Dolores en los pies podrían afectan seriamente el desempeño de las personas

La gente tiende a ignorar los dolores que se prodcuen en esta parte del cuerpo.Aunque las molestias son comunes después de los 60 años, pueden llegar desde los 20.

El 53 por ciento de las personas que respondió una encuesta reciente de la American Podiatric Medical Association (APMA) reportó haber sufrido un dolor de pies tan severo que afectó sus actvidades cotidianas.

No es para menos: no solo soportan el peso del cuerpo sino que las personas rara vez les dedican cuidados o se preocupan por protegerlos.

"No cuidamos los pies; la gente se acuerda de ellos cuando el dolor se vuelve incapacitante o cuando hay deformidades severas", dice Martha Pinzón, ortopedista y traumatóloga. Si bien muchas personas sufren molestias y dolores, curiosamente tienden a pensar que es normal. La creencia se acentúa a medida que envejecen, "pues la mayoría considera que hacen parte de ese proceso y los aceptan", dice Andrew Shapiro, podólogo estadounidense citado por The New York Times.

Las principales causas de consulta por esta causa son, de acuerdo con Pinzón, los dolores del talón (talalgias), la bursitis retrocalcánea (inflamación de la bursa o estructura en forma de bolsa, que se sitúa entre huesos, tendones y músculos y que facilita el movimiento), la fascitis plantar (inflamación o retracción de la fascia de la planta del pie) y distintas deformidades en el antepié (juanetes) y en los dedos menores (en forma de garra o martillo).

Aunque es inevitable que algunos de estos problemas se presenten, sí es posible evitar que se desarrollen tan rápido, con cuidados mínimos que incluyen ejercicios, estiramientos y el uso de calzado adecuado.

Vale anotar que algunas personas deben tener más cuidado que otras.

Diabéticos: la mala circulación y la pérdida de sensibilidad pueden desembocar en una pobre cicatrización e incluso en amputaciones. Es necesario que acudan a consulta médica periódica y que eviten zapatos que les causen abrasiones y presiones.

Obesos: la sobrecarga puede conducir al desarrollo de fascitis plantares, dolores en los talones y empeorar los juanetes y los dedos en martillo.

Mala circulación: si sufre de enfermedad vascular periférica (estrechamiento de las venas de las piernas), sus pies son más susceptibles a tener problemas.

Antecedentes: si sus papás tienen problemas en los pies, usted está predispuesto a padecerlos también.

Tacones altos: estos concentran la fuerza en el tacón y en la parte delantera de la planta del pie; contribuyen al desarrollo de deformidades del pie, como los juanetes, y disbalances que afectan los músculos y causan dolor.

CON INFORMACIÓN
DE THE NEW YORK TIMES