Adelgazantes causan
males de mucho peso
Por Redacción de El país
Fármacos químicos y a base de
vegetales ponen en peligro a quienes desean bajar de peso. Los efectos
secundarios van desde ansiedad, depresión, aumento del ritmo cardiaco e incluso
la muerte. Invima alerta sobre medicamentos que no cumplen normas.
A finales de julio pasado, José Antonio escuchó por primera vez sobre la vacuna
adelgazante. Sus propiedades lo maravillaron: perder 4 kilos en un mes con una
simple vacuna y al mínimo costo. No lo dudó y buscó en los centros de estéticas
de Cali quien le inyectara el producto milagroso.
¿Qué hace usted si pesa 120 kilos, mide 1,70 m, no puede amarrarse los cordones
de los zapatos; en el centro comercial todo el mundo lo mira; a pesar de que
hace años le mermó a las harinas y a las grasas su hijo le pide a gritos que
quiere un papá flaco? Nada. Después de haberlo probado todo -pastillas, té,
ejercicio, dietas -; decidió intentarlo de una manera más fácil y se inyectó.
José Antonio no escatimó y se internó por un par de horas en un centro
estético. Allí, –dice- lo acostaron, le examinaron, lo pesaron, lo midieron y
tras unos minutos le inyectaron la ‘vacuna antiobesidad’
de forma cutánea en la parte derecha del estómago. “Fue un dolor similar al que
sientes cuando te sacan sangre”, recuerda.
Antes de que se parara de la camilla, los homeópatas le sugirieron que si
quería que el medicamento fuera efectivo debía ponerse dos ‘vacunas’ en una
semana y media máximo, una cada cuatro días. Este
comerciante cumplió lo requerido: volvió a los cuatro días hasta cumplir el
procedimiento. Por eso, pagó $450.000.
“Me dijeron que la vacuna lo que hacía era localizar la grasa en el abdomen y
con los días expulsarla. Que si todo funcionaba bien podía perder entre 4 y 5
kilos al mes con las tres vacunas. Yo sólo esperaba al mes siguiente para
inyectarme otras tres y así comenzar a bajar de peso. Era motivante”,
recuerda.
Pero, a comienzos de septiembre se le alteró el metabolismo y comenzó a tener
problemas renales. Tuvo que ir al médico por urgencias y le diagnosticaron
afección en esos órganos vitales. Hoy tiene migraña constante, algo que nunca
sintió en su vida, y le dijeron que la recuperación tardaría seis meses por lo
menos. Para colmo de males, José Antonio no bajó un gramo. Ofuscado y
desconcertado llamó al Invima.
Tras la denuncia de este caleño y otros ciudadanos, esa entidad, encargada de
vigilar y controlar la venta de medicamentos en el país, advirtió el 28 de
septiembre en un comunicado que “no hay productos con estas indicaciones que
cuenten con registro sanitario”. Se refería a la vacuna.
Según el ente de vigilancia, “se recomienda al personal médico abstenerse de
prescribir la ‘vacuna antiobesidad’ o ‘vacuna
adelgazante’, y a la población en general no adquirir ni someterse a
tratamientos con dichos productos, por considerarse fraudulentos y de alto
riesgo para la salud”. El producto desapareció del mercado, pero algunos lo
siguen aplicando.
Se buscan los autorizados
La Organización Mundial de la Salud, OMS, tiene actualmente sólo dos productos
autorizados como adelgazantes: el Ortlist (conocido
como Xenical) y la Sibutramina.
Éste último, el 19 de enero pasado el Invima lo señaló como un “generador de
efectos secundarios como ansiedad, depresión, aumento del ritmo cardiaco e
insomnio”. Para este medicamento, exigió que sólo fuera suministrado por
prescripción médica.
Los demás medicamentos que ofrezcan absorber calorías, quemar grasas, promuevan
el descenso en la masa corporal o la eliminación de ácidos grasos no son
aprobados por la OMS.
“Si no están aprobados son simplemente inventos, presentados como naturales, la
mayoría diuréticos, pero que lo único que hacen es acelerar el metabolismo y el
ritmo cardiaco. Tienen componentes antidrepresivos y
su efecto es transitorio”, explica el médico endocrinólogo Édgar
Nessim.
Es por eso que aparecen por temporadas medicamentos milagrosos para bajar de
peso, como la ‘vacuna antiobesidad’, que salió a luz
pública porque la ex reina del Valle Diana Salgado se aplicó, al parecer, en
varias sesiones, sin mucho éxito.
