PARÍS (AFP) Las cámaras de bronceo que usan rayos ultravioleta A (UVA)
fueron clasificadas, junto con el cigarrillo, el arsénico y el asbesto, en la
lista de mayores amenazas de cáncer para los humanos por el Centro
Internacional de Investigación sobre el Cáncer (CIRC), agencia de la
Organización Mundial de la Salud (OMS).
La decisión se tomó tras una reunión que 20 expertos de nueve países, en
junio pasado, cuyos resultados serán publicados en la edición de agosto de la
revista médica Lancet Oncology.
Desde 1992, los rayos solares ultravioleta (A, B y C), al igual que los UVA
artificiales de lámparas, camas y cámaras, figuraban en el nivel 2 de la clasificación
del CIRC.
Pero el CIRC elevó los rayos ultravioleta a su nivel de clasificación 1
luego que el análisis concluyera que, cuando la exposición a estos comienza
antes de los 30 años, el riesgo de melanoma (la forma más agresiva de cáncer de
piel) aumenta en un 75 por ciento.
El panorama es preocupante si se tiene en cuenta que el uso de aparatos de
bronceo con rayos UVA está extendido, sobre todo en jóvenes. También se
demostró una asociación entre el bronceado artificial y el melanoma ocular.
Ajuste de normas “Publicamos resultados científicos para que las agencias
sanitarias nacionales puedan tomar las decisiones necesarias”, explicó Vincent Cogliano, del CIRC.
Los dermatólogos franceses y británicos recibieron con satisfacción la
decisión de la OMS, si bien no pidieron la prohibición de las cámaras.
“La solución no es prohibir sino informar”, declaró Georges
Reuter, del Sindicato Francés de Dermatólogos.
“Es el momento de regular el sector, evitar que niños usen las cámaras y
asegurarse de que estas cumplan con las reglas sanitarias”, dijo Nina Goad, de la Asociación Británica de Dermatólogos.
El otro peligro es el mal mantenimiento de las instalaciones”, añadió al
recordar que los tubos que producen los rayos UVA envejecen, por lo que la luz
que emiten es más peligrosa para la piel.
La Asociación de Cabinas Ultravioleta (The Sunbed Association) señaló en un
comunicado que el riesgo de desarrollar un cáncer de piel está relacionado con
una "sobreexposición" a los UVA.
“El 80 por ciento de los usuarios son conscientes del peligro de una sobreexposición a los UV y la mayoría de ellos no supera
las 20 sesiones al año”, aseguró.
“El problema es hacer conocer los riesgos ligados a ese tipo de
instalaciones y el riesgo solar en general”, resumió Reuter
al sugerir a todos aquellos que quieran una cara morenita y saludable que usen
productos autobronceadores.
La OMS ha establecido que no recomienda el uso de dispositivos de bronceo UV
con fines cosméticos. Esas camas actualmente se fabrican con mayores niveles de
UVB para imitar al Sol y acelerar el proceso de bronceado.
Archivo / EL TIEMPO