Doble afiliación, otra de las trampas al sistema de salud

Las personas del régimen subsidiado que migran a EPS del contributivo terminan por perder el derecho a los servicios, por tener doble afiliación.

EPS del sistema contributivo afilian a personas del subsidiado, pero no les prestan servicios.

La Superintendencia Nacional de Salud tiene bajo la lupa una práctica mediante la cual algunas EPS del régimen contributivo afilian, de manera irregular, a personas que ya son beneficiarias del régimen subsidiado, para obtener las primas que el sistema de salud les entrega por prestar servicios de salud.

De acuerdo con denuncias aportadas por funcionarios de varias secretarías de salud del país (especialmente de la Costa Atlántica), que están siendo investigadas por la Supersalud, esta práctica de doble afiliación, prohibida por la ley, comienza con gestores comerciales de algunas EPS del contributivo.

Estos buscan a potenciales afiliados entre quienes ya son beneficiarios del sistema de salud, a través de EPS del régimen subsidiado. Dichos gestores, que se presentan como funcionarios del gobierno, abordan a afiliados que preferiblemente tengan núcleos familiares grandes y les ofrecen trasladarlos a una EPS del contributivo.

No sólo los convencen de que este régimen les ofrece servicios de salud más amplios y una red de hospitales y clínicas que es mejor que la del subsidiado, también les dicen que, contrario a lo que pasa con los demás afiliados a EPS del contributivo, ellos no tienen que pagar nada. Los convencen de que el Gobierno asume el pago mensual de sus cotizaciones.

¿En qué consiste?

Según las denuncias, un tercero (que se presume que es la propia EPS del contributivo que pone en marcha la práctica) asume el pago de la cotización del nuevo afiliado, que se calcula sobre un salario mínimo, como si se tratara de un trabajador independiente (unos 64 mil pesos mensuales).

La EPS reporta los datos del nuevo afiliado al Fondo de Solidaridad y Garantía (Fosyga), que a través de su subcuenta de compensación le devuelve una prima (o unidad de pago por capitación, UPC, que para este año es de 500.583 pesos) por este afiliado, y por cada uno de los miembros de su familia.

En otras palabras, si todo el núcleo familiar está compuesto por cinco personas (el cotizante y cuatro más), la EPS recibe 2,5 millones de pesos mensuales.

En teoría, el nuevo afiliado podría entonces recibir servicios de salud del contributivo al que fue afiliado, pero eso no ocurre. Según las denuncias, estas EPS recurren a prácticas como demorarles la entrega de los carnés durante semanas y meses, documento sin los cuales no pueden ser atendidos.

Cuando finalmente se los entregan, y los nuevos usuarios solicitan el servicio de salud, se encuentran con que la EPS no reportó, como exige la ley, la nueva afiliación, razón por la cual siguen registrando como beneficiarios del subsidiado.

En ese estado de cosas, tampoco pueden recibir servicios de salud.  En otras palabras, las EPS del contributivo que recurren a esta práctica, reciben primas (o UPC) del Fosyga por estas personas, a las que nunca les prestan servicios.

Aunque se investiga qué tan común es esta práctica y cuántos recursos de la salud se han perdido gracias a ella, Cristian Sanjuán, ex secretario de salud de Soledad (Atlántico), asegura que sólo en este municipio se pudo evidenciar el traslado de cerca de 18 mil personas del subsidiado al contributivo.

Diez mil casos en Barranquilla

Luis Alexander Moscoso, ex secretario de salud de Barranquilla y actual alto consejero para la inversión social, aseguró que también hubo dobles afiliaciones en esa ciudad, y que ordenó investigar los casos que fueron detectados.

"Estos mercaderes de la salud ahora tienen como blanco a los afiliados más pobres del subsidiado, ojalá a la cabeza de núcleos familiares grandes. Ellos le pagan al Estado el 12 por ciento de un salario mínimo (unos 64 mil pesos), pero recobran una UPC por él y por cada miembro de la familia", dice.

De acuerdo con Moscoso, en la Secretaría se percataron de la práctica a raíz de un retiro masivo de al menos 10 mil afiliados del subsidiado a comienzos del 2010, "tras buscarlos los encontramos afiliados a la EPS Multimédicas; practicamos visitas de campo y encontramos que era gente muy pobre, sin trabajo, que había firmado su traslado al contributivo, pero que no estaba recibiendo el servicio".

Moscoso puso el caso en conocimiento de la Supersalud: "estamos seguros de que esta práctica ni es nueva ni es exclusiva de esta región", afirmó a ELTIEMPO.COM

'Hemos seguido recibiendo denuncias': Supersalud

La Superintendencia Nacional de Salud confirmó que contra las EPS Multimédicas y Golden Group adelantó, el año pasado, una serie de actuaciones que incluyeron la solicitud de revocatoria de su licencia de funcionamiento, debido al traslado irregular de afiliados del subsidiado al contributivo. Sin embargo, la medida fue levantada por un fallo de tutela, por lo que se encuentra en impugnación.