“Todas las drogas que han salido al mercado en los últimos 30 años –que podían
ser una decena por año- y tienen como propósito hacer perder peso han salido
del mercado por las delicadas consecuencias que han generado”, dice Jorge
Quiñónez, toxicólogo de la Secretaría de Salud municipal. Sin embargo, nada
detiene el mercado de los productos adelgazantes. Se estima, según fuentes
médicas, que en el mercado hay una veintena de productos alopáticos (medicamentos
de laboratorio), mientras fuentes de homeópatas, aseguran tener cientos de
productos fitoterapéuticos (medicamentos a base de
vegetales) que cumplen con este fin: bajar de peso.
En cuanto a los medicamentos de laboratorio, asegura el médico estético Sergio
Rada Rodríguez, que en el mercado hay fármacos de vía oral a base de guaraná,
que no es más que cafeína comprimida, así como productos a base de sinefrina como la cápsula ‘ginger root’,
ambos con el efecto de suprimir el apetito, pero no son para adelgazar.
“Son sólo fármacos de acción específica que aceleran el metabolismo y al
acelerarlo, más una dieta establecida, obvio que se baja de peso, pero no hay
nada novedoso porque no es una fórmula eterna. Hay también hormonas de
crecimiento, anabólicos naturales que sirven para adelgazar, pero son
contraproducentes”, dice Rada.
Si en el pasado lo usual era tratar la obesidad con pastillas de tipo anfetamínico, ahora se están produciendo pastillas para
adelgazar que trabajan sobre el cerebro para suprimir el apetito, o sobre el
intestino para inhibir la cantidad de grasa (y calorías) digerida. Sin embargo,
según los toxicólogos consultados, pocas han tenido éxito.
Entre las que suprimen el apetito la marca más conocida es Meridiay
(Sibutramina), y de las que inhiben la grasa, Xenical (Orlistat). Ambas son
autorizadas por la OMS. Adipex, Bontril,
Didrex y Tenuate no han
sido aprobadas.
“Yo he usado pastillas para adelgazar, pero si no hay una rutina de ejercicios,
una dieta, las drogas no sirven y pueden ser peligrosas”, comenta Amanda Pérez,
una ama de casa.
Naturalmente naturales
La oferta de medicamentos fitoterapéuticos, a base de
vegetales, que prometen ayudar a bajar de peso se multiplica cada día. El
toxicólogo Quiñónez manifiesta que cada dos o tres años sale una planta
‘milagrosa’ para ello. El especialista recuerda dos semillas, especialmente,
que inducían a la bulimia severa.
“La semilla de avellana era un vegetal que a largo plazo producía diarrea, se
perdía peso, pero causaba una deshidratación incontrolable. Sólo un cuarto de
avellana podía producir vómito y diarrea severa. Hace algunos años se conoció
que se le suministraron a niños y terminaron muriendo de gastroenteritis”,
asevera.
Quiñónez advierte sobre el enebro, otra semilla de raíz de árbol, altamente
tóxica, que afecta los riñones y el hígado. “Hace un par de años conocí en
Medellín el caso de cinco mujeres que murieron por ingerir este vegetal”, anota
el especialista, cuya suegra, irónicamente, murió por tomar avellana.
Cáscara sagrada, té de boldo y verde, pastillas de alcachofa, raíz yung, chitosán, fasolina, fucus, son sólo algunos
vegetales populares que venden en tiendas naturistas o plazas de mercado para
adelgazar.
Nancy Cundumí Corrales, del proceso de medicamentos
de la Unidad Ejecutora de Saneamiento Ambiental del Valle, UES, sostiene que en
los últimos tres años han sido cerrado 29
establecimientos, entre droguerías y tiendas naturistas. Estas últimas, al
parecer, con mayores problemas de normatividad y de registros sanitarios. En el
momento hay 40 locales notificados de cierre temporal. La Secretaría de Salud
municipal, a través de la oficina de Salud Ambiental, en reciente operativo
decomisó 3.000 productos falsos, entre ellos, varios adelgazantes.
“Lo que más encontramos son medicamentos fraudulentos en los productos
naturales, muchos de los cuales provienen de contrabando de Ecuador, Bolivia y
Perú. Todo medicamento tiene efectos secundarios, y muchas personas creen
falsamente, que estos tienen propiedades milagrosas”, dice Cundumí.
Ismael Ochoa, presidente de Asonatura, asociación que
agrupa a las tiendas naturistas del país, asegura que “en el país hay unas
7.000 tiendas naturistas” y según el Ministerio de la Protección Social, unas
1.000 se estiman son ilegales por no cumplir la normatividad en el
funcionamiento y en los productos fitoterapéuticos. A
comienzos de febrero de este año se expidió una resolución (la 126) que
establecía condiciones para la apertura de este tipo de establecimientos.
