Un artículo divulgado en la última edición de la prestigiosa revista
científica The Lancet tiene
en guardia al mundo: un gen confiere a algunas bacterias una múltiple
resistencia a la mayoría de los antibióticos conocidos.
La preocupación no está dada sólo por el hecho de que la medicina tiene
pocas herramientas para combatirlas, sino porque se trata de bacterias muy
comunes y de fácil transmisión, como
De acuerdo con The Lancet,
los autores del estudio aislaron las bacterias en dos grandes centros en
Los investigadores concluyeron que en estas condiciones la presencia del gen
en las bacterias es un potencial y grave problema de salud pública, que
requiere vigilancia y atención urgente por parte de las autoridades mundiales y
locales de salud.
El asunto es tan serio que
Reportes y rumores sobre nuevos afectados empezaron a cundir. Se especula
que esta pudo ser la causa de la muerte por sobreinfección
de un hombre en Bélgica, que había visitado Pakistán (su país natal).
También se dijo que tres australianas que estuvieron en
De acuerdo con Giuseppe Cornaglia,
presidente de
Cornaglia se refirió también a algunos casos en
Grecia e Israel. “Esta es una amenaza para la salud pública, ya que las
bacterias viajan con las personas de un país a otro (...) Es muy posible que
antes de una década no existan antibióticos para tratar las nuevas infecciones,
por lo que la prioridad en el momento es controlar la propagación de las
infecciones”, adivirtió Cornaglia.
El problema ya desbordó lo sanitario y saltó al terreno político ayer, luego
de que el Ministerio de Salud de
APRENDA A USAR ESTOS FÁRMACOS .
Una de las principales causas de resistencia a los antibióticos es el mal
uso que la gente hace de ellos. Así que tenga en cuenta: No presione: buena
parte de la prescripción excesiva de antibióticos se debe a que los pacientes
les exigen a los médicos que se los receten.
No se automedique: no sirven para tratar gripas, fiebres, hinchazones ni
maluqueras.
Específicos: para cada bacteria hay un antibiótico, por eso hay que tomar el
que el médico diga, no el que le sugieran los demás.
Dosis y tiempos exactos: estos fármacos tienen cantidades que deben respetarse.
Si el médico dice 500 miligramos, cada ocho horas, son 500 miligramos, cada
ocho horas. Úselos por el tiempo exacto ordenado. No interrumpa el uso si se
siente mejor.
Una batalla que las bacterias han ido ganando.
La aparición, en 1943, de la estreptomicina constituye un hito de la
medicina, toda vez que, gracias a ella, se redujeron drásticamente las muertes
por tuberculosis.
Esta ganancia, según advierten investigadores de todo el mundo, se ha ido
perdiendo en las últimas décadas por cuenta de la aparición de cepas
tuberculosas que no responden a ningún antibiótico conocido. Este problema, que
fue detectado hace menos de cinco años en África, hoy afecta a más de 50
países. La enfermedad es tan severa, que la mitad de las personas que la contraen
(casi todas en países pobres), fallecen.
El bacilo tuberculoso fue una de las primeras bacterias asociadas a
resistencias graves. A él se han ido sumando otras, como algunos tipos de e-coli (causantes de infecciones intestinales); las klepsiellas, que causan neumonías, y algunos estreptococos.
El asunto, que es grave, ha sido advertido en otras oportunidades. En 1992 Newsweek, en una edición dedicada al tema, señaló que
13.300 pacientes internados en hospitales de Estados Unidos ese año, murieron
afectados por infecciones causadas por bacterias resistentes a todos los
antibióticos.
El problema se agrava si se tiene en cuenta que la industria farmacéutica ha
dejado de investigar nuevos antibióticos, porque no es tan rentable como
desarrollar otros fármacos.
Se fortalecen en hospitales.
Algunas de las peores bacterias han adquirido su resistencia en ambientes
hospitalarios.
Estafilococo dorado: es inmune a la penicilina y se cree que produce 19 mil
muertes anuales en Estados Unidos.
Seudomona aeruginosa: sobreinfecta principalmente la piel en pabellones de
quemados.
Estreptococo pneumoniae: es tan resistente que
sólo algunas cepas son sensibles a los fármacos.
Enterococo fecalis: si
una cepa resistente sobreinfecta a pacientes durante
una cirugía, el pronóstico es pésimo