Felice Grimoldi,
director de Comfenalco Valle, escribió la semana
pasada una columna en la que responsabiliza a los gobiernos de los actuales
escándalos que afectan al sistema de salud en Colombia.
Grimoldi pretende que creamos que las EPS, que han
sido señaladas desde la propia Presidencia de
Y remata su increíble escrito con una frase de cajón: “No somos parte del
problema, somos parte de la solución”. Pero se trata de un ardid, para desviar
la atención. Pues Grimoldi preside una de las EPS
cuestionadas y no quiere que sobre él se pose la mirada escrutadora de la
ciudadanía.
Los hechos son tozudos y ninguna avivatada podrá
sacar a Comfenalco Valle del lío en que se encuentra.
Debe saberse que esta entidad es una de las 14 empresas afiliadas a Acemi, la asociación de empresas de medicina integral, que
han sido denunciadas por confabularse para evitar prestar los servicios de
salud a sus afiliados, por hacer recobros fraudulentos al Fosyga
y por sobrefacturar medicamentos.
Y la denuncia no procede de algún senador de la izquierda o de un
periodiquillo de escasa circulación, sino de la propia Superintendencia de
Industria y Comercio. De acuerdo con esta entidad de vigilancia “el
Superintendente Delegado para
En otras palabras, que estas EPS son parte del problema, o mejor, son el
problema, ni de lejos la solución. Varias son las acusaciones. El primer lugar,
en criterio del Delegado, estas EPS afectaron la cobertura del POS del régimen
contributivo (POS-C) con el fin de limitar y negar ciertos servicios de salud.
En segundo lugar, se probó que la información entregada era previamente
manipulada, impidiendo la debida transparencia en el mercado de aseguramiento
en salud.
Y, en tercer lugar se demostró que las EPS recobraron ante el Fosyga los valores por los servicios prestados, obteniendo
de esta forma ingresos adicionales por este concepto, cuando los mismos estaban
incluidos en
Así, el buen nombre de las Cajas de Compensación ha sido enlodado por Comfenalco Valle. Por fortuna tenemos otra Caja de Compensación
que no está envuelta en estos torcidos. ¿Seguirá diciendo Grimoldi,
con cinismo, que “son parte de la solución”?