Efectos secundarios
Pero son los efectos secundarios que causan algunos productos los que tiene en
aprietos a laboratorios y tiendas naturistas. La nutricionista Sandra Alfaro
dice que el 80% de sus pacientes quieren métodos mágicos para bajar de peso y
han acudido a productos dudosos generando daños irreparables.
“Lo que más he notado en mis pacientes luego de que toman medicamentos no aptos
es que terminan sufriendo del colon y del intestino. Conozco casos graves como
la afectación de tiroides y la alteración del metabolismo, así como aumento
considerable del ritmo cardiaco”, asegura la nutricionista.
Sobre métodos quirúrgicos como el ‘slim gástrico’ o el ‘baypass’, Alfaro
previene que son prácticas que pueden servir si los pacientes –por su extrema
obesidad- son educados en los hábitos de alimentación. De lo contratio tendrán problemas gástricos a futuro o volverán a
ser obesos.
Entre tanto, el endocrinólogo Nessim, asegura que
“los productos no ortodoxos afectan los nervios, la frecuencia cardiaca, producen
exceso de sudación y ansiedad, afectan el hígado, el riñón y producen
afecciones alérgicas a largo plazo”.
Algunos médicos concuerdan en que estos inhibidores de apetito, principalmente,
generan efectos secundarios como dolor de cabeza, estreñimiento, migraña y gastrititis. Y recomiendan que embarazadas, personas
hipertensas, con fallas renales, alteraciones hepáticas o menores y personas de
tercera edad no los ingieran.
El médico Rada se sorprende de que hoy en día pacientes le pregunten “si una
vacuna es natural cuando hay que saber que son fármacos procesados. Hay que
educarse primero”.
El toxicólogo Quiñónez recomienda conservar la figura en su estado natural y
plantea un compromiso de actividad física en la rutina diaria, así como una dieta
balanceada que permita un mejor desempeño en la vida y no “matarse” con
sustancias desconocidas.
“Qué mejor que tener un cuerpo natural. Acuérdese: la Venus de Milo era gorda,
y era feliz”.
Lo que se debe saber
· Producto
Alopático: Son drogas utilizadas a base de productos en dosis ponderables y que
producen en el hombre sano otros efectos a los que se manifiestan con la
dolencia.
· Producto Fitoterapéutico: Es el producto medicinal empacado y
etiquetado, cuyas sustancias activas provienen de material de la planta
medicinal en estado bruto con fines terapéuticos.
· Producto
Homeopático: Es el preparado farmacéutico obtenido por técnicas homeopáticas,
conforme a las reglas descritas en las farmacopeas oficiales aceptadas en el
país, con el objeto de prevenir la enfermedad, aliviar y curar.
“Sufrí el único desmayo de mi vida”
“Conocí esta droga por un amigo que me la recomendó en la universidad. Me dijo
que no tendría ansiedad de comer pero me advirtió sobre posibles efectos
secundarios que ésta podría generar. Para estar seguro de lo que enfrentaría
averigüé en Internet las consecuencias de ingerir estas pastillas y a pesar de
que era consciente del riesgo me las tomé para adelgazar rápidamente.
“Las primeras tres noches que tomé las pastillas no pude dormir nada. Me la
pasé literalmente en vela y sumido en un estado depresivo total. Hay que
aclarar que no todos los organismos reaccionan igual, algunos de pronto no
presentarán estos síntomas, pero yo me sentía débil por no dormir, triste y no
me daba hambre.
“Compré la dosis más fuerte, 15 mg. Todas las mañanas
antes de salir para la universidad me tomaba una pastillita. Si bien me sentía
agotado y enfermo, bajaba cuatro kilos semanales. En ese momento había
terminado con mi novia y pasé en un mes de pesar casi 100 kilos a 82.
Recuerdo que mis manos permanecían frías, heladas. Mi metabolismo se había
acelerado y así comiera seguía bajando de peso. Sufría constantes taquicardias
y vivía peleando con todo el mundo. Sudaba frío y lo peor, las depresiones eran
muy fuertes, pero creo que lo más grave es la adicción que eso genera, pues uno
llega a sentir que si deja esas pastillas va a explotar.
“Suspendí las pastillas un tiempo después de bajar lo deseado, pero pasó el
tiempo, subí unos kilitos y las retomé. No era nada grave porque la verdad que,
inclusive, los necesitaba. Pero en ese afán de querer lucir bien, o en lo que
es ‘bien’ para un imaginario que puede distorsionarse, no me alimenté
adecuadamente debido a la falta de hambre que las pastillas me generaban.
