Aunque la circuncisión masculina es una práctica milenaria, desde el punto
de vista religioso, y una vieja conocida en el campo de la medicina, acaba de
volver a los titulares por cuenta de un reciente pronunciamiento de la Academia
Estadounidense de Pediatría, según el cual este procedimiento aporta más
beneficios que riesgos para la salud. (Vea en qué consiste la circuncisión).
Los pediatras de ese país, que desde 1999 adoptaron una postura neutra (ni a
a favor ni en contra) frente a esta cirugía que se
practica en cerca del 55 por ciento de los varones recién nacidos de ese país,
reconocen, entre sus potenciales efectos, la reducción en el riesgo de
infecciones urinarias, de desarrollar cáncer de pene en la adultez y de
contraer males de transmisión sexual, como el VIH, que causa el sida.
La postura a favor de este procedimiento, que consiste en el corte del
prepucio de los bebés (véase gráfico), se dio a conocer en la revista Pediatrics apenas unos días después de que un estudio de la
Universidad de Johns Hopkins
(publicado en revista Archives of Pediatric
Medicine) advirtió que cada circuncisión que no se haga causará, en el futuro,
un costo adicional de 313 dólares por persona en el tratamiento de los males
que se generarían.
Bueno, hay que aclarar que con lo dicho los pediatras de Estados Unidos -que
son un punto de referencia en buena parte del mundo- no están proponiendo la circuncisión
general de todos los recién nacidos, pero sí la avalan, previo consenso con los
padres.
Una posición más radical les aseguraría quedar en el centro de agrios
debates, como el promovido por el llamado movimiento "intactivista",
que lleva años buscando su prohibición por considerarla una especie de
mutilación. Tampoco serían bien vistos por sus colegas de Europa, un continente
donde el procedimiento solo está sujeto a indicaciones estrictas. De acuerdo
con Hernán Aponte, jefe del Servicio de Urología del Hospital San José, de
Bogotá, "lo mismo ocurre en Colombia; aquí somos conservadores frente a la
circuncisión, de hecho solo la recomendamos a quien realmente la
necesita".
En cuanto a su práctica en recién nacidos, Eduardo Llinás,
director de la sección de Urología Pediátrica de la Sociedad Colombiana de
Urología, sostiene que antes de someterlos a esta cirugía, conviene tener en
cuenta que aunque todos los niños nacen con el anillo del prepucio estrecho,
este se abre solo al cabo de unos años, en casi todos los casos. Según Aponte,
solo el 10 por ciento de los niños pequeños necesitan cirugía para corregir
esta estrechez, que puede originar infecciones.
Herramienta contra el sida
En la Conferencia Internacional sobre Sida, celebrada en julio en Washington,
se expusieron varios trabajos hechos en África según los cuales la circuncisión
puede contarse como una herramienta eficaz para reducir la transmisión del VIH.
"Hemos hecho tres experimentos en Kenia, Ruanda y Sudáfrica que han
demostrado que proporciona un efecto protector contra la adquisición del virus
(...) En Kenia se habla de una reducción de hasta el 70 por ciento", dijo Karin Hatzold, médica de Zimbaue. El urólogo Hernán Aponte advierte que "ese
impacto solo se ve en poblaciones donde hay alto riesgo de sida, como las
africanas; en las demás, el impacto no varía".
Estos son algunos casos en que se indica la cirugía:
Fimosis: se da cuando el prepucio presenta un "anillo
fibroso" que impide que éste pueda retraerse y descubrirse el glande; esto
suele ocasionar infecciones bajo el prepucio sobrante.
Balanitis a repetición: es una infección o inflamación de
la piel que recubre la cabeza (glande) del pene; suele ser causada por una
higiene deficiente. Es más común en hombres incircuncisos.
Condilomatosis peneanas: esta enfermedad es causada por el virus
del papiloma humano (VPH), que se transmite por vía sexual. Cuando las verrugas
que pueden aparecer en el glande y el prepucio están muy extendidas, la cirugía
es necesaria.
Cáncer de pene: la circuncisión suele recomendarse como
parte del tratamiento de estos cánceres, dependiendo de su ubicación y
extensión.
Por religión: los judíos circuncidan a los varones, a los
ocho días de nacidos. También es una práctica común entre musulmanes.
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REDACCIÓN SALUD