Conductores borrachos siguen
‘matando’ ilusiones
A
Jesús García el lunes le reconstruirán su rostro. La mandíbula se le partió
luego de un choque provocado por un hombre en estado de embriaguez.
Desde
hace dos semanas, Luis Guillermo solamente mueve los ojos y en ese estado se
quedará el resto de su vida. El muchacho de 15 años era amante al fútbol y
caminaba por una calle del sur de Cali cuando un conductor ebrio, literalmente,
atropelló sus sueños.
Especialistas
del Hospital Universitario del Valle sostienen que su condición es estable,
pero que sufrió cuadriplejía. No volverá a mover
brazos ni piernas.
Esta
tragedia tal vez pasaría inadvertida si en Bogotá un abogado borracho no
hubiera ocasionado un choque que dejó como resultado una persona muerta y otras
cinco heridas. El endurecimiento de las penas contra estos homicidas está en el
ojo del huracán. Las historias, marcadas con el común denominador del drama, se
repiten.
Domingo
7:00 a.m., vía Cali-Candelaria. La víctima: Jesús Alberto
García, de 17 años. El verdugo, un hombre en estado de embriaguez que, según el
muchacho, no sufrió ni un rasguño. El joven estudiante tiene el hueso de la
mandíbula partido en tres, laceraciones en su cuerpo y el ojo izquierdo tan
hinchado como el de ‘Rocky’ al final de sus
películas. No lo atacó un grupo de hombres rabiosos. “Un viejito borracho que
iba en bicicleta se me atravesó cuando salía de tanquear
la moto, cerca del ingenio Mayagüez”.
Para
muchos, la historia de un anciano ebrio en bicicleta podrá parecer incluso
curiosa y ni siquiera crean que es un accidente de
tránsito. A Jesús Alberto no le queda duda de que este “simple” hecho le cambió
la vida.
Ayer,
en
“¿Lista?”
—preguntó el joven— y sin esperar respuesta arrancó. La abuela cayó de espaldas
y sufrió una lesión en la cabeza. “Dicen que ya no hay nada qué hacer”, narra
María. El joven, de 27 años, se sume en la depresión.
Situaciones
con desenlaces parecidos se repitieron 172 veces en el primer semestre de este
año en Cali. Según
“Cuando
sólo hay daños el vehículo se traslada a los patios y se suspende la licencia
de uno a seis años; cuando hay lesiones, el victimario queda a disposición de
la autoridad competente; y cuando hay pérdidas humanas, el causante del
accidente es sometido a un juicio en el que, si se comprueba su
responsabilidad, puede pagar hasta 27 años de prisión”, señaló López.
Pese
a la precisión que existe entre las autoridades frente a cómo manejar los casos
en los que se mezclan los accidentes y licor, son pocos los resultados.
Desde
el 15 de diciembre del 2009, cuando entró en vigencia
Un
médico de una clínica donde se recibe a la mayoría de pacientes de accidentes
de tránsito de Cali y sus zonas aledañas sostiene que tras un choque la
conducta de los protagonistas siempre es la misma: “Hay un arrepentimiento
enorme, pero entre comillas, porque he visto casos en los que 20 días después
el que sale bien, regresa en una situación similar e igual de borracho”.
“No tienen excarcelación”
De
homicidio doloso será acusado un conductor que provocó un accidente en Bogotá,
en el que una persona murió y otras cinco resultaron heridas. Así,
Estos
delitos “no tiene excarcelación”, aclaró Germán Enciso, director Nacional de
Fiscalías. Hizo un llamado a los fiscales, “respetando su autonomía”, para que
atiendan las directrices que del ente judicial.
“
Por
su parte, el senador Roy Barreras presentó ante el
Congreso un proyecto de arresto inmediato a conductores ebrios y propuso al
Gobierno Nacional crear la “Alta Consejería para
“La
ley con la que aumentamos las penas a los conductores ebrios no es suficiente,
como resulta evidente cada que se deja en libertad o se da prisión domiciliaria
a un homicida borracho que ha atropellado a víctimas inocentes”, dijo el
parlamentario.
Tenga en cuenta
Según
el programa Cali Cómo Vamos, la mayoría de los accidentes automovilísticos en
Cali se presenta los viernes y los sábados.
Los
protagonistas de los choques viales tienen edades entre los 18 y 31 años. Los
reportes señalan que los choques se elevan durante julio y agosto, temporada de
vacaciones.