Las
largas filas, pacientes acomodados a duras penas en los pasillos, el desborde
de las urgencias, las deudas con los hospitales
públicos (que ascienden a 350.000 millones de pesos), el
colapso de una EPS destinada a afiliar a los más pobres y las diferencias ideológicas
entre el Secretario de Salud de Bogotá y el Ministro de Salud,
agudizaron la crisis que desde hace tiempo arrastra la salud en la capital del
país.
Lo preocupante, a juicio de distintos voceros del sector, es el declive pronunciado que
ha tenido el sistema en Bogotá, que hasta hace unos años era
considerado el más robusto del país. De hecho, no solo era el referente
nacional en material de salud pública, sino que jalonaba hacia arriba todos los
indicadores del ramo.
Para
el secretario de Salud de Bogotá, Guillermo Alfonso Jaramillo, la situación en
la capital es una lamentable muestra de lo que está pasando con el sistema en
todo el país, y resume las razones de la agudización de la
crisis en Bogotá en el colapso de un modelo de atención, que privilegia lo
curativo e impone barreras de acceso para reducir costos, "la gente se ve
obligada a buscar atención por urgencias, congestionándolas; pero como llega
enferma y complicada, los costos se elevan", dice.
El Secretario agrega que aunque se unificaron los
planes de beneficios, el sistema ha seguido reconociendo menos dinero por la
atención de los más pobres, "esto
hizo que algunas EPS que los afiliaban en Bogotá se fueran; muchos de sus
afiliados pasaron a la EPS Capital Salud, que ya arrastra un déficit de 29.000
millones de pesos".
Toda esta situación ha impactado negativamente a los pacientes, como han podido
evidenciarlo en visitas a hospitales hechas por la Personería de Bogotá, la
Defensoría del Pueblo, la Secretaría de Salud y los medios de comunicación.
El escándalo generado por los hallazgos motivó una reunión de
urgencia entre el
Gobierno Nacional y el Distrital, a la que asistieron la Supersalud,
Gustavo Morales, y el defensor del Pueblo, Jorge Armando Otálora.
Diferencias
ideológicas
Durante
el encuentro hubo un abierto enfrentamiento entre el ministro de Salud,
Alejandro Gaviria, y el Secretario de Salud.
No
es para menos: mientras Gaviria insiste
en que se mantenga el modelo y que el Distrito responda por el régimen
subsidiado, como lo explicitan las normas, Jaramillo pide que al Distrito se le
entregue el manejo directo del subsidiado (sin EPS).
Sostiene que así atendería directamente a 1'270.000 usuarios, para lo que
dispondría, además de los 750.000 millones de pesos que recibe del sistema de
salud, de 900.000 millones de pesos adicionales.
Según el Secretario, esto bastaría para atender a cerca de 900.000 usuarios,
que aún no cuentan con afiliación al sistema.
De
no aceptarse esa propuesta, advirtió Jaramillo a Gaviria, Bogotá se retiraría
de la EPS Capital Salud (de carácter mixto), donde el Distrito es socio
mayoritario. La solicitud fue rechazada por el Ministro y la Supersalud,
por el tono perentorio de la misma y porque contradice las funciones que, por
norma, tiene el Distrito, de responder por la salud de los más pobres.
Gaviria advirtió que "medidas de este tipo deben estudiarse muy bien, en
un contexto legislativo, y no pueden tomarse a la ligera".
Fuentes
de Capital Salud insisten en que en la raíz del problema está la postura
ideológica del alcalde Gustavo Petro, que desde el comienzo de su mandato
manifestó inconformidad con esta EPS mixta.
Terminada la reunión se anunciaron algunas
medidas acordadas para enfrentar la situación entre las que se cuentan
las supervisiones permanentes, visitas sorpresa a los hospitales, adecuación de
puntos de atención e incluso nombramientos de médicos.
Los pacientes son escépticos. Denis Silva, vocero de Pacientes Colombia, opina
que "este es otro de los shows mediáticos del Secretario de Salud, y a los
que ahora les hace eco el Ministro. Mientras no se reforme de manera
estructural y profunda el sistema de salud, los pacientes seguirán botados en
los pasillos de los hospitales de Bogotá y del país".
Hay 7 hospitales en
estado crítico
Jashbleidy
Castrillón aseguró que su mamá, Gladys Cruz, lleva
cuatro días en el hospital Santa Clara ingresada en el servicio de urgencias,
con la tensión alta, sin recibir ninguna atención. "Por lo menos, a ella
no le tocó como a otra gente, que debe esperar en el piso o sentada encima de
plásticos".
La mayoría de las urgencias de los hospitales de la red distrital están
colapsadas, mientras varias de estas instituciones se encuentran ilíquidas.
Según el secretario distrital de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, de 22
hospitales de la red distrital hay 14 en mediano y alto riesgo y de estos, 7 en
estado crítico. Entre los últimos se hallan los hospitales Meissen,
Simón Bolívar, Engativá, Suba y con graves problemas
operativos Santa Clara, Kennedy y El Tunal.
Salud atribuyó el estado de iliquidez de esas instituciones a la
"permanente demora" de las Empresas Promotoras de Salud del Régimen
Subsidiado (EPSS) a cumplir con los pagos.
Las deudas de las aseguradoras con los hospitales distritales ascienden a
300.000 millones de pesos.
Aun
cuando Salud dispone de 200.000 millones de pesos de la cuenta maestra para
girar a los hospitales, esto no lo ha podido hacer por supuestas trabas del
Gobierno Nacional para el trámite, dijo Jaramillo.
En mayo finalizará
la intervención de la EPS Saludcoop
Frente
a las fallas evidenciadas en la Clínica Jorge Piñeros
Corpas, perteneciente a la red de servicios de Saludcoop,
intervenida por la Superintendencia Nacional de Salud, Gustavo Morales, Supersalud, aseguró que "esta hace parte de una red
hospitalaria muy grande, operada por la Corporación Saludcoop
IPS, que no está intervenida".
Por
esa razón, dijo Morales, este viernes hará una visita de inspección para
establecer si hay lugar a sanciones por insuficiencia de médicos, deficiencia
en la infraestructura de urgencias o problemas en la asignación de citas por
parte de la EPS. Frente a esta última, Morales recordó que en mayo vencerá el
plazo de la intervención, decretada en mayo del 2011.
"El Ministerio y la Supersalud -afirmó Morales-
estamos estudiando, con apoyo de una asesoría externa de alto nivel, distintas
opciones frente al futuro de esta entidad. Todo parece indicar que se tomará
una decisión cautelosa, en la medida en que para esa fecha todavía no se sabrá
cuál será el futuro regulatorio para esas empresas".
REDACCIÓN
SALUD