Buena agua e higiene, claves para
cuidar el estómago y evitar problemas gastrointestinales
Limpiar
y tapar los tanques de reserva de agua puede evitar dolencias gástricas.
Durante
las temporadas de lluvias, como la que está atravesando en este momento el
país, además de las consabidas inundaciones y deslizamientos, usualmente se
disparan los problemas gastrointestinales. La acumulación de aguas negras y los
taponamientos y contaminación en los acueductos por la cantidad de sedimento,
son algunas de las causas.
Pero
la falta de buenas prácticas de higiene, los alimentos contaminados y la
condición de salud de las personas también influyen en su aparición. Un
individuo con desnutrición, por ejemplo, tiende a sufrir más graves consecuencias
de esta enfermedad.
Este
tipo de dolencias se conocen como enteritis bacterianas, que son inflamaciones
del estómago e intestinos causadas por bacterias.
Aunque
las hay de distintos tipos, con algunas diferencias en sus síntomas, todas
estas bacterias tienen algo en común: la diarrea.
Salmonella, E.Coli
Y Shigella son algunas de las más frecuentes.
"Como
Colombia está dentro de la franja de pobreza del mundo, hay muchas muertes por
enfermedades diarreicas agravadas por la desnutrición", explica el médico
gastroenterólogo William Otero.
Cifras
del Instituto Nacional de Salud (INS) indican que aunque desde el 2005 se ha
disminuido la incidencia de mortalidad por enfermedades diarreicas agudas (EDA)
entre menores de cinco años (se pasó de 6 por cada 100.000 menores de 5 años en
el
"El
país ha ido mejorando en el tema, pero es importante insistir en que hay que
seguir trabajando en la calidad del líquido y las prácticas de higiene, porque
de nada sirve tener agua potable en malas condiciones de almacenamiento",
dice Juan Gonzalo López, director del INS.
"A
veces la gente no dispone del agua 24 horas y por eso la almacena de manera
inadecuada, o no tiene las suficientes medidas de higiene y eso propicia la
transmisión de enfermedades", indica.
Además,
en varios brotes de estas dolencias "uno evidencia que en el país todavía
no hay una cultura de procesar los alimentos o que se procesan en condiciones
no muy higiénicas, como en un tablón al aire libre, y no en una cocina",
señala.
Hacer
un mejor seguimiento a toda la cadena de custodia de la comida, desde que se
produce hasta que llega a la boca, también es necesario.
Hidratar
es lo más importante para tratar la diarrea
Generalmente
una intoxicación producida por bacterias pasa después de dos o tres días.
Durante este lapso lo principal es hidratar al paciente con suero, explica el
médico Fernando Sierra, director de gastroenterología de
Sierra
explica que 40 por ciento de los pacientes que padece EDA puede sufrir, como
consecuencia, de intestino irritable durante seis meses a un año. Esta es una
respuesta del sistema inmune, por el daño que produce la toxina en los nervios
del abdomen.
Durante
este periodo las personas sienten cólicos abdominales, distensión abdominal,
diarreas frecuentes y malestar al comer.
Atención
a la higiene personal
Para
prevenir las enteritis bacterianas hay que establecer algunos hábitos diarios:
Lávese
las manos con frecuencia y siempre antes de cocinar o limpiar.
Lávelas después de ir al baño y luego de tocar carne cruda.
Limpie
los platos y utensilios que han tenido algún contacto con carne de
res, de aves, pescado o huevo crudo.
No
beba agua de arroyos o pozos que no estén tratados. No coma
verduras que no han sido bien lavadas, porque son fuentes de infección.
Si
usted cuida niños pequeños, lávese las manos con frecuencia y
deseche los pañales cuidadosamente de tal manera que las bacterias no se puedan
diseminar a otras personas o superficies.
Al
viajar a sitios donde la contaminación es más probable, consuma
únicamente alimentos cocidos, frescos y calientes.
Beba
agua sólo si ha sido hervida y no consuma verduras crudas ni
frutas sin pelar.
Si
recoge agua, hágalo en recipientes con tapa, límpielos frecuentemente
y asegúrese de que tengan una llave de dispensación. No introduzca baldes que
puedan contaminar el líquido.
MARÍA
CLARA VALENCIA
ESPECIAL PARA EL TIEMPO