Conflictos familiares y de pareja, principales problemas que desencadenan suicidios en Cali

Los conflictos familiares y los problemas de pareja son los principales factores que han originado intentos de suicidio en el último año. La mayoría de los casos se pueden prevenir. Informe.

En 2012 fueron 340 las personas que intentaron quitarse la vida en la ciudad. Según el Observatorio de Intento de Suicidio en Cali de la Secretaría de Salud comparando los datos de 2011, aunque en el año anterior hubo una reducción de 164 casos, el 32%, lo que supondría una mejoría en la salud mental de los habitantes de Cali, el problema sigue vigente.

De acuerdo con el siquiatra Hernán Gilberto Rincón Hoyos, de la Fundación Valle del Lili: la violencia en la familia, el maltrato infantil, el maltrato entre esposos, son algunos de los principales factores de riesgo que desencadenan suicidios, así como el consumo de drogas y alcohol, el ‘bullyng’ en los colegios y la presión social por asuntos como la belleza física de las adolescentes.

El Observatorio de Intento de Suicidio surgió en el año 2006. Parte de sus funciones es registrar casos de personas que intentan quitarse la vida y que acuden a recibir atención en los hospitales de las Empresas Sociales del Estado de Cali: Ladera, Norte, Centro, Oriente y Suroriente. Su objetivo es diagnosticar el problema para idear mecanismos de prevención certeros.

Porque existe una premisa: aunque el suicidio está entre las tres principales causas de muerte de personas en el mundo, la mayoría de los casos se pueden evitar. Lo afirma la Organización Mundial de la Salud.

Cali intenta prevenir. Los ciudadanos cuentan, por ejemplo, con la Línea Amiga, suspendida en enero por temas de contratación, pero que se activará a partir de febrero.

La Línea Amiga (514 1900) es un servicio de orientación sicológica gratuito de la Secretaría de Salud. Cualquier ciudadano que tenga depresión, ansiedad o que haya sido víctima de una violación, de maltrato e incluso si es un adicto a las drogas o tiene ideas suicidas reiteradas puede comunicarse para recibir atención profesional. Y aquello no es poca cosa.

La sicóloga Laura Baldrich es una de las encargadas de atender la Línea de Atención Infantil y Juvenil 106 de la Corporación para la Atención Integral de la Niñez, Corpolatin, otra alternativa que tienen los jóvenes de Cali para compartir sus problemas con un profesional. El acto de contar, de compartir, dice la sicóloga, es un primer paso para prevenir el suicidio.

El diálogo, explica la especialista, es una oportunidad para cambiar perspectivas de la persona que piensa que quitándose la vida es la manera de solucionar un problema. Contar es una manera de aliviar el sufrimiento individual que se padece, disminuir la carga.

La Línea 106 recibió 85 consultas durante el 2012 relacionadas con ideas suicidas en niños y adolescentes. Los trastornos mentales más comunes, según los casos reportados, son depresión y ansiedad. También sensación de soledad, la necesidad de ser escuchado, la necesidad de construir un proyecto de vida. Sucede que muchos jóvenes se sienten solos y además no saben qué hacer con sus días, no saben qué quieren ser y eso genera angustia, otro factor relacionado con el suicidio.

Para tratarlos, agrega la sicóloga Baldrich, además del diálogo son fundamentales las redes de apoyo: amigos, familiares, vecinos que no solo centren su atención, que no solo dialoguen con la persona que necesita ayuda, sino que también sean capaces de transformarle rutinas dañinas como encerrarse, aislarse de la sociedad.

Y en Cali, justamente, funciona una Red de Promoción del Buen Trato. Surgió en 1996 como un mecanismo de prevención contra el maltrato infantil y, de paso, se previene también el suicidio. La integran líderes comunales que promueven en los barrios la solidaridad y el amor con el otro. La Red funciona en las comunas 1, 3, 6, 7, 8, 11, 14, 15, 16, 18, 20 y 21.

Otra estrategia de prevención al suicidio son los Servicios Amigables, que funcionan en 18 oficinas ubicadas en las cinco Empresas Sociales del Estado de la ciudad y en los puestos de salud de Petecuy III, Meléndez, Potrero Grande, Puerto Mallarino, Antonio Nariño, Charco Azul, Montebello, Siloé y Marroquín.

Allí se educa a los jóvenes en asuntos de sexualidad y métodos de planificación. El objetivo primordial es prevenir los embarazos no deseados, pero colateralmente se previene el suicidio debido a que se ha identificado que un bebé no planeado ha llevado a algunas adolescentes a intentar quitarse la vida.

Es lo que el siquiatra Gerardo Ocampo, de la Universidad del Valle, llama “estrategias de prevención local”, enfocadas a un determinado grupo poblacional.

Las otras estrategias, dice, son universales: dificultar el acceso a los métodos suicidas como fármacos, venenos, armas, los pisos altos, los puentes. Sucedió en Pereira, con el viaducto, que hoy es vigilado y su acceso para los suicidas se hace más difícil. Cali aún no implementa este tipo de controles.

Pero quizá una de las formas de prevención más efectivas, opina el siquiatra Ocampo, se debe gestar en cada hogar. Pero pasa que a veces, en casa, se trivializa la tristeza de un niño, de un joven, se cree que es un asunto pasajero, de la edad. Quizá sí, quizá no.

Para prevenir, los especialistas recomiendan acudir a ayuda profesional inmediata. Ir al centro de salud para que un médico evalúe a la persona que ha manifestado no querer vivir y, si es necesario, la remitan a un centro especializado en salud mental.

El Plan Obligatorio de Salud, POS, cubre consultas relacionadas con la salud mental. Todas las ESE de Cali están obligadas a ofrecer atención. El suicidio, insisten los expertos, se puede prevenir. Basta, simplemente, con darle importancia, considerar que si nos descuidamos puede ocurrir en nuestras familias.

Niños y jóvenes solos: ¿qué hacer?

Uno de los problemas de las familias modernas es que, debido a que ambos padres deben trabajar para sostener económicamente la casa, sus hijos, niños o adolescentes, permanecen solos gran parte del tiempo, lo que genera en algunos de estos menores sensación de soledad, angustia por no saber manejar el tiempo el libre, ansiedad y depresión.

La sicóloga Laura Baldrich, de la Línea 106, recomienda entonces, que los padres que deben trabajar les hagan sentir su presencia a sus hijos así no sea de manera física: llamarlos constantemente, preguntarles qué están haciendo, planearles actividades durante el día, buscar que se sientan acompañados, pese a la distancia que determina el trabajo diario.