Consecuencias estéticas,
hormonales y metabólicas de subir de peso son difíciles de eliminar
Hay
que mantener una dieta equilibrada y evitar el sedentarismo, para que no se
alteren su aspecto ni su metabolismo.
"Un
minuto en la boca y toda la vida en sus caderas" no es sólo un dicho
popular en Europa, sino una realidad comprobada por científicos suecos de
Los
investigadores redujeron la actividad física de 18 personas mientras aumentaban
su consumo de calorías en un 70 por ciento. Otro grupo de seguimiento no tuvo
variación en su dieta ni en su peso.
Luego
de cuatro semanas, los primeros habían ganado una media de 6,4 kilos, que
lograron perder en su mayoría los seis meses siguientes.
Pero,
el problema no terminó ahí. Un año más tarde, su índice de grasa corporal había
cambiado y dos años después, nuevamente se había incrementado, es decir, que la
grasa acumulada en su cadera no desapareció, aunque volvieron a bajar de peso.
Así,
el estudio, publicado en la última edición de la revista Nutrition
& Metabolism, aporta nuevas pruebas de que
incluso un breve tiempo de sobrealimentación y falta de ejercicio puede
potencialmente cambiar la forma de su cuerpo y hacer más difícil bajar de peso
y mantenerse.
"La
diferencia de peso a largo plazo entre el grupo experimental y el de control
señala que hay un efecto prolongado sobre la masa de grasa después de un corto
periodo de consumo excesivo de comida y de mínimo ejercicio", señaló Asa Ernersson, líder del grupo investigador.
Al
respecto, la doctora Sandra Patricia Alfaro, nutricionista dietista del Centro
Médico Imbanaco en Cali, explica que "cuando se
aumentan las calorías más de lo requerido, todas las hormonas que intervienen
en el control del apetito (en el hipotálamo) y en la regulación del metabolismo
se alteran y es difícil volver al equilibrio".
Por
ejemplo, el neuropéptido Y, al alterarse, hace que la
persona no se sienta saciada y se genera más apetito.
El
reto es volver a controlarlo y sólo se puede insistir en la actividad física
diaria y sostenida, en los cambios de estilo de vida y de alimentación.
La
invitación es a cuidar y mantener su peso. Y, dice Alfaro, "esto debe
hacerse desde la niñez, porque un niño gordo será un adulto obeso".