Cierre De Una Clínica Revela Crisis Hospitalaria En Pereira

Deudas cercanas a los 6.000 millones de pesos llevaron ayer al cierre de la Clínica Risaralda, que por más de 34 años había prestado los servicios de salud a los pereiranos.

El último intento por salvar la entidad privada lo hizo Víctor Manuel Tamayo, gobernador de Risaralda, quien en la última visita del presidente Álvaro Uribe, el pasado 17 de julio, le solicitó al mandatario que interviniera para evitar el cierre de la institución.

La clausura de las actividades de esta entidad deja al departamento con 100 camas menos.

Diana María Muñoz, gerenta encargada de la clínica, anunció que el cierre es temporal y que, aunque tienen el recurso físico para atender a los pacientes, financieramente se les hace imposible.

“La clínica está en quiebra debido al manejo que las anteriores administraciones le dieron. En la pasada, por ejemplo, se adquirió un software de comunicación interna que costó más de 500 millones de pesos y que hoy ni siquiera se ha implementado”, agregó.

“Tuvimos momentos muy gratos en la clínica. Hubo épocas muy buenas, de abundancia y bienestar. A mi edad no consigo trabajo en ninguna parte”, relató Betsabé Molina, de 54 años, y quien hace parte de los más de 110 empleados del centro asistencial que hoy no saben qué hacer.

Para Javier Alejandro Gaviria, secretario de Salud municipal, el problema de la Clínica Risaralda se debe a que en los últimos años sus directivos no hicieron alianzas estratégicas con las EPS, que son las que, finalmente, le podían inyectar el dinero necesario para su sostenibilidad.

Sin embargo, la última decisión se tomará el viernes, cuando los 40 socios de la clínica se reunirán para decidir el futuro de la entidad, que podría terminar en manos de inversionistas externos.

Pero la Clínica Risaralda no es la única entidad de salud que pasa por una situación difícil. El Hospital Universitario San Jorge, el más importante de la ciudad y el principal centro médico del departamento, enfrenta un déficit de 11 mil millones de pesos, tiene una cartera de 18 mil millones y pasivos por cerca de 21 mil millones de pesos.

Debido a lo anterior, Juan Carlos Restrepo Mejía, gerente del hospital, anunció un plan de contingencia, que incluiría aumento de ingresos por venta de servicios, una política agresiva de contención del gasto y la celebración de alianzas estratégicas con algunas EPS.

''La clínica llegó a esa situación porque no hicieron alianzas estratégicas con las EPS, que son las que inyectan el dinero necesario”.

Javier Alejandro Gaviria, secretario de Salud de Pereira