Con infecciones bacterianas resultaron ocho personas operadas de cataratas en una clínica de Bogotá

Álvaro Cuervo, de 75 años, se volvió inseguro luego de los hechos. al la derecha, la sede de la clínica donde fueron operados.

La Secretaría de Salud del Distrito abrió investigación formal contra una clínica de oftalmología Ofticentro Internacional, por fallas en el proceso de la intervención quirúrgica de los afectados.

El 18 de noviembre del año pasado Álvaro Cuervo fue a que le curaran la catarata del ojo izquierdo y terminó ciego. Tiene 75 años y tuvo que recibir terapia psicológica para soportar el viacrucis que le ha tocado vivir durante los últimos meses por causa de una infección bacteriana que adquirió mientras lo operaban y que le hizo perder la visión.

Por este hecho, la Secretaría de Salud del Distrito abrió investigación formal contra la clínica Ofticentro Internacional, donde él y otras siete personas fueron operadas de cataratas el mismo día, debido a fallas en el proceso de seguridad de la sala de cirugía.

Todos resultaron contaminados con una bacteria que les afectó la vista y a dos de ellos, particularmente, les causó la pérdida del ojo intervenido.

Un dolor agudo

Don Álvaro salió a las ocho de la noche de la cirugía. "A la medianoche me comenzó un dolor insoportable", recuerda. Al día siguiente su hija, Luz Dary Cuervo, le retiró el vendaje para aplicarle unas gotas y observó que el ojo de su papá estaba más rojo de lo normal. "Me dijo que tenía un dolor muy agudo y que no veía nada", afirma .

Lo llevó al control con el oftalmólogo que lo trató y se encontró con que todos los pacientes tenían síntomas similares a los de su papá, pero dos, particularmente, fiebre alta, inflamación y vómito.

Después de varios controles médicos, un retinólogo que los vio fue honesto con ellos y les dijo que iban a perder la visión y que tenían que hacerse otra cirugía.

El diagnóstico: endoftalmitis, una infección del globo ocular producida por la bacteria Moraxella.

Los ocho fueron remitidos a diferentes centros hospitalarios para el tratamiento quirúrgico y en uno de ellos, los médicos les manifestaron que se hicieran a la idea de perder el ojo. Doña Silvia Helena Gómez y doña Beatriz Muñoz de León sí lo perdieron.

Don Álvaro no recuperó la visión, al igual que José Luis Calderón, de 45 años, otro de los afectados. "Yo sentí mucho dolor después de la cirugía y me continuó hasta el viernes. Nos dijeron que teníamos una bacteria intrahospitalaria", cuenta José.

Fue remitido a una clínica y duró hospitalizado casi 20 días. "El 15 de febrero me operaron el ojo derecho y me dictaminaron que había perdido totalmente la visión por este", agrega.

Él se dedicaba a las ventas. Tuvo que dejar su trabajo por su dificultad visual pues, además, tampoco tiene buena visión por el otro ojo. Ya ninguna empresa lo recibe. "No sé que vaya a pasar con nosotros y esto nos tiene psicológicamente muy afectados... se supone que con la cirugía íbamos a mejorar", indica.

Demandas

Según Hárold Penagos, abogado de los ocho pacientes, sus representados han entrado en depresiones agudas y la mayoría está recibiendo tratamiento psicológico.

"Vamos a iniciar una demanda de reparación en contra de Opticentro y de la Nueva EPS, pues ésta es jurídicamente la responsable de la salud de sus afiliados. Hemos pasado varios derechos de petición para que nos aclaren qué paso y respondan por los hechos", afirmó Penagos.

Incluso -dice- puso una queja ante la Procuraduría y la Superintencia Nacional de Salud por este caso.

EL TIEMPO intentó comunicarse varias veces con la gerente de Opticentro Internacional pero no obtuvo respuesta. Hasta el momento se conoce que la clínica adoptó las medidas necesarias para que esto no vuelva a ocurrir y que en su momento le responderá a las personas afectadas.

La Nueva EPS se referiría hoy al tema.

Investigación podría terminar con cierre definitivo de la clínica

La Secretaría Distrital de Salud consideró que Opticentro Internacional incurrió en fallas durante el proceso de preparación de la sala donde los pacientes fueron operados de cataratas.

"Culminó la parte preliminar de la investigación, que iniciamos en noviembre, y encontramos que sí hay méritos para hacerlo ahora formalmente. Estimamos que hubo un brote epidémico bacteriano por falla en el proceso de seguridad de la sala de cirugía", afirmó Herman Redondo Gómez, director de Desarrollo de Servicios de Salud de la Secretaría.

La investigación, que puede tardar varios meses, puede terminar en una sanción de tipo pecuniario o en el cierre definitivo de la clínica.

Redondo aclaró que no hubo fallas en el actuar médico y que pese a que la Clínica ha intentado subsanar lo ocurrido, la investigación va a continuar.

Un hecho similar se presentó hace cuatro años cuando la Clínica David Restrepo fue cerrada por un foco de infección por Adenovirus, que causó la muerte de varios niños.

REDACCIÓN BOGOTÁ