En parroquia. Por: Beatriz López
El caos de la salud
Mayo 05 de 2010

Faltan escasos cien días para finalizar el gobierno de Uribe, y los augurios de analistas tan serios como Alejandro Gaviria, decano de Economía de los Andes, sobre la situación de ‘olla raspada’ en que quedan las finanzas públicas, son escalofriantes.

***

Y mientras los candidatos cumplen una maratónica agenda por todo el país, hacen reingeniería a sus campañas importando asesores cuestionados; pagando costosísimas cuñas donde prometen ríos de miel, con qué plata, si el país está hipotecado a 20 años; unos y otros son víctimas de la guerra sucia, ninguno ha planteado seriamente en qué forma se va a rescatar el sistema de salud, hoy en cuidados intensivos.

***

En vista de que la emergencia social ha sido satanizada por tirios y troyanos, no dejó de sorprenderme la visión que tiene una médica jovencita, egresada de la Universidad Libre y especialista en medicina interna de Univalle, cuando señaló en una reunión social que “la emergencia también buscaba poner freno a ciertos abusos de usuarios que bajo figura de las tutelas lograban obtener del sistema de salud beneficios casi impagables”.

***

-¿Cómo cuáles?-, le pregunté a la doctora Salazar, quien además de ser una excelente médica, dicta cátedra en varias universidades. Ella recuerda los siguientes: “Un ascensor instalado en la residencia (bajo la justificación de no poder usar escaleras), ambulancia disponible 24 horas, camas eléctricas que en ocasiones no disponen ni las mismas clínicas, servicio de hospitalización en casa de por vida con enfermera permanente 24 horas”. ¡Hágame el favor!

***

Agregó que “muchos usuarios con altísimo poder adquisitivo que viven en mansiones, vacacionan en Europa, cada vez que se les formula un medicamento ‘costoso’ de $100 mil mensuales, logran que éste sea asumido por la EPS respectiva, casi exigiendo como un derecho que les sea devuelto lo que han cotizado mensualmente”.

***

Considera ella que la emergencia sí tiene sus más y sus menos, pero que hay cuatro decretos importantes que deberían ser tenidos en cuenta hacia el futuro: l) La liberación de recursos de los saldos excedentes del Situado Fiscal y del Sistema General de Participaciones-Aportes Patronales que permitan financiar la atención a la población pobre no asegurada y los eventos no cubiertos por el Pos del Régimen subsidiado. 2) Incremento en la prima de riesgo de cubrimiento para los accidentes del Soat, que pasará de 800 a 1.100 salarios mínimos.

***

El 3) busca disminuir los tiempos de conciliación en discusiones que se encuentren activas al interior del sector de la salud, es decir, es la forma de agilizar los pagos de las EPS a las instituciones prestadoras de salud (IPS) y, el 4) aumento de la tasa impositiva a la cerveza y a los juegos de azar para financiar la salud, tan importante este último que la Corte lo dejó vigente hasta diciembre del 2010.

***

Fueron tan juiciosos los conceptos de la doctora Salazar sobre temas tan álgidos como la Ley 100 y el alto costo de las medicinas en Colombia, y la peregrina solución de Minprotección de importarlas en lugar de poner en cintura a los laboratorios, que estoy segura de que ninguno de los asesores de los nueve candidatos a la Presidencia tiene respuestas tan claras sobre el caos en que se encuentra la salud en Colombia, y al cual, si no le ponen remedio desde ahora, llegaremos en la era post Uribe, a una verdadera hecatombe social.