Mujer estadounidense se propuso pesar 500 kilos para ser la más gorda del mundo

Donna Simpson pasa gran parte de su tiempo frente al computador.

A sus 42 años, Donna Simpson se gana entre 3.000 y 4.500 dólares al mes exhibiéndose, muy ligera de ropa, en una página web para adultos.

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Donna es una madre de dos niños que, con 42 años, ya pesa 272 kilos se propuso llegar a la media tonelada (500 kilos) para así convertirse en la mujer viva más gorda del mundo.

"Me siento muy cómoda con quien soy. Me gusta llevar bikini y estar en público", asegura "la mamá de la media tonelada" (como la bautizó la prensa estadounidense) en declaraciones a ONE News.

Esa cadena, una de las primeras en hacer eco de la historia de la mujer, confirma que, aunque Simpson tiene novio y dos hijos de 3 y 14 años, "no tiene ningún pudor en bailar medio desnuda ante extraños".

La mujer, que por estos días está ofreciendo en Estados Unidos una serie de entrevistas para promocionarse con la excusa de tratar de superar la media tonelada de peso y ganar el título de la mujer más gorda del mundo, asegura que sus admiradores "adoran que la barriga caiga más abajo de las rodillas" y "los vuelve locos mi celulitis".

En la web donde trabaja, previo pago, se puede apreciar a Simpson en videos comiendo, paseando o exhibiéndose en ropa interior.

También está tratando de que se la reconozca en los Guinness Récords como la mujer más gorda del mundo que ha dado a luz.

"Cuanto más grande sea tu trasero, más grande tienes la tripa y más sexy eres", afirma la mujer, que planea casarse en Hawai con su novio, Philippe Gouamba, de 49 años, 68 kilogramos y padre de su hija menor. Gouamba dijo también a la prensa que la "generosidad de sus caderas (las de su novia)" le parece "muy sexy".

Simpson, que sufre de diabetes, señala que con su reto quiere dar ánimos a otras mujeres gordas que sufren por su condición; además, rechaza las críticas de quienes la acusan de poner su vida en peligro.