'Respondemos por la conservación de la especie', dicen los testítulos

Una entrevista con los dídimos, la fábrica de las hormonas masculinas y los espermatozoides.

"Somos el referente de la virilidad, de la hombría, aquí y en medio planeta. No es que nos enorgullezca, pero tampoco nos molesta".

Así empiezan esta entrevista a los testículos, que, si bien reconocen que su presencia está ligada a los hombres, también son conscientes de que el origen de su nombre se relaciona con las orquídeas (pues se trata de plantas bulbosas) y de que náhuatl (lengua de los aztecas) significa aguacate, también por su parecido.

Preséntense, por favor...

Somos un dúo que responde por la producción de los espermatozoides y de la hormona sexual masculina, que es la testosterona. Nos llamamos "gónadas masculinas".

¿Qué es una gónada?

A veeer... para que nos entienda: somos el órgano glándula que responde por la conservación de la especie. ¿Le parece poco?

¿Es verdad que ustedes están por fuera del cuerpo?

Obvio. Es más, estamos dentro del escroto, una bolsa mágica que se agranda o se achica, según la necesidad. El objetivo es mantenernos 1,5 grados centígrados por debajo de la temperatura corporal. Cuando el cuerpo se calienta mucho, nos aleja de él, y cuando está muy frío, nos acerca. Lo dicho, mágica...

¿Por qué le huyen al calor?

Producimos las células que mantienen la especie y que transmiten la herencia masculina. Ellas necesitan madurarse, y eso no se logra a la temperatura del cuerpo. Las venas y las arterias también nos ayudan en esa tarea. Son como nuestros climatizadores...

Ustedes se originan dentro del cuerpo, ¿o no?

Sí, es cierto. Nos formamos dentro del abdomen, pero más o menos al tercer mes de gestación abandonamos esa región, atravesamos la pared abdominal, descendemos por la ingle y nos ubicamos cómodamente en el escroto.

A veces eso no ocurre, ¿cierto?

Exacto, aunque es la excepción. El problema es que si nos quedamos en el abdomen, pues no funcionamos.

Leí en algún lado que ustedes funcionan a punta de tubos...

De tubos y células, querrá decir. Como nuestra sublime función se cumple por fuera del cuerpo, los espermatozoides tienen que ser conducidos a través de una red tubular que, unida, es casi de un kilómetro. Son muchísimos tubitos...

Ustedes funcionan desde la adolescencia, ¿verdad?

No. Nuestra función se inicia a la octava semana de gestación; es más, a la semana 15 ya estamos maduros, tanto que respondemos por la producción de la testosterona desde antes de nacer, y es esto lo que imprime, poco a poco, las características masculinas.

¿Varía su tamaño de un hombre a otro? Su volumen agrandado es sinónimo de insulto...

Suponemos que lo dice por lo de "boludo", "pelotudo" o "g...ón". ¿Cierto? Pues nuestro tamaño es estándar, entre 4 y 5 centímetros de largo por entre 2 y 4 centímetros de ancho. Y no nos agrandamos con la estupidez ni nos achicamos con la inteligencia.

Carlos F. Fernández