Dolor de espalda, el segundo más
frecuente entre la gente, después del de cabeza
La
actividad física es una de las medidas recomendadas para mantener este dolor a
raya. Lo ideal es hacerla con la asesoría de un experto.
Ocho
de cada diez personas mayores de 35 años lo han sentido en algún momento de su
vida.
Para
la mayoría de las personas, el dolor de espalda es un concepto genérico, y
denominan así a cualquier molestia que sientan entre el cuello y la parte baja
de la cintura.
Nueve
de cada diez dolores de espalda son causados por alteraciones musculares,
generadas por malas posturas, el resto por hernias discales, infecciones o
tumores.
¿Quiénes
tienen más riesgo?
Los
hombres con sobrepeso y de estratos socioeconómicos bajos (se ven obligados a
hacer las actividades de mayor exigencia física), los fumadores (sus cuerpos
tienen déficit de oxígeno y sus músculos son propensos a lesiones), los
sedentarios y las mujeres que han tenido muchos hijos.
¿Cuándo
consultar?
El
consejo es, ante cualquier molestia, ir de inmediato al médico. Es una
costumbre entre las personas consultar sólo cuando el dolor se vuelve incapacitante. Un diagnóstico a tiempo permite, también,
una intervención oportuna.
¿Con
qué se confunde?
Es
muy común que en la consulta general este tipo de molestias sean confundidas
con otros problemas. Los más frecuentes son infecciones urinarias, cálculos
renales, problemas de colon o tumores.
¿Qué
pasa si no consulto?
Es
común que los afectados, para aliviar el dolor, adopten sin darse cuenta
ciertas posturas. Son típicas, por ejemplo, las sobrecargas en la cadera. El
resultado de esas malas posiciones del cuerpo es que aumentan el problema.
¿Puedo
usar analgésicos?
Automedicarse
puede causar un problema peor. En general, las medicinas de venta al público
para estas dolencias son los antiinflamatorios no esteroideos. Mal administrados pueden afectar otros
órganos.
¿Cuál
es el tratamiento?
Establecido
un buen diagnóstico, la intervención debe ser orientada por un médico, ojalá un
equipo interdisciplinario. Según el caso se usan analgésicos, relajantes
musculares e incluso infiltraciones. Se puede complementar con manejo integral
de rehabilitación que incluya fisioterapia, educación postural y adecuación del
puesto de trabajo.
La
actividad física es clave para prevenir
Los
dolores de espalda se evitan, en términos generales, con actividad física
regular, es decir mínimo 30 minutos diarios de ejercicio en condiciones
aeróbicas (actividad que implique movimiento de articulaciones, acción sobre el
corazón y oxigenación de los músculos, como correr, nadar, patinar, bailar o
montar en bicicleta) y los estiramientos adecuados.
No
permanezca más de una hora sentado. Dedique, al cabo
de este tiempo, tres minutos para estirarse y caminar.
Mantenga
el peso adecuado, vigile sus posturas, duerma sobre superficies duras (esto
depende de su condición) y visite al médico ante cualquier molestia.
Si
el suyo es un dolor de espalda crónico su manejo debe estar a cargo de un grupo
de especialistas que tengan en cuenta la educación cognitiva y comportamental del paciente.
ASESORÍA:
ASOCIACIÓN COLOMBIANA DE MEDICINA FÍSICA Y REHABILITACIÓN