Dejar De Fumar: Sí Hay Alternativas

Siete de cada diez fumadores han pensado, en algún momento, en dejar el cigarrillo, pero se declaran incapaces de lograrlo por su cuenta.

“No es para menos: la nicotina produce una adicción de las mismas características de la cocaína, la heroína o la marihuana, por eso es tan difícil abandonarlo sin ayuda”, explica Nelson Páez, neumólogo de la Fundación Neumológica Colombiana y coordinador del comité de lucha contra el tabaquismo, de la Asociación Colombiana de Neumología y Cirugía de Tórax.

Guillermo Martínez, coordinador de Educación de la Liga Colombiana contra el Cáncer, asegura que el interés de las personas por abandonar el hábito ha crecido desde que la legislación se endureció con la adopción de medidas que, por ejemplo, prohíben el consumo de cigarrillo en sitios públicos cerrados.

“Ese compromiso de la persona es fundamental: una vez ha tomado la decisión de no fumar más, debe llenarse de motivos, debe escribir las razones que la mueven a superar este hábito; cuantas más sean, mucho mejor”, explica Martínez.

De acuerdo con Páez, el papel de los médicos y del personal de salud es vital a la hora de lograr ese compromiso. Explica que las terapias para dejar de fumar pueden clasificarse en dos grupos: las no farmacológicas y las farmacológicas. Del primer grupo hacen parte la consejería breve sistematizada y la intervención sistematizada intensiva, en las cuales todo médico debería estar capacitado.

La primera dura entre 30 segundos y diez minutos. En ese tiempo el médico da información directa, convincente y adecuada a sus pacientes, orientada a que se planteen la posibilidad de dejar de fumar.

“No se trata de regañar a los fumadores sino de informarlos. A mis pacientes les doy un mensaje: ‘La decisión más importante en materia de salud que una persona puede tomar es la de fumar o no fumar’. Eso motiva en algunos una reflexión, que es el primer paso hacia el abandono del hábito”, dice Páez.

La segunda intervención (sistematizada intensiva) son sesiones (cinco mínimo) de más de diez minutos en las que los médicos hablan a sus pacientes de los beneficios de dejar de fumar, de los efectos asociados al tabaquismo y de las técnicas que deben usar para controlar la ansiedad que se siente al comienzo.

¿Y los medicamentos? Dependiendo del caso, estas intervenciones pueden combinarse con la prescripción de fármacos que remplazan la nicotina, mimetizan su acción o la bloquean.

Los de reemplazo de la nicotina buscan evitar que los fumadores recurran al cigarrillo (con sus sustancias cancerígenas y nocivas) para consumir nicotina. Chicles, parches, inhaladores bucales y aerosoles nasales proveen esta sustancia.

Dependiendo del grado de adicción, los médicos formulan a sus pacientes las dosis, que disminuyen poco a poco hasta llegar a cero. Son de venta libre, pero la recomendación es utilizarlos como parte de un tratamiento guiado.

En cuanto a los otros medicamentos aprobados para ser usados en terapias de cesación de tabaco, hay que decir que en Estados Unidos les fue impuesta una etiqueta negra que especifica los riesgos que su uso puede traer a la salud.

La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), que ordenó la inclusión de las advertencias en los envases de vareniclina (Champix) y bupropión (Zyban), fundó su decisión en informes que señalan la ocurrencia de trastornos de conducta (agresividad) y mayor riesgo de suicidio entre sus usuarios. Su uso debe hacerse bajo vigilancia médica.

CIFRAS Y EFECTOS RELACIONADOS CON EL TABAQUISMO.

Para la Organización Mundial de la Salud, fumador es aquel que ha consumido más de 100 cigarrillos en su vida y sigue haciéndolo.

Se estima que en el mundo cerca de 1.300 millones de personas son adictas al cigarrillo.

Esta adicción causa la muerte de más de 4 millones de personas al año. Se prevé que en el 2030 serán 12 millones los decesos.

El 80 por ciento de todos los fumadores viven en países pobres o en vías de desarrollo.

El 30 por ciento de todas las muertes por cáncer están relacionadas con el tabaquismo.

Las mujeres fuman cada vez más y empiezan antes a hacerlo. Causa cambios hormonales en ellas, aumento de vellosidad, voz ronca y poco potente, hiperviscosidad sanguínea y riesgo de coágulos sanguíneos, dificultad para embarazarse, problemas en el ciclo menstrual, menopausia temprana y aumento del riesgo de osteoporosis.

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