Uno de cada cinco pacientes de sida en África se contagió porque personal médico usó jeringas sucias

Al menos 5 millones de nuevos casos se producen al año debido a prácticas médicas inaceptables.

Así lo indica un estudio, que contó con el apoyo de la Royal Society of Medicine de Gran Bretaña.

Los resultados de ese estudio siembran dudas sobre la eficacia de los esfuerzos internacionales contra el sida, que ponen el énfasis en impedir la transmisión por los contactos sexuales o de las madres a sus hijos.

Según el epidemiólogo John Potterat, uno de los responsables de la publicación 'International Journal of STD and HIV', los gobiernos y las agencias internacionales de salud han optado por "hacer caso omiso de la evidencia existente".

"Los estudios efectuados indican claramente que muchos africanos corren riesgo de infección)por el uso de instrumentos y materiales contaminados", señala Potterat, citado por el diario 'The Daily Telegraph'.

"Al aceptar sin críticas la opinión ortodoxa de que el virus de inmunodeficiencia adquirida se transmite exclusivamente a través de las relaciones sexuales, el personal sanitario y los científicos no están ayudando a evitar sufrimientos innecesarios", agrega el experto británico.

Potterat y otros once científicos publicarán el 1 de diciembre varios trabajos en la citada revista con motivo del Día Mundial contra el Sida.

Más de 22 millones de africanos son seropositivos y se calcula que dos millones murieron sólo en 2008 como consecuencia de esa enfermedad.

Según uno de los estudios británicos cuyos autores examinaron a pacientes del Calabar Teaching Hospital, en el sureste de Nigeria, la mitad de los vacunados contra el tétano vio como se volvían a utilizar las misma agujas.

Muchos de los enfermos de ese hospital infectados por el sida se habían sometido a análisis o transfusiones de sangre, a vacunas o a procedimientos quirúrgicos con agujas que tal vez no estaban suficientemente limpias.

Utilizando datos del Análisis Demográfico y de la Salud de Suazilandia, los autores descubrieron que las madres de uno de cada cinco niños de dos a doce años infectados por el virus no eran seropositivas.

Los africanos se someten a un porcentaje mucho mayor de inyecciones y análisis de sangre que los occidentales, según un estudio de la Organización Mundial de la Salud que data de 1999.

Muchas afecciones comunes como los resfriados, las otitis, la fatiga y la amigdalitis se tratan con inyecciones en lugar de con medicación oral.

LONDRES
Efe