Las fallas en la atención de
una mujer embarazada a la que le hicieron cambiar tres veces de médico y que
terminaron en la muerte del bebé durante el parto tienen que ser asumidas por
el Instituto de Seguro Social (ISS) y una clínica particular de Sincelejo
(Sucre), contratada por la entidad pública para atender a la paciente.
El caso ocurrió en 1996. La
paciente fue atendida por un especialista del ISS, quien le advirtió que por su
edad y la posición del feto en el vientre podría correr riesgos en el parto y
le recomendó que este debía ser por cesárea y no podía
pasar de la semana 37 del embarazo.
La entidad debió cambiar de
galeno y le asignó otro que corroboró el diagnóstico. Pero ante la
desvinculación de los especialistas, la paciente fue remitida a una clínica
particular. El médico desechó los dictámenes y dijo que tomaría una decisión
hasta la semana 39 del embarazo. El bebé nació muerto.
REDACCIÓN JUSTICIA