Aunque es incurable, esta enfermedad es de fácil control. Además del
tratamiento médico, los expertos advierten que evitar el contacto con ciertas
sustancias es primordial para prevenir crisis respiratorias.
En Colombia, el 10 % de
la población, cuatro millones de personas, sufre de asma, una enfermedad
inflamatoria crónica de las vías respiratorias que se manifiesta mediante
alergias a ciertas sustancias que causan inflamación de los bronquios y una
secreción que impide que el aire fluya naturalmente.
El
polvo, el humo, el polen y el pelo de las mascotas son los elementos que más
producen ataques de asma, aunque también se puede ser alérgico a alimentos o
medicamentos.
Según
la neumóloga pediatra Diana Duarte, es una patología hereditaria que pueden
desarrollar en cualquier etapa de su vida quienes sufren de rinitis, sinusitis,
apnea (ausencia de respiración al dormir) y alergias cutáneas. Y, a pesar de
ser incurable, es de fácil control.
Los
síntomas propios de un ataque de asma son: tos, disnea (dolor en el pecho), sibilancia (sonido agudo en el tórax), sudoración, aumento
del ritmo cardíaco, coloración azul en la cara, ansiedad y, en casos severos,
asfixia.
El
neumólogo Ricardo Mosquera cuenta que el 30 % de sus consultas son por asma y
afirma que “de no tratarse pueden presentarse crisis que obliguen al paciente a
hospitalizarse constantemente y, en situaciones más graves, al ingreso a la
Unidad de Cuidados Intensivos. En el peor de los casos puede desarrollarse la Epoc, la obstrucción crónica e irreversible de las vías
aéreas”.
Es
por eso que los expertos recomiendan que además de someterse a un estricto
tratamiento médico es imprescindible prevenir el contacto con las sustancias
que pueden disparar las reacciones alérgicas.
La
limpieza del entorno es fundamental, pues el polvo contiene ácaros y moho,
altamente irritantes para los asmáticos.
Se
acumulan en almohadas, colchones y cobijas, por lo que deben lavarse
periódicamente. También hay que evitar el uso de almohadas rellenas con plumas
de aves y las cobijas de lana deben reemplazarse por sábanas.
Las
alfombras y las cortinas deben aspirarse constantemente, aunque es preferible
no tenerlas en la habitación. Se sugiere que la limpieza de la casa se haga con
trapeador húmedo, evitando el límpido, el detergente en polvo y los
ambientadores, ya que los químicos que contienen olor generan irritabilidad.
Se
pueden utilizar aerosoles especiales que combaten ácaros. También es importante
mantenerse alejado de obras en construcción, así como de revistas, periódicos y
libros antiguos.
Aunque
los sistemas de aire acondicionado tienen filtros para mantener ambientes
sanos, aquellos que no reciben mantenimiento pueden desencadenar fuertes
alergias.
El
médico internista Roberto Ramírez asegura que en estos se acumulan virus,
hongos y bacterias que ocasionan reacciones en los asmáticos. “Los aires
acondicionados que no reciben la limpieza adecuada sueltan un polvillo que
inflama los bronquios. Incluso gente que no es asmática puede desarrollar
alergias a causa de esto”.
Los
cambios bruscos de temperatura también pueden ser contraproducentes.
El
asma es la causa de mayor ausentismo escolar. La neumóloga pediatra Diana
Duarte afirma que “como los bronquios en los niños son tan pequeños, se
obstruyen fácilmente”.
Pero
aclara que no todos los que presentan síntomas son asmáticos, pues la
posibilidad de que un niño sibile es del 60 %. Y
aunque estas afecciones deben tratarse, es a los 6 años cuando se define si
padece o no la enfermedad. Sólo el 20 % de ellos dejan de ser asmáticos cuando
se convierten en adultos. También resalta que es primordial que los padres se
abstengan de fumar frente a los menores, les den peluches, los saquen de noche
y los ejerciten, a menos que inhalen antes un broncodilatador prescrito por el
especialista.
El
internista Roberto Ramírez afirma que hay que estar alerta si un niño respira
22 veces por minuto, si hace mucho esfuerzo para hacerlo y si el color de su
piel es azulado.
Aunque
el polen se presenta más en países donde hay estaciones, específicamente en la
primavera, en Colombia los árboles y la hierba también desprenden esta
sustancia proveniente de las flores.
Y
aunque el contacto con el ambiente externo es difícil de controlar, es
imprescindible cubrirse del frío, no exponerse a las lluvias y neutralizar las
corrientes de aire en la casa cerrando las ventanas en la noche, que es cuando
más se presentan crisis asmáticas.
El
neumólogo Ricardo Mosquera advierte que el pelo de gato y perro es irritante
para los asmáticos. Así como también los hongos que se encuentran en la materia
fecal de algunas aves.
Y
aunque lo ideal es no tener mascotas, en caso de poseerlas, el médico
internista Roberto Ramírez dice que deben tener preferiblemente el pelo corto y
mantenerlos desparasitados.
El
humo es otro de los grandes generadores de crisis asmáticas. Se recomienda
abstenerse de fumar y de estar acompañado de fumadores.
Una
regla inviolable en la casa de un asmático debe ser la de ‘prohibido fumar’, ya
que las sustancias del cigarrillo se impregnan en paredes o cortinas.
Además,
quienes fuman tienden a portar la bacteria del neumococo, la cual es
contraproducente para cualquier asmático. También hay que evitar la cercanía a
estufas y chimeneas de leña.
Los
virus que atacan el sistema respiratorio, como el adenovirus, la influenza y el
sincipial, pueden exacerbar crisis asmáticas.
El
neumólogo Ricardo Mosquera recomienda vacunarse contra la influenza una vez al
año y contra el neumococo, ya que esta bacteria puede provocar neumonía,
otitis, sinusitis y meningitis.
Es
esencial lavarse permanentemente las manos y mantenerse alejado de personas
infectadas. El uso del tapabocas puede considerarse en caso de convivir con
alguien que padezca uno de estos virus.