Diabetes, una excusa para comer bien

Esta enfermedad no ocasiona la restricción de la mayoría de los alimentos, sino que incentiva al paciente a comer de manera saludable y provocativa.

Tenía 26 semanas de embarazo cuando Paula Riaño se enteró de que tenía diabetes gestacional. La enfermedad la tomó por sorpresa, pues toda su vida se alimentó saludablemente y, gracias a su profesión -la culinaria- aprendió a cocinar en forma balanceada y agradable.

"Gracias a Dios, sólo tuve diabetes durante los periodos de gestación de mis hijas. Luego, desapareció, pero sentí lo que padecen muchas personas que viven con esta enfermedad", cuenta.

Esto impulsó a esta chef a crear un espacio donde las personas afectadas por esta enfermedad -que deben cuidar mucho su alimentación- pudieran aprender a cocinar respetando los parámetros que deben cumplir por su condición de salud, pero en forma rica, saludable y casi sin restricciones.

De este modo creó una clase de cocina para diabéticos en la academia donde trabaja: "Me dediqué a jugar con los alimentos que me ayudaban a estabilizar la glicemia y me di cuenta de que no existen muchas restricciones; el secreto está en encontrar recursos para comer rico y saludable", concluye (ver recuadros de recetas para personas con diabetes).

En la comida está el secreto

En Colombia hay alrededor de un millón y medio de personas con diabetes tipo 2 ó del adulto (que es la más común y está muy relacionada con la obesidad, el sedentarismo y la mala dieta) y 30 mil con el tipo 1, según datos de la Asociación Colombiana de Diabetes.

Esta organización estima que"la diabetes tipo 2 aumentará casi en un 140 por ciento de aquí al 2030, debido al incremento de personas obesas, sedentarias y con malos hábitos de alimentación", señala Pablo Aschner, endocrinólogo y epidemiólogo clínico, subdirector de la Asociación Colombiana de Diabetes y miembro del Grupo de Epidemiología de la Federación Internacional de Diabetes.

Este mal se caracteriza porque los afectados mantienen un nivel elevado de azúcar en la sangre por la insuficiencia o el trabajo inadecuado de la hormona insulina en su cuerpo. Cuando esto sucede, es necesario regularla a través de la comida que consumen. A veces es necesaria la inyección de insulina.

"Con la alimentación se pueden manejar los índices de glicemia y alcanzar las metas de control indicadas para la diabetes", dice Marcela Torres, nutricionista y coordinadora científica del Centro Colombiano de Nutrición Integral (Cecni).

No obstante, el cambio en la alimentación genera angustia, estrés y desaliento en los pacientes.

Es más, muchos dejan de asistir a reuniones sociales porque dicen que no pueden comer nada, comenta la psicóloga Adriana Flórez, especialista en terapia sistémica y coordinadora de las actividades de educación de la Asociación Colombiana de Diabetes.

Por eso, una de las primeras labores de Riaño con pacientes consiste en hacerles entender que la comida no tiene que ser una fuente de sufrimiento.

De hecho, insiste en que detrás de la alimentación hay un nuevo estilo de vida que no sólo favorece a los diabéticos, también a la familia.

De acuerdo con Torres, contrario a lo que muchos pacientes creen, la clave del control de la diabetes no es la eliminación de los alimentos, sino el manejo de las porciones que se establecen según las condiciones de cada persona (peso, edad, género y actividad física que realice), "éstas van a influir en el aumento de azúcar en la sangre", dice.

Lo ideal es que la mitad del plato contenga vegetales u hortalizas crudas o cocidas. Un cuarto, harina, y el otro, proteína -agrega la experta-.

También se puede medir con la mano: el puño representa la porción de carbohidratos, la palma es proteína y la cantidad de hortalizas y verduras deben caber en las dos manos.

Es fundamental fraccionar la dieta, pues el organismo no tiene la insulina suficiente para procesar una gran cantidad de alimento. Por eso se debe comer cada tres horas, en promedio.

También es indispensable que contenga bastante fibra soluble, que lentifica la absorción de los carbohidratos durante la ingesta, lo que permite que la acción de la insulina sea más eficiente.

Consejos de alimentación...

Si una persona no tiene suficiente insulina, debe limitar la cantidad de harinas.

Se recomienda consumir las que sean ricas en fibra soluble; lo ideal es incluir una porción de estas en cada comida principal y en los refrigerios, según la glicemia del paciente.

Se deben eliminar los azúcares e incluir los endulzantes sin calorías.

Es aconsejable el consumo de frutas y verduras, pues aunque algunas contienen carbohidratos, el porcentaje es menor que el de las harinas. Además, tienen fibra soluble, sobre todo si se consumen enteras.

Hay que evitar el consumo de grasas de origen animal y usar las de origen vegetal, pues no tienen colesterol.

Ensalada Waldorf

Ingredientes:

- 1 pechuga de pollo
- 1 cucharada de aceite de oliva
- 2 tallos de apio
- 1 manzana roja
- Un cuarto de taza de almendras
- 1 diente de ajo
- 2 cucharadas de mayonesa baja en grasa
- Sal y pimienta

Elaboración

Cortar el pollo en cubos y sofreír en el aceite de oliva, con sal y pimienta. Aparte, picar el apio, el ajo, las almendras y la manzana, y revolver con la mayonesa. Mezclar los ingredientes y servir sobre lechugas.

Lasaña

Ingredientes:

- 1 libra de lasaña
- 2 tazas de albahaca y dos dientes de ajo
- Media taza de queso parmesano y media taza de queso mozarella
- 1 pechuga de pollo cocida
- Un cuarto de taza de aceite de oliva

Preparación

Para elaborar la salsa o el pesto (licuar la albahaca con el aceite de oliva, el ajo y el parmesano). Aparte, desmenuzar el pollo y hervir el agua para sumergir las láminas de lasaña. Mezclar el pollo y la salsa. Introducir los ingredientes en un molde. Poner una capa de lasaña, luego la salsa, de nuevo la lasaña y el pesto. Colocar el mozarella y el parmesano, y hornear por 20 minutos.

Pollo en salsa mediterránea

La chef Paula Riaño creó recetas para diabéticos.

Ingredientes

- Un cuarto de taza de aceitunas
- Un cuarto de taza de alcaparras
- 1 taza de tomates en lata
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- 1 diente de ajo
- 4 filetes de pechuga
- Sal
- Pimienta
- Perejil

Preparación

Sofreír el pollo, con sal y pimienta, en el aceite de oliva. Para la salsa, cocer los tomates, agregar ajo, sal y pimienta. Añadir las aceitunas cortadas en cuartos y las alcaparras. Dejar cocer por 10 minutos. Retirar del fuego y agregar la preparación encima del pollo. Decorar con perejil picado.

KAREN JOHANA SÁNCHEZ
REDACTORA DE EL TIEMPO