Las dos caras del
vegetariano
Febrero 28 de 2010
Precaución.
La dieta vegetariana no cubre las necesidades de hierro, zinc y vitamina B12,
por lo que expone a la anemia.
Conozca los beneficios y los riesgos del vegetarianismo. La verdad sobre la
carne roja.
Más que un tipo de
alimentación el vegetarianismo es un estilo de vida que cada vez cobra más
fuerza en Colombia. Sólo en Bogotá hay unas 80.000 personas y unos 50
restaurantes que hacen parte de esta tendencia, y en todo el país se cuentan
unas 300 tiendas naturistas. Cali, Medellín y Barranquilla son otras ciudades donde
se impone, según la Sociedad Vegetariana Colombiana, que revela además que en
Canadá hay un 4% de veganos y en EE.UU.
un 2,5%.
Esta
filosofía que promueve una conexión profunda del ser humano con la Tierra,
difundida por las sociedades protectoras de animales y religiones como la
budista, reza que sólo lo que tiene origen terrenal es sano para el organismo.
Desde ese punto de vista, se considera que estos alimentos emiten una vibración
especial conectada con la fuerza vital del cuerpo, que tiene qué ver con el chacra del plexo solar, el punto energético de la
vitalidad.
Por
eso, los vegetarianos rechazan las carnes, pescados y productos de origen
animal como huevo, pescado y leche, porque los asumen como una forma de
violencia, un atentado contra la naturaleza. Se concentran en cambio en el
consumo de frutas, verduras, cereales y alimentos integrales, entre otros, lo
que hace parte de la tendencia saludable que hoy se impone.
Así
lo confirma Carolina Rojas, nutricionista de la Clínica Farallones, quien
asegura que existen estudios que han demostrado que el vegetarianismo ayuda a
la prevención de la diabetes, el cáncer de mama y de colon, las enfermedades
cardiovasculares y de la vesícula. La actriz Marcela Mar, da testimonio de
estos beneficios. Es vegetariana desde hace seis años, porque asegura que el
cuerpo se lo pedía y como parte de una búsqueda espiritual, y que su vida
cambió. "Tenía problemas de colon y empecé a mejorar a los tres meses;
además, ahora duermo mejor, tengo más energía y mejoró la calidad de mi pelo y
mi piel. Reemplazo la proteína de la carne con algas, nueces, germinados y
semillas secas, y hasta ahora me he hecho exámenes y estoy bien".
Posibles
riesgos
De
otro lado, también es cierto que tras esta cadena de restricciones dietéticas
se esconden riesgos para la salud y precauciones que vale la pena tener en
cuenta, si no se quiere abandonar esta dieta.
Los
especialistas aseguran que si bien los cereales integrales y leguminosas
podrían brindar niveles apropiados de proteína, jamás llegarán a cubrir las
necesidades de hierro, zinc y vitamina B12.
Los tipos · Puros: no comen carne, lácteos, huevos ni
miel. · Lactoovovegetarianos:
sólo aceptan lácteos y huevos. · Macrobióticos: centran su dieta en
alimentos integrales. · Crudívoros:
piensan que el calor destruye enzimas. Comen todo crudo. · Pezcetarianos: el
pescado es lo único que comen. |
·
Apivegetarianos: lo único de animal que comen
es la miel.
"El vegetariano termina con anemia, por deficiencia de hierro. Los únicos
que se salvan de padecerla son los que no descuidan el consumo de huevos y de
carnes blancas como pescado", explica María Cristina Carrillo, miembro de
la Asociación Colombiana de Dietistas y Nutricionistas. Los síntomas en este
caso incluyen sueño, fatiga, caída del cabello, inapetencia, palidez,
ulceraciones en boca y hormigueo en manos y pies.
Por
su parte, la doctora María Del Pilar Serna, nutricionista del Programa Salud
& Bienestar de Compass Group
Colombia, agrega que los vegetarianos puros son los únicos que corren un riesgo
real. "Estas dietas comparadas con la dieta de origen animal, son bajas en
hierro, pero también en calcio y vitamina D, porque no se consumen
lácteos", aclara.
Otro
problema que puede presentarse es la deficiencia de vitamina B12, cuyas fuentes
son los alimentos de origen animal como carnes, lácteos y huevos. Su papel en
el organismo es vital:
-
Cumple un papel regulador, enzimático, de regeneración y estructuración.
-
Interviene en la síntesis de hierro.
-
Ayuda a metabolizar ácidos grasos.
- Es
esencial para el sistema nervioso.
-
Fortalece el sistema inmunológico.
-Interviene
en la formación de los tejidos, los músculos y el colágeno.
La
realidad sobre la carne roja
Según
especialistas como la doctora Carrillo "la carne roja es fundamental,
porque integra los aminoácidos esenciales y no esenciales que requiere el
organismo".
Es
además una excelente fuente de proteínas de alto valor biológico, es decir
aquella que es mejor aprovechada por el organismo. Esto sin contar que aporta
hierro, básico para la oxigenación de los tejidos, así como los niveles
adecuados de zinc, fósforo, potasio y vitamina B12.
Lo
que sí hay que hacer con respecto al consumo de carne es tomar precauciones
para no caer en excesos, tal como lo advierte la doctora Serna. "La carne
roja contiene grasas saturadas y purinas, sustancia que una vez ingresa al
organismo se transforma en ácido úrico. De ahí que las personas con sobrepeso o
riesgo cardiovascular deban consumirla sólo una vez por semana, especialmente
carnes magras de 120 a 150 gramos". Asimismo, se sabe que pacientes con
problemas renales deben limitar su consumo a una porción semanal de 80 gramos y
los que sufren de gota o niveles elevados de ácido úrico deben evitarla.
Pero
si se trata de una persona sana, la sugerencia de la doctora Carrillo es clara:
80 gramos, dos o tres veces por semana, cifra que puede variar según la edad,
talla, sexo y nivel de actividad, entre otros factores.
Consejos
Si
usted es vegetarianono descuide:
· Las leguminosas
como fríjoles y lentejas, combinadas con cereales, pues forman una proteína de
calidad.
· Cereales
integrales como arroz, centeno, avena y quinoa, por
su aporte de vitaminas.
· Los granos
enteros que son ricos en fibra y carbohidratos.
· Frutos secos como
avellanas, maní, almendras y nueces, que son alternativas de proteínas.
· Leche y queso de
soya, por su aporte de calcio y proteínas.
· Un desayuno
equilibrado puede incluir leche y queso de soya, fruta y arepa de maiz. Un almuerzo, sopa de verduras, lentejas, arroz
integral, verdura al vapor y jugo.
· Consulte la posibilidad de una biopsia de
médula, que mide el nivel de vitamina B12.