La depresión y el sufrimiento
afectan la salud del corazón
Si
lleva más de dos semanas triste y melancólico, si en ese lapso ha tenido
problemas para dormir, si se siente agotado y no le encuentra sabor a las cosas,
piense en su corazón.
Ese
estado de ánimo, que tiene tintes de depresión, afecta de manera directa, y a
veces grave, al corazón y otras estructuras del cuerpo.
Carlos
Pacheco, médico internista, presidente del capítulo central de la Asociación
Colombiana de Medicina Interna (Acmi), explica que
buena parte de los problemas cardiovasculares -que con 25 millones de muertes
al año es la principal causa de fallecimientos en el mundo- son causados por la
depresión.
Asegura
que el organismo de una persona deprimida pone en movimiento una serie de
sustancias a partir de estructuras y glándulas que regulan su funcionamiento.
Entre
ellas están el hipotálamo en el cerebro, que emite órdenes para que la
hipófisis le ordene a la tiroides la producción de hormonas tiroideas, éstas
agilizan todas las funciones y, a su vez, actúan sobre las glándulas
suprarrenales, donde se produce la adrenalina, hormona que tiene un fuerte
impacto en la tensión arterial, en la frecuencia cardíaca
y en el tamaño de las arterias.
Por
su parte, los niveles de serotonina, un
neurotransmisor que ayuda a calmar y produce sensación de bienestar, bajan.
"Cuando
esta situación se mantiene en el tiempo, que es lo tiende a ocurrir en las
personas deprimidas, se producen respuestas inflamatorias, tendencia a las
arritmias y a la disminución del riego cardíaco; así las cosas, los infartos y
la muerte súbita están a la vuelta de la esquina", dice Pacheco.
Si
a todo esto se suman los malos hábitos en la alimentación, la tendencia a
fumar, al sedentarismo e incluso al alcoholismo de las personas deprimidas, se
configura un aumento peligroso de los factores de riesgo coronario, "lo
que cierra un círculo peligroso", afirma Pacheco.
Es
necesario, y en eso coinciden distintos estudios, que la salud cardiovascular
de toda persona con depresión sea evaluada y contrastada con sus factores de
riesgo.
"En
otras palabras, un deprimido debe recibir tratamiento para esta enfermedad,
pero al mismo tiempo debe ser sometido a una dieta saludable, al control
estricto de la tensión arterial e incluido en un programa supervisado de
ejercicio aeróbico", dice.
Enfermos
coronarios deben vigilar su estado de ánimo
De
acuerdo con la Asociación Americana del Corazón, los afectados por males
coronarios deberían someterse a revisiones periódicas para detectar posibles
signos de depresión.
El
organismo asegura que los trastornos emocionales son hasta tres veces más
comunes entre quienes sufren un mal cardiovascular, por lo que es fundamental
diagnosticarlos y tratarlos antes de que causen complicaciones.
La
Asociación sostiene que todos los profesionales de atención en salud pueden
ayudar a identificar un trastorno depresivo.
En
un primer momento, sólo es necesario hacerles a los pacientes dos preguntas:
¿En las últimas dos semanas ha notado una falta de interés o de ganas de hacer
cosas? ¿Se ha sentido bajo de moral, desesperanzado o deprimido?
Si
alguna resulta afirmativa, lo más conveniente es que se inicie un cuestionario
más amplio para determinar si existe depresión.
REDACCIÓN
SALUD