanos y algunos latinoamericanos, como Colombia. En términos globales, los datos tienen contrastes: si bien la mortalidad infantil pasó de 11,9 millones en 1990 a 7,7 millones en el 2010, y han mermado la desnutrición infantil y la prevalencia de afecciones causadas por la falta de agua potable y de saneamiento básico, aún siguen muriéndose cien niños cada hora por causas que podrían prevenirse con vacunas. Lo mismo puede decirse de los adultos jóvenes, que presentan una alta tasa de mortalidad, debido a la violencia, los suicidios y el sida, que, pese a los avances, sigue siendo la principal causa de prevalencia de enfermedad y muerte en el planeta.

El GBD aporta datos preocupantes sobre Colombia. Para empezar, hay que decir que la expectativa de vida general pasó de 71,06 años en 1990 a 75 años en el 2010. No obstante, esos años ganados vienen surcados, en buena medida, por enfermedades y discapacidad.

Hay que sumar el hecho de que la violencia interpersonal es, en el país, la primera causa de muerte entre hombres de 15 a 54 años y entre mujeres de 15 a 29 años, lo que la convierte en una seria amenaza para la salud pública.

Pero quizás una de las peores noticias para Colombia surgidas del estudio internacional corren por cuenta de las mujeres: la mortalidad femenina aumentó 8,66 por ciento desde 1990 en el grupo de 15 a 49 años, al contrario de las tendencias evidenciadas en este indicador en todo el continente. De nuevo, la violencia de pareja aparece como el principal factor de riesgo de muerte y discapacidad, particularmente entre las más jóvenes.

Cabe reconocer que registramos avances importantes en materia de mortalidad infantil, toda vez que, según el informe, se logró reducir en 32,74 por ciento en dos décadas.

Además de la violencia, la vida y la salud de los colombianos están siendo seriamente impactadas por enfermedades cardiovasculares y cerebrales, males pulmonares crónicos, infecciones respiratorias, accidentes de tránsito y diabetes. Llama la atención, además, que el sida sea hoy la quinta causa de muerte en el país y que entre los principales factores de discapacidad estén la depresión y el dolor de espalda.

El estudio proporciona datos imparciales, que tendrían que convertirse en un insumo valioso para alimentar y orientar un debate serio e ilustrado sobre los aspectos que la reforma del sistema de salud debe considerar realmente prioritarios.