En el Reino Unido y en Estados Unidos se encendieron recientemente las
alarmas por una tendencia que se está imponiendo en los jóvenes para consumir
licor, específicamente vodka: no se lo toman, se lo riegan en los ojos,
supuestamente, para embriagarse más rápidamente.
A propósito de esta moda juvenil, conocida como ‘vodka eyeballing’,
el oftalmólogo Marcel Ávila, de
Lo que sí podría generar esta práctica, de acuerdo con este experto, es la
quema de la córnea, lo que podría conllevar a daños irreversibles en la visión.
El especialista explicó que el alcohol se usa para un procedimiento
denominado PRK (Photo Refractive
Keratectomy), pero de manera controlada.
“Considero que esto hace parte de la mitología urbana y se debe explicar a los
jóvenes que ni siquiera intenten esta práctica, ya que el dolor ocular sería
muy severo”, argumentó Ávila.
Y añadió que los riesgos de inflamación de la córnea y de infección, después
de someter los ojos a esta prácica, son muy altos y
no se obtendría el efecto sistémico del alcohol.
Antes utilizaban los tampones impregnados de licor Hace algunos años, se
impuso, también en los jóvenes, la moda de impregnar tampones de uso íntimo
femenino con alcohol.
La tendencia consistía en introducir esos elementos en el recto y en los
genitales de las jóvenes, con el objetivo de que el licor hiciera su efecto sin
dejar, por ejemplo, el aliento convencional, conocido como tufo.
En su momento, se advirtió que esa costumbre podía producir irritaciones y
problemas locales, pues aunque las mucosas de estas partes del cuerpo cumplen
con la función de absorber el alcohol, no tienen la funcionalidad orgánica para
hacerlo.
De la misma forma, los expertos descartaron que esta práctica llevara a las
personas a un estado de embriaguez