Dejarse Llevar Por Lo Barato Y Descuidar La Preparación, Dos Costumbres Riesgosas Claves Para Evitar Intoxicaciones

REDACCIÓN SALUD En Bogotá la mayor cantidad de enfermedades transmitidas por alimentos no se adquiere en la calle “sino en la casa”, dice María Cristina Prieto, referente en seguridad alimentaria de la Secretaría Distrital de Salud.

Prieto asegura que las costumbres de la mayoría de las personas al comprar, almacenar y preparar los alimentos son mucho más riesgosas de lo que se cree. Estas son las más frecuentes: Ir sólo por lo barato: en el afán por adquirir lo más económico, la gente descuida la revisión de aspectos básicos en los alimentos, como la forma en que están conservados o almacenados, y si tienen etiquetas o no. De hecho, ni siquiera se preocupan por buscar la fecha de vencimiento.

Poca limpieza: empleados, estantes y utensilios de sitios donde se compre deben estar limpios; ese es otro aspecto que se pasa por alto.

No almacenar a tiempo: pasear en carro por la ciudad con las bolsas del mercado es una costumbre recurrente y riesgosa, porque rompe la cadena de frío de los alimentos.

No refrigerar: en estas fiestas se tiene la costumbre de preparar la comida muy temprano para servirla muchas horas después, incluidas las ensaladas con salsas como la mayonesa. Estas no pueden permanecer más de dos horas a temperatura ambiente, porque promueven el crecimiento de bacterias.

Las siguientes son recomendaciones formuladas por la Organización Mundial de la Salud y la Clínica Mayo (E.U.) para la manipulación, preparación y almacenamiento de los alimentos (ver recuadros).

Fotos: Jupiter.

LA LIMPIEZA ES MUY IMPORTANTE.

Lave a menudo sus manos, los utensilios y los sitios que usa para preparar alimentos; así evita el paso de bacterias de una superficie a otra. Lave sus manos con agua tibia jabonosa antes de manipular o preparar la comida, sobre todo las carnes crudas, los mariscos y los huevos. Luego use agua caliente jabonosa para lavar los utensilios, las tablas de picar y otras superficies que use.

Jupiter.

COCINE BIEN SUS COMIDAS.

El fogón es su mejor aliado contra los alimentos contaminados, así que prepare todo a una temperatura segura.

La mejor manera de saber si una carne de res, un pollo, un pescado o unos huevos se están cocinando a una temperatura realmente adecuada es usar un termómetro de cocina. Se pueden destruir los organismos peligrosos de la mayoría de los alimentos cociéndolos a entre 60 y 74 grados centígrados.

SEPARE LO CRUDO DE LO QUE TIENE LISTO PARA COMER.

Cuando compre, prepare o almacene alimentos, mantenga apartados la carne cruda, las aves, el pescado y los mariscos del resto del mercado. Esto previene la contaminación cruzada de una comida a otra.

Al almacenar y guardar siga pautas sencillas como estas: separe la carne y las aves del resto de las compras; envuelva bien la carne cruda en bolsas de plástico para que los jugos no contaminen otros alimentos y guárdela en la parte inferior de la nevera; use tablas y cuchillos para picar separadas para carne cruda y otros alimentos como panes y vegetales; utilice un plato para las carnes crudas y use otro cuando estén cocidas.

PROCESE TODO LO PERECEDERO LO ANTES POSIBLE.

Refrigere o congele los alimentos perecederos dentro de las dos horas de haberlos adquirido o preparado. Si la temperatura ambiente supera los 32 grados centígrados, refrigere todo lo anterior dentro de la hora.

Congele carnes, pescados y mariscos dentro de los dos días siguientes, a menos que piense comerlos antes.

Es especialmente importante la conservación de los huevos y de las comidas preparadas con ellos en la nevera.

Los alimentos elaborados con huevo crudo deben consumirse inmediatamente tras su preparación; los restos es mejor desecharlos.

DESCONGELE LOS.

ALIMENTOS CON CUIDADO.

Si tiene horno microondas utilice el punto ‘descongelar’ o ‘50 por ciento de la potencia’ para evitar que los bordes del alimento se cocinen y el resto quede helado.

Si la carne, las aves o el pescado están cortados en pedazos, sepárelos al descongelar para que ninguna zona quede congelada.

Si va a usar agua fría para descongelar, ponga los alimentos en un envase sellado o en una bolsa plástica. Luego sumérjala en agua fría y cambie el líquido cada 30 minutos.

Cocine la comida después de descongelarla y no recongele lo que sobre.

REVISE DÓNDE Y CON QUÉ GUARDA LOS ALIMENTOS.

No guarde en la despensa o en los armarios alimentos con productos de limpieza. No use envases de alimentos para almacenar químicos de ningún tipo.

La mayoría de las intoxicaciones por estos productos se deben a las equivocaciones que se generan.

ALGUNOS DEBEN SER MÁS PRECAVIDOS.

Lo ideal es que bebés, niños pequeños, embarazadas, ancianos y personas con sistemas inmunológicos débiles eviten comer carnes, mariscos y huevos crudos o poco cocidos y alimentos que puedan contenerlos. Estas personas están en un riesgo mayor de intoxicación.

SEA PRECAVIDO CUANDO SIRVA LA COMIDA.

Las bacterias dañinas pueden reproducirse con rapidez cuando la comida preparada permanece sin la temperatura correcta, especialmente durante los servicios de lunch o reuniones al aire libre.

Si una comida fría tiene que estar afuera por más de dos horas, ponga una bandeja de hielo debajo de ella para mantenerla fría. Tenga presente que es necesario reemplazar el hielo a medida que se derrita.

Si una comida caliente debe estar afuera por más de dos horas, utilice bandejas que mantengan el calor, calentadores o calientaplatos para mantener la temperatura correcta.

si va a comprar.

Prefiera sitios conocidos y confiables, en los que primen la limpieza y el orden.

Las carnes, las leches y sus derivados deben mantener la cadena de frío: no compre en carros o puestos ambulantes, por mucho hielo que tengan.

Revise los empaques; cerciórese de que no hay fisuras ni fugas ni deterioro que faciliten la contaminación del producto.

Verifique que los productos tienen etiquetas y rótulos con nombre del producto, fabricante, fecha de vencimiento, registro sanitario, modo de uso y modo de conservación.