La Alcaldía de Cali adelantará varios proyectos
para mitigar la contaminación en la ciudad que tendrán, entre otras, apoyo de
organizaciones como el Banco Mundial y la WWF.
Un caleño produce anualmente 2.2 toneladas de dióxido de carbono. Lo
hace al consumir agua, energía, papel, además de otras actividades que se
constituyen como fundamentales para su supervivencia.
Ese es el índice
de la huella de carbono caleña (impacto que genera una persona sobre el planeta
durante su vida cotidiana) según lo reveló el Dagma
durante la celebración del Día Mundial del Medio Ambiente.
Se trata de un indicador que, de acuerdo con Beatriz Orozco, directora
de la entidad, “se encuentra en el rango promedio mundial de las grandes
ciudad, sin embargo debemos trabajar en reducir y compensar los impactos de
contaminación generados”.
Para ello, la
Alcaldía de Cali adelantará varios proyectos para mitigar la contaminación en
la ciudad que tendrán, entre otras, apoyo de organizaciones como el Banco
Mundial y la WWF.
El primero de ellos se aplicará en el marco de los Juegos Mundiales, que
se realizarán del 25 de julio al 4 de agosto de 2013 y se trata de una
estrategia para que los extranjeros que visitarán la ciudad hagan aportes
económicos voluntarios por la huella de carbono que marquen durante su estadía.
“Lo que hicimos fue desarrollar un software en compañía de la
Universidad Autónoma de Occidente para poder hacer la medición. Se instalarán
siete puntos en la ciudad para que voluntariamente conozcan su huella de
carbono y sus aportes pasarán a un fondo común que servirá para proyectos de
compensación ambiental”, dijo la Directora del Dagma.
Simultáneamente,
se gestionará la alianza con la empresas industriales
de la región para implementar el sello de Carbono Neutro, con el que se buscará
dar valor agregado a productos hechos de forma amigable con el ambiente en la
industria regional, a cambio de inversiones ambientales para Cali.
“La Andi nos ha manifestado su gran interés por desarrollar proyectos a
través de un fondo de financiación común, como un bosque urbano en el Oriente y
tal vez la recuperación del Cerro de las Tres Cruces. En un año estaríamos
aplicándolo”, dijo Beatriz Orozco.