Discapacitados ya no tendrán
barreras en edificios públicos de Popayán
Hace
20 años, María está en silla de ruedas por una poliomielitis.
Esto
porque la Corte revocó la sentencia negativa del Juzgado Cuarto Administrativo
del Circuito, que afirmaba que los problemas de movilidad eran
una vulneración de los derechos colectivos.
Después
de 17 años de hacerles frente a las barreras estructurales y a la falta de
rampas para acceder a los edificios públicos de Popayán, María Irma Campo, de
42 años, espera que llegar ahora a trabajar no sea una odisea.
El caso llegó a la Corte Constitucional luego de que Johana
Caldón y Andrés Felipe Ortiz, dos universitarios, lo
asumieran, a comienzos del 2009, a través de la Clínica Jurídica, espacio
académico del programa de Derecho de la Universidad del Cauca. Los dos
acudieron a una tutela para defender los derechos a la igualdad y a la libertad
de locomoción.
"Pero el proceso fue a revisión de la Corte Constitucional y les dio la razón
a las demandas que formulaba María Irma", recuerda Andrés Felipe Ortiz.
Como María Irma vende lotería en la calle 5a. entre carreras 6a. y 7a. e
integra, además, el Consejo Municipal de Discapacitados y la Fundación Paso a
Paso, lo que la obliga a visitar la Alcaldía y la Gobernación, la sentencia
ordenó la instalación de rampas, medidas para la eliminación de las barreras
arquitectónicas y obras complementarias para el acceso y tránsito de personas
discapacitadas por el puente peatonal de la carrera 9a. con calle 23 N.
Mientras tanto, María Irma, que permanece convaleciente en un hospital de
Popayán, espera recuperarse para disfrutar de sus beneficios.
CALI