Por qué duelen los músculos
Es
una dolencia común, fruto de hábitos poco sanos, como sedentarismo y malas
posturas.
Por
si no lo sabe, usted tiene 650 músculos, la mayoría pegados a tendones, huesos
y articulaciones. Forman parte de ese equipo que le garantizan al cuerpo andar
erguido, moverse de un lado a otro y cumplir funciones, que incluyen la de
darle forma.
Son amigables y, por lo general, silenciosos. Se adaptan a excesos como el
sobrepeso, las malas posturas y la falta de mantenimiento. No en vano es en lo
último en lo que piensa la gente, porque existe la creencia de que son inmunes
a todo. Pero no: tienen límites, y cuando no resisten más, protestan, duelen.
Son capaces de poner a gritar al más macho cuando sus fibras se dañan o se
lesionan y liberan unos irritantes químicos, como la histamina, que afectan los
receptores de dolor que están cerca. Esto va mezclado con dolor severo.
El problema es que a veces éste se puede eliminar, pero se sabe que la
inflamación puede durar mucho tiempo, y hace que esos receptores de dolor se
adapten y se mantengan calmaditos. Eso sí, basta un movimiento leve, como
agacharse para amarrarse los zapatos o levantar un brazo, para que el dolor sea
intolerable, tanto que puede mandar a cualquiera a la cama.
Según la Asociación Colombiana para el Estudio del Dolor, que mañana inicia su
congreso internacional, ocho de cada diez personas han tenido dolor de espalda,
la mayoría por problemas prevenibles.
Entre los principales daños que causan dolor están las contracturas y espasmos,
las roturas de fibras y músculos y las infecciones y tumores.
En
sus manos también está prevenir daños
Manténgase
en el peso: los músculos tienen un límite y cada gramo que le agregue es una
carga para ellos, así que deje los excesos.
Ejercítese: estirar todos los músculos y fortalecerlos con un programa regular
los mantiene en una condición adecuada para que respondan cuando son exigidos.
Eso ayuda a reducir el riesgo de lesiones.
Posturas: de la forma como se sienta, se para y duerme, depende el equilibrio
de sus músculos. Si se sienta torcido, si duerme como un tres y se para como
una S, tarde o temprano le van a doler. Corrija a tiempo.
Quiéralos: de vez en cuando un masaje y la aplicación de calor y frío para
relajarlos, ayudan.
Tranquilícese: sin darse cuenta, la gente tensiona
los músculos a causa del estrés que causan las angustias, las preocupaciones y
la tensión.
No se exceda: cargas excesivas y movimientos bruscos o a repetición producen
dolor, así que mídase.
Tratamiento
El
calor, el frío, los estiramientos y la pasta que se toma pueden aliviar el
dolor en forma temporal. Si dura más de tres días, hay que buscar, junto con el
médico, la causa. La base del tratamiento es el uso del
analgésicos, programas de rehabilitación, infiltraciones, bloqueos de
nervios y un cambio en los estilos de vida, que incluye mejor dieta, más
ejercicio, buenas posturas, control del estrés y análisis y adaptación de los
puestos de trabajo.
Rotura
del músculo
Debido
a una exigencia excesiva del músculo, éste puede romperse por completo y dejar
de funcionar. El dolor es intenso.
Por lo general hay que reparar con cirugía.
Infecciones o tumores. Aunque cueste creerlo, los músculos también pueden
infectarse, enfermarse o desarrollar tumores que terminan doliendo mucho. Entre
los más comunes están las infecciones virales o bacterianas, las mioscitis de algunos males reumatológicos o los sarcomas.
Contracturas
y espasmos
Son
la principal causa de dolor y se presenta por la contracción persistente e incontrolable
de un grupo de músculos, por ejemplo los de la espalda y el cuello. El dolor es
muy fuerte y permanente, y aumenta con cualquier movimiento. Las malas
posturas, el mal uso de los músculos, la obesidad, las sobrecargas y el
sedentarismo son sus principales causas.
Rotura
de fibras
Generalmente
son de origen deportivo, cuando se sobreexige al
músculo; también ocurren cuando una persona hace movimientos para los cuales no
está preparada (una carrera para alcanzar
un taxi o sostener una carga). Este dolor, que es localizado,
tiende a mejorar cuando la inflamación empieza a ceder, de 48 a 72 horas
después.
CARLOS
F. FERNÁNDEZ
ASESOR MÉDICO DE EL TIEMPO