Colombia, en el abismo del saber

Por: José Luís Barragán Duarte,

En el Ranking de Shanghai 2011, que presenta las mejores 500 universidades del mundo, apenas aparecen nueve instituciones latinoamericanas, y ninguna colombiana.

Aunque centenaria, la tradición de evaluar el desempeño académico de las universidades por medio de escalafones tomó fuerza en la primera década del siglo XXI con la creación de varios listados de cobertura mundial, entre los que destaca el Academic Ranking of World Universities (ARWU), realizado por la Universidad Shanghai Jiao Tong. En su edición 2011, este presentó las 500 primeras instituciones de educación superior, con un resultado que muestra noticias poco favorables para América Latina y ni siquiera menciona a Colombia.

Este escalafón, aparecido en el 2003, evalúa la producción científica de las universidades por medio de una serie de indicadores como el presupuesto destinado para la investigación, el número de ganadores de premios Nobel y de la Medalla Field (para descubrimientos sobresalientes en matemáticas), así como la citación en publicaciones académicas, entre otros factores. A partir de esta información produce el listado, en el que el liderazgo continúa siendo de las universidades de las principales potencias mundiales, especialmente las que integran el G7 (USA, Japón, Francia, Alemania, Inglaterra, Canadá e Italia).

En efecto, el ranking ratifica el poderío de la educación superior de Estados Unidos, que ubica a 53 de sus instituciones entre los 100 primeros lugares, 8 entre los 10 y 4 entre los 5. Luego aparecen países como Inglaterra, Alemania, Canadá, Australia, Japón, Francia e Italia. En contraste, de América Latina solo se registran nueve instituciones: siete de Brasil (Universidad de Sao Paulo, Universidad Estatal de Campinas, Universidad Federal de Minas Gerais, Universidad Federal de Río de Janeiro, Universidad Estatal de Sao Paulo, Universidad Estatal de Rio Grande Do Sul y Universidad Federal de Sao Paulo), una de México (Universidad Nacional Autónoma de México) y otra de Argentina (Universidad de Buenos Aires).

Para Colombia, el ARWU es meramente enunciativo porque ninguna de sus universidades aparece en dicho listado. A la hora de evaluar las potenciales causas de esta situación, aparece como primera y fundamental el presupuesto que destina cada Estado para los sistemas de educación y de ciencia y tecnología.

Educación
En el primer ámbito, el indicador base es el gasto público en educación como porcentaje del PIB, que mide el gasto corriente y de capital del Gobierno en instituciones públicas y privadas. En el 2007, según cifras del Instituto de Estadísticas de la Unesco, mientras en Colombia se alcanzaba el 4,1%, en Estados Unidos llegaba a 5,5%, en Canadá a 4,9% y en Alemania a 4,5%. Comparado con las naciones latinas que aparecen en el listado ARWU 2011, la desventaja es evidente ya que en Brasil era de 5,1%, en Argentina de 4,9% y en México de 4,8%.

Esta diferencia es abismal, si se tiene en cuenta que el PIB anual de la mayoría de los países de primer mundo supera el billón de dólares y hasta el trillón, como en la Unión Americana, mientras el de Colombia, en ese año, llegaba a 207.410 millones.

Otro indicador que deja en evidencia la brecha es el gasto por alumno del nivel terciario como porcentaje del PIB per cápita. En términos porcentuales, en el b2006 Colombia alcanzaba el 19,6%, Estados Unidos el 25%, Francia el 33,3% y Reino Unido el 28,8%, por citar solo a tres países del G7. Se superó a Argentina que llegó a 14,2% y fue inferior a México, con 35,3%.

Sin embargo, a la hora de evaluar el impacto en valores absolutos, nuevamente la brecha es superior. Mientras en Colombia el PIB per cápita en el 2006 era de USD$ 3.725, en Estados Unidos era de USD$ 44.663, en Inglaterra de USD$ 40.329, en Francia de USD$ 35.558, en México de UD$ 9.137 y en Argentina de USD$ 5.474. Por ende, a la hora de establecer el real ingreso por alumno en la educación superior, el país se encuentra muy por debajo de los otros mencionados.

Ciencia y tecnología
En el campo de la producción de valor agregado al conocimiento académico, Colombia se encuentra también en desventaja frente a los otros países. Así se observa al mostrar el indicador estrella de la inversión en Investigación y Desarrollo (I+D), como porcentaje del PIB: en el 2007 invirtió 0,16%, mientras Japón 3,44%, Estados Unidos 2,72%, Alemania 2,54% y Canadá 1,90%.

Frente a los países latinoamericanos, Colombia estuvo por debajo de México (0,37%), Argentina (0,51%), y Brasil (1,10%). Teniendo en cuenta los valores absolutos del PIB, nuevamente la diferencia es notable. Por ejemplo, si el país quisiera igualar a Alemania, debería invertir el 44,44% del total del PIB; a Estados Unidos, el 210%; a Brasil, el 6,7%, y a Argentina, el 0,61%.

Al mirar el histórico de la primera década del presente siglo, publicado por el Observatorio Colombiano de Ciencia y Tecnología (OCyT), la inversión colombiana en I+D se ha mantenido entre 0,106% en el 2000 y 0,160% en el 2010. Y aunque el Gobierno del Presidente Santos anunció que destinaría el 10% de las regalías para este rubro (en el 2010 alcanzaron los 6 billones de pesos), el incremento apenas se acercaría al 0,4%.

Otro indicador que ahonda la diferencia es el número de investigadores dedicados a I+D por cada millón de habitantes1. En el 2006, en Colombia había 151, mientras que Argentina tenía 8.960, Estados Unidos 4.663, Francia 3.440, Alemania 3.392 y Brasil 629. Si se tiene en cuenta el total de la población nacional en ese año (43.704.486 habitantes), se alcanzaba un total de 6.493 investigadores, mientras que los países mencionados, con mayor población –salvo Argentina– sumaban más personas en este campo, así: Estados Unidos 1.389.574, Alemania, 278.144 investigadores, Francia 209.840, Brasil 118.252 y Argentina 34.944.

Una tercera variable son las exportaciones de alta tecnología, que en el 2009 alcanzaban los USD$ 466 millones, cifra evidentemente inferior con respecto a Alemania (USD$ 142.449 millones), Estados Unidos (USD$ 141.518 millones), Francia (USD$ 83.826 millones), México (USD$ 37.353 millones), Brasil (USD$ 8.315 millones) y Argentina (USD$ 1.548 millones).

Frente a este problema estructural, la meta del Gobierno de cambiar el estatus de país periférico que tiene Colombia, para insertarlo en el primer mundo, debe empezar por plantear un cambio profundo en la escala de inversión para estos sectores, tema que no se refleja en el proyecto de reforma de la Ley 30 de 1992, que pronto será radicado ante el Legislativo.

1 División de Población de las Naciones Unidas. Perspectivas de la Población Mundial: Revisión de 2008 y Revisión de 2006, Eurostat, oficinas estadísticas nacionales y estimaciones del personal del Banco Mundial a partir de diversas fuentes, como informes de censos, oficinas estadísticas nacionales, Perspectivas de la Población Mundial y encuestas a los hogares realizadas por los organismos nacionales y Macro International.



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UN Periodico Impreso No. 148