Antes del Embarazo | Nutrición

Minprotección contempla adicionar nutrientes al arroz y, así, reducir problemas en fetos y anemia en niños y gestantes

El objetivo es adicionarle a este alimento, de fácil acceso y consumo masivo, nutrientes como hierro, ácido fólico y vitamina A.

Con el fin de aumentar el aporte de hierro, vitamina A y ácido fólico en la dieta de los colombianos, el Ministerio de la Protección Social contempla adicionar estos nutrientes a un alimento de consumo masivo en el país: el arroz.

Según cifras de la última Encuesta Nacional de la Situación Nutricional en Colombia –Ensin–, más del 30 por ciento de los niños menores de 4 años tiene anemia (el déficit de hierro es una de sus causas), cifra que en las gestantes se acerca al 45 por ciento. En cuanto a la vitamina A, esencial para la visión, el 6 por ciento de los pequeños menores de 4 años tiene déficit de este nutriente.

“Ya existe un concepto técnico de fortificar este alimento. Aunque esto afectaría a los productores, pues ellos tendrían que asumir los costos, se mostraron interesados”, afirma la nutricionista Adriana Rozo, consultora de la dirección de Salud Pública del Ministerio de la Protección Social.

Se espera que a final de año el arroz enriquecido esté disponible para el consumo. “Hay que educar a las personas para que no laven el arroz fortificado, pues se pierden los micronutrientes adicionados”, explica la nutricionista Liliana Peñaloza, profesional de la dirección de salud pública de Minprotección.

Juliana Gómez, asesora de despacho de esta cartera, indica que se pensó en el arroz, pues se trata de un alimento de fácil acceso y consumo diario para la población. “El objetivo es que en el proceso de fortificación no se deteriore la calidad de este producto ni se afecte su precio, de manera que estamos conversando con los arroceros para ver qué proponen”, acota.

Ácido fólico, clave
Está demostrado que la ingesta de ácido fólico disminuye en casi un 50 por ciento el riesgo de defectos del tubo neural del feto, anomalía congénita que afecta el desarrollo del cerebro y la médula espinal. Según el genetista Ignacio Zarante, profesor asociado del Instituto de Genética Humana de la Universidad Javeriana, cada año nacen en el país entre 800 y 900 niños con esta malformación.

“Hay tres estrategias para disminuir estos defectos: dar suplementos de ácido fólico antes del embarazo, fortificar alimentos de consumo masivo con este nutriente y hacer campañas para educar a la población sobre la importancia de consumirlo”, dice Zarante. La primera opción, insiste, no es fácil de implementar, pues más del 50 por ciento de los embarazos no se planea; es más práctico fortificar alimentos como el arroz, la pasta y el azúcar con los niveles que la mujer necesita.

“También estamos trabajando en que las mujeres se tomen el ácido fólico suplementado antes y durante el embarazo; si piensan tener un hijo, este debe consumirse al menos de tres a seis meses antes de concebir”, afirma Rozo.

En Colombia existe una norma que obliga a la fortificación de la harina de trigo con ácido fólico (además de hierro y vitaminas B1 y B2), pero “la dosis contemplada no alcanza a tener un impacto. Se necesitan 400 microgramos al día para disminuir el riesgo de tener un hijo con defectos del tubo neural”, afirma Zarante. Actualmente, se adicionan 1,54 miligramos por kilogramo, según el Invima.

La nutricionista Adriana Rozo indica que se busca evaluar el impacto de esta disposición. En Chile, donde por ley se ordena el enriquecimiento de la harina de trigo con ácido fólico, de los 240 bebés que nacían al año con la malformación, ahora la mitad de ellos la presenta.

 

Estudiantes de U. Nacional crean avena con ácido fólico
Paola Navarro, Lina Barrera y Karen Pinto, tres estudiantes de Nutrición de la Universidad Nacional, crearon en laboratorio una avena fortificada con esta vitamina del complejo B: Gestavena.

Así, las mujeres tendrán a su disposición esta bebida láctea que no solo les aportará fibra y calcio, sino un nutriente esencial cuyos beneficios para la formación del feto son poco conocidos por la población: ácido fólico.

Como parte de un proyecto académico que busca innovar con alimentos funcionales, las tres decidieron darle vida a este producto pensando en suplir deficiencias nutricionales en las gestantes. “Vimos la necesidad de fortificar un alimento con ácido fólico para que la mujer pueda consumirlo fácilmente, y la avena era una gran opción”, cuenta Paola. Para llegar a la receta ideal de esta bebida, se necesitaron jornadas extensas de trabajo en los laboratorios de la universidad, en las que una y otra vez se reformuló la composición de los ingredientes, incluso con calculadora en mano, a fin de lograr el sabor, el color, la textura y el aspecto esperados.

“Hicimos varios ensayos para que la avena fuera perfecta; hicimos modificaciones basadas en comentarios de nuestros compañeros, hasta llegar al producto”, afirma Lina.

La bebida, lista para consumir, se elaboró con avena molida y en hojuelas para aumentar el aporte de fibra.
Este grupo de estudiantes espera que la avena fortificada sea el primer paso de una gran empresa.

 

Andrea Linares Gómez

Redactora de ABC del bebé