Casi la mitad de los colombianos sufre algún tipo de dolor

Estudio señala que atención adecuada lo evitaría. Dolores más frecuentes son en cabeza y espalda.

Los dolores de cabeza, de espalda y de articulaciones, entre otros, generan un sufrimiento innecesario en casi la mitad de los colombianos, pese a que esas dolencias podrían calmarse si recibieran atención adecuada en el sistema de salud. (Vea una infografía completa que evidencia el mapa de los dolores en los colombianos)

Así lo revela el séptimo estudio de la Asociación Colombiana para el Estudio del Dolor (Aced), cuyos resultados se darán a conocer hoy jueves, en el marco del congreso internacional que sobre el tema se llevará a cabo en Bogotá.

De acuerdo con este estudio, para el cual fueron encuestados 819 adultos en las principales ciudades del país, un poco menos de la mitad de los colombianos de todas las edades sufre de algún tipo de dolor. El más común es el de cabeza (con un 35 por ciento), seguido por el de espalda (19 por ciento) y, con una menor incidencia, las molestias en las articulaciones (16,5), en alguna extremidad (16,4) y en el abdomen (11 por ciento).

El estudio establece además que de todas las personas en esta condición, el 40 por ciento acudió al médico general y el 29 por ciento decidió automedicarse. El 18 por ciento dice no hacer nada y el 13 por ciento prefiere acudir a los remedios caseros.

Y aunque en Colombia existen las herramientas médicas y terapéuticas necesarias para atenuar el 95 por ciento de estos malestares, solo el 7 por ciento de las personas que necesitan atención especializada tiene acceso a ella.

Nelcy Miranda, enfermera jefe de la Clínica del Dolor del Hospital San Ignacio, asegura que "los pacientes nuevos tardan entre tres y cuatro meses para conseguir una cita en una clínica especializada. No hay continuidad en los tratamientos y se quedan a medias por culpa de trámites administrativos".

Llama la atención que el 42 por ciento de los aquejados por dolencias severas o crónicas nunca han tenido acceso a la consulta de algología (especializada en dolor).

Patricia Gómez, anestesióloga y especialista en dolor, dice que "estos resultados muestran que el dolor como síntoma o como enfermedad sigue siendo una de las condiciones médicas que peor se manejan dentro del sistema de salud".

"Infortunadamente, los pacientes llegan tarde o mal diagnosticados a las consultas especializadas, lo que aumenta los costos, deteriora la calidad de la asistencia y proveen sufrimiento innecesario en los pacientes", agrega la experta que participó en la realización del estudio.

El abordaje de los pacientes con dolor generalmente se hace por urgencias y casi siempre se trata como un síntoma aislado de todas las variables que lo pueden determinar, como las emocionales, dice Ruby Osorio, sicóloga especializada en dolor. Esto así, agrega, tiene pocos beneficios para el paciente.

Germán William Rangel, anestesiólogo y vicepresidente de la Aced -quien también participó en el Estudio Nacional del Dolor-, sostiene que "es lamentable que estos resultados se presenten de la misma manera año tras año, aun cuando el mundo muestra grandes evoluciones y avances en el diagnóstico, estudio y tratamiento del dolor".

Abuso de analgésicos causaría migrañas

El Instituto Nacional para la Salud y la Excelencia Clínica del Reino Unido acaba de advertir, en un nuevo estudio, que el consumo excesivo de analgésicos para aliviar dolores de cabeza, como las migrañas, puede ser el causante de estas dolencias. Aunque por el momento se desconocen las causas de este trastorno, se sabe que al menos una de cada cincuenta personas abusa de los analgésicos con este propósito; esto da origen, según los investigadores, a un círculo vicioso: entre más fármacos se toman, peores dolores de cabeza se generan y con la consiguiente necesidad de usar más medicamentos.

Bogotá, ciudad sin dolor

La Secretaría Distrital de Salud de Bogotá pondrá en marcha, a partir del próximo año, una iniciativa que busca convertir a todos los hospitales públicos de la capital en "hospitales sin dolor".

La decisión, consignada en el Plan de Desarrollo de la ciudad, conmina a dichas entidades a hacer progresivamente los ajustes administrativos, de infraestructura, de procedimientos y de recurso humano que sean necesarios para privilegiar la atención de tal problema en todas las personas.

El proyecto, que ya recibió altas calificaciones internacionales, convirtió a Bogotá en referente mundial en el campo del alivio del dolor. En la formulación de esta política pública participaron la Fedelat, la Asociación Colombiana para el Estudio del Dolor (Aced) y Empresas Sociales del Estado, como El Tunal y Tunjuelito, el Hospital San Ignacio y la Universidad de la Sabana.

Limitado acceso a los fármacos

De acuerdo con la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (Jife), cerca de 90 millones de personas sufren dolores intensos debido a traumas, males crónicos y degenerativos, y cáncer, pero no tienen acceso a los medicamentos indicados porque se derivan del opio o son fabricados de manera sintética con las mismas características.

De esta familia hacen parte la morfina, la codeína, la oxicodona, la hidrocodona, la hidromorfona, el propoxifeno y la meperidina, entre otros.

Según Martha Ximena León, especialista en dolor, Colombia ha mejorado la disponibilidad de estos fármacos, pero las condiciones de formulación y en la conciencia de los médicos "todavía hay mucho por hacer... Es urgente que el sistema de salud entienda que intervenir estas dolencias tempranamente es una prioridad".

Epidemia de un mal silencioso

El dolor puede ser un síntoma y una enfermedad. El primero suele ser consecuencia del daño de alguna estructura e indica que algo en el organismo está mal.

Se considera que es una enfermedad cuando no hay una alteración que explique el dolor; es decir que existe como una condición sola y autónoma.

La Federación Latinoamericana para el Estudio del Dolor (Fedelat) asegura que el mundo está afectado por una epidemia invisible de dolor crónico; se estima que solo en América Latina hay 20 millones de afectados por estas dolencias, pero que únicamente el 7 por ciento recibe tratamiento adecuado.

Entre las molestias más frecuentes están la fibromialgia (dolor intenso en todo el cuerpo), las de espalda, las de cabeza y algunas disfunciones del sistema nervioso, que afectan la vida de las personas y son un reto para la medicina.

"Estos dolores no son solo la expresión de daños orgánicos, también son fruto de factores emocionales, culturales, sociales e incluso económicos, que los intensifican o perpetúan", señala Fabián Piedemonte, neurocirujano argentino, presidente de la Fedelat.

La base de los tratamientos son el diagnóstico claro y una intervención interdisciplinaria especializada. "Es la única forma de abordar, bajo una concepción ética y humanitaria, estos problemas", señala Eduardo Ibarra, anestesiólogo puertorriqueño, que promovió en Naciones Unidas el alivio del dolor como un derecho humano.

En Colombia la proporción de dolor crónico es similar y se considera que la atención como enfermedad se sigue desconociendo.

REDACCIÓN SALUD
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