Deje el miedo: sea más solidario y decídase a donar

Con todo respeto, esta columna hoy es un jalón de orejas para todos aquellos (me incluyo) que se hacen los de la vista gorda con el tema de la donación de órganos.

En este momento hay por lo menos 800 personas esperando por un órgano que les puede salvar la vida; 800 colombianos que podrían ser familiares, conocidos o amigos nuestros.

No hay ninguna razón válida para tenerle miedo a donar: se trata de un acto altruista, humanitario y, quizás, uno de los máximos actos de solidaridad con los demás.

Entienda: hay cosas que se pueden donar en vida y otras al morir.

En vida es posible donar a personas compatibles la sangre, que es un tejido indispensable y vital; un riñón (una persona sana puede vivir con uno solo, sin problema) y médula ósea. Si quiere cederle a la humanidad otros órganos, como el corazón, el hígado, el intestino, el páncreas, el pulmón, el esófago, la tráquea o la laringe, y tejidos como las córneas, la piel, los huesos, las válvulas cardíacas y los tendones, es importante que lo manifieste con claridad en vida. Hable con su familia.

¿Cuándo se toman? Órganos y tejidos quedan disponibles cuando la persona fallece o cuando presenta muerte encefálica (cese total e irreversible de la actividad del cerebro). Nunca antes.

No hay tal: no es cierto que el cuerpo del donante quede desfigurado tras el retiro de los órganos. De eso se encargan especialistas, que se preocupan por mantener la estética corporal. Incluso recurren a prótesis cuando se necesita.

No es pecado: muchas religiones en el mundo, la Católica incluida, consideran la donación como un acto de solidaridad con otro ser humano. Es gratis: repito, se trata de un acto altruista; la ley prohíbe la compensación económica de quienes donan. Los costos de los trasplantes corresponden, solamente, al valor de los procedimientos para llevarlos a cabo.

No crea: la compra y venta de órganos no sólo es un delito, sino que extraerlos e implantarlos son procedimientos tan complejos, que deben hacerse en instituciones con niveles de complejidad muy altos y personal capacitado. Aquello de que a la gente la secuestran para sacarle los órganos y ponerlos en venta, es puro cuento.

Por último: donar es una opción personal. Si toma la decisión de darle parte de su vida a otra persona, comuníquese con el Instituto Nacional de Salud a la línea nacional 018000113400. También puede diligenciar el formulario que está en la página www.ins.gov.co Ingrese por la pestaña '¿Quieres ser donante de órganos y tejidos?'. Ahí obtendrá más información sobre el tema.

CARLOS F. FERNÁNDEZ
ASESOR MÉDICO CEET