Donación de órganos: mitos y realidades

Contrario a lo que muchos creen la donación se hace bajo reserva y auditoría del INS.

570 donantes se registraron en Colombia el año pasado; 114 pertenecían a la regional del Valle.

Dato clave

Para tener en cuenta

Hasta el 2010, según el INS, había en Colombia 932 personas esperando por un trasplante de riñón y 62 por uno de hígado.

Los donantes a quienes se les ha diagnosticado muerte cerebral, han fallecido en su mayoría (49%) por trauma ocasionado durante accidentes de tránsito o heridas con arma blanca o de fuego.

A finales del año pasado había mil personas en Colombia esperando por un trasplante. Muchos con enfermedades terminales de tipo cardíaco, hepático o renal para quienes un nuevo corazón, hígado o riñón se convertiría en la única oportunidad de sobrevivir y de mejorar su calidad de vida.

Sin embargo, todavía persiste un alto porcentaje (25,5%) de personas que rechaza o se niega a la donación de órganos y tejidos, mientras en la mayoría de países desarrollados como Estados Unidos y Francia esta negativa alcanza sólo el 10%.

Esto ubica al país entre los tres primeros en Latinoamérica en número de donantes por millón de habitantes (12,5), pero muy por debajo de países desarrollados como España, donde este indicador llega a 34,4, ocupando el primer lugar en el mundo.

Esta deficiencia de donantes hace que un enfermo tenga que esperar en promedio dos meses y hasta un año para acceder a un trasplante. Muchos de ellos fallecen o en el caso de los enfermos renales permanecen condenados a una terapia de reemplazo o diálisis, que los obligado a estar conectados a diario a una máquina.

Ante este panorama, los especialistas advierten que hay que tener una mayor consciencia de la importancia de donar órganos y dejar atrás creencias sin fundamento que se han cultivado por años. Conozca la realidad sobre los mitos más comunes en torno a la donación.

1. Como estoy enfermo no puedo donar

Antes de realizar el trasplante de órganos, se realizan exámenes de laboratorio y pruebas para descartar algunas enfermedades infecciosas como HIV o hepatitis B ó C que puedan transmitirse al receptor. Por eso, se considera que cualquier persona es un donante potencial hasta que médicamente no se compruebe lo contrario. Además, se verifica que el órgano donado esté en condiciones de salud óptimas.

2. Mi religión no lo permite

Todo lo contrario, desde el punto de vista religioso y teniendo en cuenta los preceptos de cristianos, católicos, testigos de Jehová y judíos, entre otras corrientes, la donación se considera un acto de máxima generosidad.

3. Podría estar todavía vivo

Sólo cuando se declara la muerte cerebral, es decir, una lesión del sistema nervioso que conlleva al daño irreversible y la ausencia de función del cerebro, se puede decir que alguien está legalmente muerto. Esto se determina mediante pruebas que miden la ausencia de respiración espontánea y los reflejos oculares y motores, entre otros factores, las cuales son realizadas por neurólogos que no pertenecen al programa de trasplantes.

4. Me van a desfigurar, no podré tener un funeral normal

La cirugía de extracción o recuperación de órganos es realizada por cirujanos entrenados en trasplantes, certificados e inscritos en el Instituto Nacional de Salud. Esto garantiza que el procedimiento se realice con profesionalismo no sólo para que el trasplante funcione de manera adecuada, sino por respeto por la apariencia física y fisionomía del donante. De hecho, dada su máxima complejidad, una cirugía de este tipo tiene una duración de unas cuatro horas.

5. Van a extraer partes que no autoricé

Aunque lo más común es que las personas donen todos sus órganos y tejidos y no solamente uno, el donante está en libertad de elegir el tipo de donación que desea realizar. Las opciones que se deben especificar cuando se llena el formulario para ser donante son: en el caso de órganos: corazón, pulmón, hígado, páncreas, riñón e intestin; y en el caso de los tejidos: huesos, piel, válvulas cardíacas y córnea.

6. Mis órganos serían vendidos en el mercado negro

La normatividad en Colombia es muy exigente con respecto a todo los procesos que tienen qué ver con la donación. Por eso, los grupos médicos de trasplante están bajo auditoría permanente del Instituto Nacional de Salud y su Red de Donación y Trasplantes conformada por un conjunto de entidades relacionadas con los procesos de promoción, donación, extracción, trasplante e implante de órganos y tejidos.

7. La lista de espera se maneja por influencias

La lista está centralizada en el Instituto Nacional de Salud. La selección del mejor candidato para la donación se basa no en el poder o la fama, sino en aspectos clínicos e inmunológicos, el nivel de urgencia y el tiempo de espera. Una persona con falla cardíaca en peligro de muerte, por ejemplo, o un menor de 18 años tienen prioridad.

8. Mi familia tendrá que pagar

Los gastos de las pruebas que se le realizan al donante y del procedimiento de recuperación de órganos no corren por cuenta del donante, sino de la entidad de salud (EPS) de la persona que recibe la donación. En particular, el trasplante de riñón, que es el más común, así como el de corazón e hígado, están incluidos en el Plan Obligatorio de Salud, POS.

El receptor o sus allegados van a molestar a mi familia

La donación se hace bajo estricta reserva y el historial clínico queda bajo custodia, lo que garantiza la confidencialidad de la información.

Cómo ser donante

Ante todo tenga en cuenta que para ser donante es requisito ser mayor de edad. En el caso de los menores, son los padres los que deben tomar la decisión después del fallecimiento.

Lo principal es que usted les manifieste en vida a sus familiares su deseo de donar, lo que permitirá que al momento de su fallecimiento ellos respeten su decisión y hagan cumplir su voluntad, facilitando el proceso de donación.

Realice una solicitud al Instituto Nacional de Salud y su Red de Donación y Trasplantes a través de la página www. ins.gov.co. Especifique en el formulario su nombre, apellidos, cédula de ciudadanía, edad, grupo sanguíneo, teléfono y correo electrónico. Posteriormente, le llegará el carnet de donante por correo electrónico, el cual sólo tiene un valor simbólico que representa su deseo de donar órganos y/o tejidos.

Fuentes: José Manuel González, director del programa de trasplantes del Centro Médico Imbanaco. Anabel Vanín, jefe de la Unidad de Trasplante Renal de la Clínica Neurocardiovascular Dime. Instituto Nacional de Salud.