Ansiedad: el cuerpo enciende la alarma

A veces, la ansiedad aflora por completo ante situaciones difíciles.

Miedo, preocupaciones y tensión disparan este estado emocional. No es normal que persista.

"Los estados de ansiedad son reacciones automáticas y reflejas, cuya misión es ayudarle a la gente a sobrevivir", explica la psicóloga española Luisa Belinchón.

De acuerdo con los especialistas, una persona puede experimentar dichos estados cuando conduce, cuando está por practicarse un examen médico o cuando se enfrenta a una situación importante. En esos momentos, en el ser humano se activan ciertas reacciones que lo ayudan a afrontarlas.

En el marco de estos estados de ánimo está la ansiedad, que nos ayuda a ponernos a salvo cuando lo necesitamos. Según Elia Roca, psicóloga del Hospital Clínico de Valencia (España), "es una reacción normal que nos dio la naturaleza y que se pone en marcha cuando percibimos un peligro grave e inminente".

El problema viene cuando esta ansiedad se descontrola. Por ello, es muy importante conocer cómo controlar estas situaciones y cuáles son los métodos mejores para poder utilizar este tipo de reacciones en nuestro beneficio.

¿Cómo se manifiesta este trastorno?

Los síntomas de la ansiedad son muy variados; entre los principales están:

Físicos: Taquicardia, palpitaciones, opresión en el pecho, falta de aire, temblores, sudoración, nudo en el estómago, tensión y rigidez muscular, alteraciones de la alimentación, y tensión y rigidez muscular.

Psicológicos y de conducta: Agobio, inquietud, recelos, ganas de huir o atacar, estado de alerta e hiperactividad.

¿Por qué se produce?

La psicóloga Luisa Belinchón asegura que la ansiedad ocurre ante una situación percibida por la persona como una amenaza. "Los sistemas endocrino y neurovegetativo preparan al cuerpo para una respuesta de emergencia, bombeando hormonas a la sangre, elevando la frecuencia cardiaca y la presión arterial, acelerando la respiración, tensando los músculos y produciendo un rápido suministro de energía que lo prepara para actuar".

Estas respuestas son reacciones inespecíficas del organismo que ve amenazado su equilibrio interno ante determinados estímulos y suponen un intento de adaptación a nuevas circunstancias.

Además, cualquier situación que entrañe un peligro para uno (real o imaginario), puede ser causante de que aparezca.

Según Elia Roca, "estos peligros pueden tratarse de la sensación de miedo hacia nuestra integridad física, pero también pueden estar relacionados con el miedo hacia nuestra salud psicológica, como ocurre, por ejemplo, ante humillaciones y críticas". A veces, dice Roca, todo puede ser producto de nuestra imaginación.

Busque la forma de obtener autocontrol

Estas son recomendaciones que hacen los psicólogos a los afectados por la ansiedad:

Acuda a un especialista: es importante que estudie su caso y pueda, además de prescribirle el tratamiento más indicado (que puede incluir psicoterapia y fármacos), darle pautas personalizadas.

Trate de diferenciar las preocupaciones reales de las imaginarias; para lograrlo es recomendable llevar a la mente "pensamientos positivos o ver las situaciones con humor".

Enfrente los problemas en lugar de huir de ellos. Trate de superar el miedo, de manera individual o con ayuda de profesionales, pues se corre el riesgo de que se haga más fuerte y difícil controlar.