Inclusive sufrí el único desmayo que he tenido en mi vida, todo por no comer e
intentar así hacer ejercicio.
“De todos modos creo que lo malo no son las pastillas como tal sino el uso que
se les dé. Si yo hubiese utilizado este peligroso medicamento no para dejar de
comer sino para controlar la ansiedad, con ayuda médica, todo habría sido
distinto. Pero por $2.700 pesos conseguía diez de estas pastillas de una
reconocida marca de genéricos y yo, equivocado y guiado por una vanidad
extrema, fui mi propio médico.
“Lo peor de todo fue que induje a mucha gente a estas pastillas: muchas
personas al ver los rápidos resultados, se engancharon a esta droga, eso sí,
advertidas de lo que les podía pasar y bajo su total responsabilidad, pero la
vanidad les pudo”.
*Testimonio de joven universitario.
“Productos deben tener registro sanitario”
Martha Rodríguez, subdirectora de Medicamentos y Productos Biológicos del
Invima, habló sobre los adelgazantes. “Todo tiene que tener control”.
¿Cuál es el control que viene ejerciendo el Invima sobre estos productos antiobesidad?
El Invima atiende denuncias y programa visitas de vigilancia y control
sanitario a los establecimientos titulares, fabricantes y comercializadores de
los productos. Se aplican medidas sanitarias de seguridad a productos que no
cuenten con registro sanitario o que no cumplan con la normatividad sanitaria.
Luego se abre el respectivo proceso sancionatorio.
¿Qué clase de medicamento es la Sibutramina,
homologada por la Organización Mundial de la Salud para el tema de
adelgazamiento?
La Sibutramina es un medicamento coadyuvante en el
manejo de la obesidad, cuando sólo con los procedimientos convencionales (dieta
y ejercicio) no se ha conseguido una respuesta terapéutica. Este medicamento
cuenta con registro sanitario Invima y debe ser administrado bajo prescripción
médica, lo cual implica un seguimiento profesional.
¿Cuál es la posición del Invima frente a los medicamentos fitoterapéuticos?
La normatividad señala que estos productos no deben presentarse en formas
farmacéuticas que requieran administración inyectable u oftálmica. Las
presentaciones autorizadas son tabletas, cápsulas, grageas, jarabes, elixires,
entre otros. La condición de venta (venta con fórmula médica o venta sin
fórmula médica) implica que los productos fitoterapéuticos
a los cuales se les haya establecido en su registro sanitario “venta con
fórmula médica”, sólo deberán adquirirse bajo este mecanismo y, por tanto, en
los establecimientos farmacéuticos sólo deben entregarse verificando que
efectivamente fueron formulados.
Consejos
-No se automedique ni acepte tomar sustancias recomendadas por amigos o
familiares.
-Tome medicamentos sólo prescritos por médicos especializados en el tema.
-Plantee un compromiso de actividad física en la rutina diaria.
-Aliméntese bien y procure tener una alimentación balanceada, con frutas y
verduras.
-Las dietas deben ser resultado de estudios de nutricionistas y no de cualquier
persona.
-Dude de las sustancias médicas y fitoterapéuticas
que no tengan registro sanitario.
Algunos medicamentos de laboratorio y naturales con efectos secundarios,
según Invima y toxicólogos
· Sibutramina: Medicamento alopático
Tipo: inhibidor del apetito.
Presentación: pasta
Venta: fórmula médica
Efectos secundarios: Según Invima: “Ansiedad, depresión, afecciones hepáticas y
renales, dolor de cabeza, insomnio, estreñimiento, migraña y gastritis”.
· Vacuna
adelgazante Medicamento alopático
Tipo: disminución de grasa corporal.
Presentación: ampolleta
Venta: libre
Efectos secundarios: según Invima: “Alteración del metabolismo. No cuenta con
registro sanitario. Producto fraudulento”.
· Avellana y enebro
Medicamentos fitoterapéuticos
Tipo: purgantes
Presentación: semilla natural
Venta: libre
Efectos secundarios: según toxicólogos: “Diarrea, fiebre e insufiencia
cardiaca. Inflamación en los riñones”.
· Pastilla gris Medicamentos alopático
Tipo: diurético
Presentación: pasta
Venta: libre
Efectos secundarios: según toxicólogos: “Anorexia, bulimia, desnutrición y
deshidratación. Se aprovechan sus propiedades atenuadoras
del hambre, y deben tolerarse sus efectos tóxicos”.
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