Conozca los amigos y enemigos del
corazón
Nunca
es muy temprano o muy tarde para empezar a controlar aquellos factores que
pueden perjudicarlo.
Las
enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte de adultos en el
mundo. Se calcula que para el 2020 el número de víctimas aumentará a 20
millones cada año y a 24 millones en el 2030. El director de orquesta de este
sistema es el corazón, que hay que aprender a cuidar con factores amigos y
defendiéndolo de los enemigos. Los siguientes son los más importantes.
La
silenciosa hipertensión
Este
factor eleva el riesgo de sufrir una enfermedad cardiaca o un infarto. Si
además de hipertensa una persona es obesa, fuma o tienen niveles altos de
colesterol en la sangre, el riesgo es mucho mayor.
Niveles
elevados de colesterol
La
principal causante de su aumento es la grasa saturada contenida en productos
lácteos, carnes rojas y algunos aceites. Cuando la sangre contiene demasiadas
lipoproteínas de baja densidad (LDL), se acumulan en las paredes de las
arterias formando una placa (arterioesclerosis).
Cuando esto ocurre en las arterias coronarias, que son las que irrigan el
corazón, existe un mayor riesgo de sufrir un infarto.
La
obesidad y el sobrepeso
Estos
factores pueden elevar los niveles de colesterol, causar hipertensión y
aumentar el riesgo de enfermedad arterial coronaria. La obesidad incrementa las
probabilidades de adquirir otros factores de riesgo cardiovascular,
especialmente hipertensión, niveles elevados de colesterol en sangre y
diabetes.
El consumo de cigarrillo
Fumar,
en cualquier cantidad, incrementa en forma considerable el riesgo de enfermedad
cardiovascular y de enfermedad vascular periférica (enfermedad de los vasos
sanguíneos que riegan los brazos y las piernas). El cigarrillo acelera el pulso
y contrae las principales arterias. Además, eleva la presión arterial y, por
ende, aumenta la posibilidad de sufrir infartos.
Esté
atento a lo que hereda
Las
enfermedades del corazón suelen heredarse. Por ejemplo, si los papás o hermanos
padecieron un problema cardíaco o circulatorio antes de los 55 años de edad, la
persona tiene un mayor riesgo cardiovascular que alguien sin esos antecedentes
familiares. La hipertensión, la diabetes y la obesidad también pueden
transmitirse de una generación a la siguiente.
A
mayor edad, mayor riesgo
Las
personas mayores tienen un riesgo más alto de sufrir enfermedades del corazón.
Cerca de 4 de cada 5 muertes debidas a enfermedad cardíaca
se producen en personas mayores de 65 años de edad.
La
diabetes agrava el problema
Los
problemas del corazón son la principal causa de muerte entre personas con
diabetes, sobre todo las afectadas por la tipo dos o del adulto. La Asociación
Americana del Corazón calcula que el 65 por ciento de los diabéticos muere por
algún tipo de enfermedad cardiovascular.
Otros que contribuyen a enfermar
Estrés:
aunque no se han estudiado del todo sus efectos, se cree que también contribuye
a elevar el riesgo cardiovascular.
Hormonas sexuales: en las mujeres éstas parecen desempeñar un papel en
el incremento de males del corazón, cuando su producción se altera con la
menopausia.
Anticonceptivos orales: el consumo de algunos de ellos se ha relacionado
con un incremento de problemas cardiacos.
Factores
que ayudan a cuidarlo
Ejercicio
Las personas inactivas tienen un mayor riesgo de sufrir un infarto que quienes
se ejercitan regularmente. El ejercicio mejora la eficiencia del corazón y hace
que éste requiera menos esfuerzo para cumplir con su tarea; además, ayuda a
regular la tensión arterial y los niveles de azúcar y colesterol. También fortalece
el músculo cardíaco y hace más flexibles las arterias.
Emociones positivas
Una investigación estadounidense, divulgada en European
Heart Journal, encontró que
los sentimientos positivos elevados (cultivar el buen humor, pensar en
positivo, no sobredimensionar los problemas) reduce, en un 22 por ciento, la
probabilidad de tener enfermedades relacionadas con el corazón.
Verduras y buena comida
El consumo diario de verduras, frutos secos, carnes blancas, frutas y verduras
frescas, huevos y lácteos, aceite de oliva (y otros aceites mono y poliinsaturados) y cereales, está asociado con un menor
riesgo de enfermedad cardiovascular, según una revisión de estudios publicada
en Archives of Internal
Medicine.
Chequeo médico
Una evaluación anual del sistema cardiovascular, después de los 50 años, puede
detectar de manera temprana la presencia de factores de riesgo que pueden
modificarse.