Polémica por las cifras de homicidios



Redacción de El País

La Policía Nacional dice que Cali es la segunda ciudad del país donde más asesinatos ocurrieron durante el 2009.
Preocupación. Cali libra una dura batalla para disminuir en este 2010 los homicidios, en su mayoría relacionados con venganzas e intolerancia.

El alcalde Jorge Iván Ospina cuestionó ayer las cifras entregadas por la Policía Nacional, según las cuales en Cali, el año pasado, se cometieron 1.615 homicidios, cifra que sitúa a la capital del Valle como la segunda ciudad del país con mayor número de homicidios, sólo superada por Bogotá.

“Esas cifras deben estar erradas. Nosotros no estamos por encima de Medellín”, señaló el burgomaestre.

Las estadísticas cuestionadas por Ospina están contenidas en un informe presentado por el general Orlando Páez Barón, director de Seguridad Ciudadana de la Policía Nacional. De acuerdo con ese estudio, Medellín registró 1.432 homicidios durante el año que acaba de culminar, situándose como la tercera ciudad más violenta del país, con 183 casos menos que Cali.

Bogotá, que de acuerdo con el Instituto Nacional de Medicina Legal, registró 1.628 muertes violentas superando ligeramente a Cali, fue la capital del país en donde más muertes violentas ocurrieron. Pero en relación con el número de habitantes, la situación en Cali fue mucho más delicada, puesto que la población de la ciudad es menos de la tercera parte de la de Bogotá.

Sin embargo, el alcalde Ospina salió al paso de las críticas y le reclamó mayor atención al Gobierno Nacional. “En la lucha contra el crimen lo primero que hay que hacer es no ocultar los datos exactos, porque eso no permite observar la magnitud del problema”, explicó el Alcalde.

Agregó que, “sin duda en las tres ciudades las cifras de muertes violentas son espeluznantes, por eso pedimos que los recursos del orden nacional migren a las regiones, dado que es en estos territorios donde más se irrespeta la vida”.

El Mandatario fue enfático al afirmar que son el narcotráfico y la debilidad del aparato de Justicia, las causas directas de estos resultados. Por eso pidió que los recursos del Plan Colombia y la lucha contra las drogas, se orienten hacia Cali.

“Vamos a armar bloques de vida, que son grupos interdisciplinarios que intervienen los ciclos de violencia. Apoyaremos la idea del presidente Uribe de integrar unos 3.000 jóvenes de estratos populares y en alto riesgo a la Policía como auxiliares y vamos a convocar una alta participación de la comunidad para la elaboración de los mapas de riesgo de la ciudad, así como conseguir recursos para extender el Plan Desarme”, explicó el Alcalde como medidas de control en el entorno local.

Las cifras divulgadas por los medios de comunicación sorprendieron al propio comandante de la Policía Metropolitana de Cali, general Miguel Ángel Bojacá, quien sostuvo que Medellín vivió una situación más crítica de seguridad.

No obstante, el general Bojacá admitió que en la capital del Valle hubo un incremento en los homicidios, atribuido a la intolerancia y la tendencia de los caleños de resolver los conflictos por la fuerza.

 

El secretario de Gobierno Departamental, Víctor Manuel Salcedo, reiteró que la presencia militar en comunas críticas puede ayudar a disminuir los homicidios.

“En un domingo al amanecer se conocen 150 riñas en promedio, de diez muertos que se presenten la mitad son por riñas, el 31 de diciembre conocimos 475 riñas. Hay exceso de licor, venganzas. Creo que hay que actuar mucho en prevención social, en oportunidades laborales, en la justicia restaurativa”.

Según la Policía, el 63% de los homicidios se producen por problemas de convivencia.

El oficial recalcó que está demostrado en el mundo que “no sólo la presencia policial evita los homicidios, lo puede aplazar en ciertas zonas porque son problemas que necesitan una acción multisectorial”.

Entre tanto, el representante a la Cámara Roy Barreras manifestó que las cifras lo que indican es que la Política de Seguridad Democrática debe enfocarse en los perímetros urbanos.

“Esta es la nueva prioridad nacional. Hay que reorientar los recursos, privilegiando a la Policía sobre el Ejército, que haya menos helicópteros Black Hawck y más uniformados en las calles, más cámaras de seguridad y menos soldados”.

Por último, el diputado Antonio Ospina recalcó que la problemática debe ser resuelta con inversión social “que posibilite el empleo. Las megaobras pueden reactivar la economía, porque no puede haber un policía para cada ciudadano”.

En pocas palabras

"Es preocupante que en Cali hay mucha gente armada. Creo que hay que revisar las medidas de seguridad. El Ejército debe apoyar operativos realizados por la Policía”. Víctor Manuel Salcedo

Resultados a plazos

·  La secretaria de Gobierno, Eliana Salamanca, reiteró que “Cali no perdió el año en materia de homicidios. Si no hubiéramos adoptado medidas desde el principio del 2009 el incremento en las cifras sería mayor. Hemos implementado estrategias que están dando resultados que serán a largo plazo”.

·  La funcionaria destacó la efectividad del Plan Desarme y la Ley Zanahoria. Pero enfatizó en que la intolerancia sólo puede ser combatida con ayuda de la ciudadanía.

·  Necesitamos más participación de los caleños”, reiteró la señora Salamanca.