Estados Unidos es el
principal destino de los profesionales colombianos que buscan hacer un posgrado
en el exterior, y muchos de ellos lo han conseguido gracias a la Comisión
Fulbright para el Intercambio Educativo entre EE. UU. y
nuestro país. Este programa de becas, financiado por los gobiernos de ambas
naciones –con apoyo del sector privado–, ha
beneficiado desde 1956 a más de 2.600 colombianos.
Pero el Gobierno de Estados
Unidos está decidido a darle un impulso mayor al programa y atraer a más
latinoamericanos, así como crear las condiciones para que más estadounidenses
puedan venir a formarse aquí. Para ello, recientemente estuvo en nuestro país Tom Healy, la cabeza del programa
Fulbright a nivel mundial. EL TIEMPO habló con él sobre las oportunidades que
se abren hoy para los alumnos colombianos en ese país.
¿Qué tipo de estudiantes quiere atraer la Fulbright?
La educación superior
colombiana es fuerte en todas las áreas del conocimiento, desde las artes hasta
las ciencias. Actualmente, Fulbright tiene categorías específicas para
postularse a una beca, como las convocatorias para afrocolombianos,
artistas, docentes y científicos. Sería interesante ampliar las oportunidades
para mucha más gente brillante; por ejemplo, periodistas, arquitectos,
ingenieros...
¿En cuántas becas podría crecer el programa?
Entre 90 y 100 colombianos
viajan cada año a EE. UU. becados por Fulbright. Se
trata del quinto grupo más grande de becarios en el mundo, un puesto muy
importante teniendo en cuenta que en las convocatorias participan estudiantes
de más de 150 países. Pero creemos que sería interesante crecer más, aunque no
me puedo comprometer con cifras concretas. Eso lo discutiremos con el Gobierno.
Una manera de aumentar esas ayudas financieras sería contar con más socios. El
sector privado es uno de ellos. Vamos a explorar los posibles caminos para
hacer esto realidad.
¿Qué perfil están buscando?
No nos inclinamos por un área
en particular. Queremos gente comprometida, talentosa, líder, innovadora y que
quiera regresar a Colombia a aplicar el conocimiento adquirido para impactar
socialmente.
¿Qué debe tener el proyecto de estudio de un aspirante para que sea
elegido?
Primero que todo, un buen
candidato Fulbright debe tener pasión por lo que hace, y eso debe transmitirlo.
En las entrevistas uno puede percibir el liderazgo del aspirante y su capacidad
de propiciar un cambio, ya sea en la vida de sus estudiantes o en el rumbo del
país a través de una política pública. En los ojos se ven esas características
y no solo en un buen proyecto de estudio, que idealmente debe tener ese
propósito de impactar socialmente.
¿Qué fortalezas tienen los estudiantes colombianos?
Están bien preparados,
trabajan duro y tienen muchos valores. Actualmente, unos 7.000 colombianos
están estudiando en EE. UU. Se trata del tercer país de Latinoamérica con más
estudiantes en nuestro país.
En el ámbito académico, ¿cuál es el mayor interés de los
estadounidenses para venir a Colombia?
La mayoría viene a enseñar
inglés, pero a muchos les interesa trabajar en investigación en áreas como
humanidades, ciencias sociales, ingenierías e innovación. Colombia es un país
muy atractivo para estudios científicos y de innovación biotecnológica.
Testimonio
‘Hay que
demostrar confianza’
María Alejandra López, politóloga
María Alejandra López, una politóloga de 26 años, acaba de lograr su sueño de
convertirse en becaria Fulbright. Después de un año y medio preparando su
postulación logró conseguir la financiación para cursar un máster
en Política Pública en Loyola University, Chicago.
Sus clases comienzan en agosto. “La clave para ganarse la beca radica en que
nos sintamos seguros de nuestra trayectoria y de nuestras capacidades –asegura
la joven, oriunda de Neiva y quien actualmente trabaja en el Ministerio de Vivienda–. También hay que tener muy claras nuestras metas
y lo que podremos aportarle al desarrollo del país con nuestro proyecto”. El
suyo, en particular, le apunta a atender las necesidades de las poblaciones que
residen en zonas petroleras. “Mi objetivo es permitirles a estas regiones
generar condiciones con el fin de alcanzar un desarrollo sostenible, de manera
que cuando el petróleo se agote sigan siendo productivas”, explica López, quien
se apoyó en expertos y académicos para formular su proyecto.
Testimonio
‘Una
experiencia enriquecedora’
Pablo Montes Iannini, ingeniero ambiental
Pablo Montes Iannini obtuvo una beca Fulbright en el 2012. Desde agosto
de ese año está en New Haven,
Connecticut, donde cursa un doble programa en la Universidad de Yale: una
maestría en Gestión Ambiental y otra en Administración de Empresas. “Estudiar
en Estados Unidos ha sido una experiencia muy enriquecedora, tanto por lo que
ocurre en el salón de clases como por lo que sucede en el resto del campus y en
la vida cotidiana –asegura este ingeniero ambiental de 29 años–.
He tenido la oportunidad de compartir con personas de muchas naciones y de
distintas regiones de este país, aprender sobre sus culturas y, a la vez,
enseñarles sobre la mía”.
La clave del éxito de su
postulación, según explica, fue tener identificados todos los requisitos de la
aplicación e ir avanzándolos en paralelo. “Creo que la razón principal por la
que me dieron la beca es que pude comunicar cómo mi experiencia, mi plan de
estudios y mis intereses estaban alineados con los del programa Fulbright”,
concluye.
Los costos de elegir EE. UU.
Antes de elegir un curso en
una universidad de EE. UU., y al margen de las ayudas que pueda obtener a
través de becas o subvenciones, es importante que tenga en cuenta que la
matrícula, otros costos académicos y el sostenimiento para un alumno extranjero
en ese país están entre los 40.000 y los 70.000 dólares anuales. Una maestría
de dos años cuesta, en promedio, 110.000 dólares y un PhD,
de 5 años, 275.000. Hay ciudades en las que se vive con menos de 600 dólares
mensuales, pero en otras necesitará al menos 2.500 dólares.
Consejos a la hora de postularse
El error más frecuente al
aspirar a una beca es no tener claro qué se quiere estudiar ni dónde. “Los
dineros disponibles para financiar programas educativos persiguen proyectos, no
ambigüedades”, afirma Isabel Londoño, doctora en educación. El primer paso para
solicitar una ayuda financiera –aconseja ella– es
definir el proyecto y qué capacitación se requiere para cumplirlo. Luego, hay que
buscar el programa específico y la universidad. Ann Mason, directora ejecutiva
de Fulbright Colombia, señala que hay más chance cuando el aspirante demuestra
el impacto social de su proyecto de estudios; es decir, que las becas caen en
manos de quienes buscan generarle un bien a la sociedad.
Requisitos claves
Excelencia académica
y profesional.
Buen nivel de
inglés.
Plan de estudios de
impacto para el país.
Capacidad de liderazgo.
Experiencia profesional
y en investigación.
ANDREA LINARES GÓMEZ
Redacción Vida de Hoy