Pese a que la
Marihuana encabeza la lista de las drogas más consumidas por los estudiantes,
cada día aumenta la cifra del consumo de LSD e inhalantes.
El consumo de drogas sintéticas entre los estudiantes universitarios del
país va en aumento. Así lo reveló el II Estudio Epidemiológico Andino sobre
Consumo de Drogas en la Población Universitaria de Colombia, al indicar que el
consumo de LSD e inhalables creció en los últimos
años.
El estudio, liderado por la Comunidad Andina, en el marco del Programa
Antidrogas Ilícitas, asegura que mientras el uso de LSD (también conocidos como
ácidos) en el 2009 era del 0,9% entre los universitarios colombianos, en 2012
su consumo pasó a 3,1%. Es la segunda droga más consumida después de la
marihuana, que encabeza la lista.
El informe indica, además, que un 8 % de los
estudiantes de nivel superior declaró haber usado algún tipo de sustancia inhalable, siendo la más consumida. Dentro de los inhalables también se incluye el uso de pegantes,
desodorantes corporales o ambientales, gasolina, parafina y ‘Dick’ (droga
compuesta por cloruro de metileno).
En el caso de los inhalables,
señala el estudio, el inicio de edad promedio para iniciar su consumo fue de 17
años.
El uso de estas sustancias alucinógenas sintéticas
supera el de otras drogas como la cocaína (en el caso del LSD) y el basuco (por
debajo de los inhalantes).
Cabe anotar que todos estos resultados fueron
producto de una encuesta realizada entre los meses de mayo y diciembre del
2012, a más de 183.000 estudiantes de 12 universidades de toda Colombia,
incluidas la Universidad del Valle y la Santiago de Cali.
Causas del problema
Por ser drogas no olorosas y evidentes, como la
marihuana o el basuco, la distribución de las drogas sintéticas se da de manera
más fácil al interior de los campus universitarios, explicó Martha Lucía Lasprilla, sicóloga de la Universidad Santiago de Cali,
sede Palmira, y coordinadora de la realización de la encuesta en dicha
institución caleña.
Augusto Pérez Gómez, médico experto en la materia, indicó que el consumo
de este tipo de estimulantes se debe a un fenómeno relacionado con la moda. “Esas son sustancias de rumba que los
universitarios toman porque son aceptadas por su entorno social”.
Explicó el experto que este tipo de drogas logran
pasar desapercibidas por los padres.
Frente a la comercialización en las universidades,
la señora Lasprilla aseguró que “también se hace más
fácil porque pasar una pasta o un frasco de ‘Popper’ en la chaqueta es menos
complicado que manipular marihuana”.
La sicóloga indicó, además, que “el hecho de tener
amplias zonas verdes, como sucede en las universidades de Cali, también permite
que haya menos control frente al consumo, como se haría en espacios cerrados.
En la Universidad Santiago detectamos que esto se estaba presentando mucho y no
nos dábamos cuentas. Por eso se tomaron algunas medidas como aumentar la
presencia de vigilancia privada al interior”.
Dijo también que, en materia de distribución de drogas, “lamentablemente es una red que a veces no se puede
detectar. El método es enviciar al más joven, al que llega a primer semestre,
al desorientado. Después de esto, como el joven no tiene recursos para sostener
su vicio, lo usan para la distribución”.
Frente a esto, Carolina Piñeros
Ospina, directora de Red Papaz, dijo que el consumo
de este tipo de drogas sintéticas es muy peligroso porque en muchas ocasiones
es su primer contacto con la drogadicción. “Se saltan el ciclo del alcohol, el
cigarrillo y la marihuana para consumir este tipo de estimulantes que son
letales”.
Agregó que los padres se relajan con el cuidado de
los jóvenes. “Hay una libertad que en algunos casos es mal manejada por los
chicos”.
Expertos recomiendan aumentar los controles en las
universidades, así como promover de forma más dinámica las actividades de tipo
lúdico dentro del ámbito escolar.