Así mismo, el organismo de control investiga por multiafiliación a las EPS Salud Colombia y Red Salud (quiere decir que tienen casos de usuarios que siguen figurando en su base de datos, e incluso siguen recibiendo primas por ellos, pese a que éstos decidieron afiliarse a otras EPS).

De acuerdo con Conrado Gómez, superintendente Nacional de Salud, las explicaciones dadas por estas empresas no solo no han sido satisfactorias, sino que la  Supersalud ha seguido recibiendo denuncias sobre el tema.

Estos casos, según Gómez, han llevado a la entidad a hacer seguimiento a las bases de datos de afiliados a EPS del contributivo para detectar "incrementos inusitados" que pudieran estar ligados a traslados irregulares.

En Soledad, 18 mil personas fueron doblemente afiliadas

Soledad (Atlántico) es, quizá, uno de los municipios donde con mayor descaro se llevó a cabo en los últimos años una de las tantas modalidades de fraude al sistema de salud en Colombia: la de la doble afiliación en el régimen subsidiado y en el contributivo.

Prohibida expresamente por la Ley, esta práctica permitió que, sólo en Soledad, "cuatro EPS del contributivo se quedaran con las primas que el sistema entrega por sus afiliados, aunque estos pertenecieran casi siempre al Sisbén y ya estuvieran inscritos en el régimen subsidiado". 

Según denuncia el ex secretario de Salud de ese municipio, Cristian Sanjuán Bonilla, cerca de 18 mil habitantes fueron engañados por "gestores pagados por esas EPS" para firmar un papel en blanco y entregar una fotocopia de la cédula de ciudadanía.

"Esos engaños se daban sobre todo en diciembre, aprovechándose de las fiestas navideñas. Los que nosotros documentamos y denunciamos ante las autoridades en su momento se dieron casi todos a finales del 2009. A la gente más pobre le prometían becas para estudios, juguetes para los niños, mercados, cosas como esas", explicó a ELTIEMPO.COM Sanjuán, en entrevista telefónica.

El fraude operaba de esta forma: las EPS afiliaban al contributivo sólo al jefe familiar y mientras pagaban la cotización de un solo afiliado, recibían luego de una subcuenta de compensación del Fondo de Solidaridad y Garantía (Fosyga) el equivalente a la salud de todos los miembros de la familia (medida en UPC o Unidad de Pago por Capitación).

Y en ese municipio del Atlántico, como lo confirmó el ex funcionario, "en promedio, cada familia está compuesta por seis o siete personas".

'No es normal que hubiera 30 quejas diarias'

Sanjuán, que estuvo casi cuatro años en el cargo y renunció en octubre pasado, asegura que la Secretaría que dirigía prendió las alarmas cuando  a principios del 2010, en uno de los reportes mensuales que entrega a los entes territoriales, el Fosyga le informó que "unas 18.000 personas del municipio aparecían, de un momento a otro, como cotizantes del contributivo".

Eso se mezcló con miles de denuncias que empezaron a llegar a su oficina. "En promedio, había unas 30 quejas por día. Eso no era normal, era evidente que algo raro estaba pasando", explica.
Sucede que, en el momento en que muchas de esas personas que fueron engañadas necesitaban utilizar el servicio, éste les era negado porque aparecían en las bases de datos de los dos regímenes. En la mayoría de los casos, además, la gente no sabía que había sido afiliada de manera fraudulenta al contributivo. "A muchos les prometían juguetes o becas y en ningún momento les decían que la fotocopia de su cédula fuera para eso", asegura Sanjuán.  

El error de las EPS, dice el ex funcionario, es que no pensaron que buena parte de las personas a las que engañaron fueran pacientes de alto costo, cuyas enfermedades (cáncer, sida o problemas renales, entre otras) requieren de tratamientos continuos.

"Hicieron mal el cálculo. Creían que toda esa gente nunca iba a acudir a un centro de salud y que no se iba a enfermar, pero no se percataron del número de pacientes de alto costo que estaban afiliando de manera fraudulenta al contributivo", señala.

Sanjuán afirma que viajó directamente a Bogotá a radicar de manera formal la denuncia de lo que estaba pasando en su municipio y que aquí lo recibieron el entonces superintendente Nacional de Salud, Mario Mejía, y el que en ese momento era el superintendente Delegado para la Atención en Salud, Darío Cantillo.

"El fraude está comprobado pero para mí, lo más grave es que abusaron de la gente más pobre, de los más vulnerables -dice el ex secretario-. En Soledad, cerca de 270 mil personas pertenecen a los estratos 1 y 2. Esto de la doble afiliación lo hicieron en muchas partes del país, pero nuestro municipio es especialmente vulnerable por su pobreza y también porque representa el 82 por ciento de la población del Atlántico, sin contar a Barranquilla".

REDACCIÓN SALUD