Tras ser ratificada en su cargo por el Presidente Juan Manuel Santos, la
Ministra de Educación, María Fernanda Campo, afirma que dos sus prioridades en
lo que queda de Gobierno serán consolidar los programas para mejorar la calidad
de la educación y sacar adelante la política de estado de educación superior.
Responde que su permanencia en el gabinete -en varias ocasiones se especuló
acerca de su salida- se debe al cumplimiento de las metas trazadas por su
cartera en materia de ampliación de cobertura, implementación de programas para
mejorar la calidad de la educación y salvaguarda de los recursos girados para
la educación de más de 9 millones de niños y jóvenes.
En entrevista con EL TIEMPO anunció, además, que se estudia crear una
estampilla única nacional para recaudar recursos que contribuyan a mejorar la
infraestructura educativa y que se dará vida a tres ciudadelas universitarias,
un modelo en el cual varias instituciones de educación superior comparten
instalaciones parar llevar oferta de educativa pertinente a jóvenes de escasos
recursos de las regiones.
Varias veces se especuló sobre su salida del Gabinete. ¿A qué atribuye
su ratificación?
Esa pregunta la debería responder el señor Presidente (...) El Ministerio de
Educación, en el 2011, fue la entidad del Estado con mayor nivel de ejecución
de sus recursos -99,4 por ciento- y ello nos permitió cumplir con las metas en
ampliación de la cobertura e implementación de programas para mejorar la
calidad de la educación; reducir la deserción, incorporar más innovación en el
sistema educativo y velar, de manera mucho más eficiente, por el uso de los
recursos públicos asignados a la educación de niños y jóvenes. Entonces, asumo
que todo esto fue determinante para la decisión que tomó el Presidente.
¿En dónde se va a focalizar en los dos años que quedan?
En primer lugar, en consolidar todos los programas y estrategias, que ya están
en ejecución, para transformar la calidad de la educación en los diferentes
niveles educativos. Lo segundo, sacar adelante la construcción
participativa de la política de estado en educación superior para los próximos
20 o 30 años.
¿Cómo se van a recopilar todas las propuestas sobre el tema?
Le pedimos colaboración a un grupo de académicos en el proceso de
recopilación y acopio de toda la información que se está construyendo y
generando a nivel nacional. Esperamos hacia finales de año, de acuerdo con el ritmo
de avance de los distintos grupos, tener todos esos insumos con los
disensos y consensos.
Hemos pensado con el Presidente conformar un comité de sabios, de
expertos de altísimo nivel, que recoja los insumos generados y con base en ello
nos haga una recomendación. El compromiso del gobierno es tener en cuenta todos
estos aportes.
¿Ese comité qué definirá?
Los puntos que deben ser considerados: qué sería lo deseable como país en
materia de financiamiento, de internacionalización, de bienestar universitario,
de mejorar la calidad de la educación...
El año pasado se nos criticó porque sometimos a discusión del país y de la
comunidad académica un proyecto de ley con articulado y para esta nueva fase
iniciamos el proceso no discutiendo un proyecto de ley sino poniéndonos de
acuerdo sobre lo fundamental, qué queremos para el país en materia de educación
superior.
¿Qué opina del proyecto de ley de autonomía universitaria, radicado
semanas atrás en el Congreso, que la considera un derecho fundamental?
Fuimos muy claros con la junta directiva de la Asociación Colombiana de
Universidades, Ascún, y del Sistema Universitario
Estatal (SUE) de que el gobierno no apoyaba este proyecto de ley estatutaria
por razones de inconstitucionalidad y de inconveniencia. Consideramos que la
autonomía universitaria, como tal, no es un derecho fundamental y solamente los
derechos fundamentales se regulan y reglamentan mediante leyes estatutarias.
¿Qué fuentes adicionales de recursos se han previsto para las U.
públicas, cuya infraestructura está en crisis?
Recursos del presupuesto general de la nación y espero poder tener buenas
noticias en los próximos días. También, recursos provenientes de las entidades
territoriales, pues tienen que ser responsables de financiar a sus universidades
regionales. Otra fuente son las regalías: por un lado, del 10 por ciento
destinado a ciencia, tecnología e innovación, constituir fondos para formar
docentes y estudiantes a nivel de maestría y doctorado; y de las regalías que
les pertenecen a las regiones, crear fondos para mejoramiento de infraesctructura. También se está trabajando, con el apoyo
del congreso, en la iniciativa de crear una estampilla única nacional para
financiar construcción y mejoramiento de infraestructura para el sector
educativo y de la salud.
También tienen planteado construir ciudadelas universitarias...
El gobernador de la Guajira y el gobernador del Cesar quieren crear una
ciudadela universitaria en el sur del Cesar que cubra a los estudiantes de la
región, y ya se comprometieron con $ 25.000 millones. Vamos a convocar a varias
universidades para que hagan presencia en esa nueva ciudadela con el fin de que
lleven oferta educativa pertinente. Esa es una idea que funciona muy bien en
España y lo hacen para formación de alto nivel. Va a haber otra ciudadela en
Tumaco, donde se unirán las universidades del Valle, Pacífico, Nacional y
Nariño y el próximo viernes vamos a lanzar este programa en Santander de Quilichao, norte del Cauca, donde se unieron la universidad
del valle y del cauca para crear otra ciudadela. Son tres ciudadelas del
conocimiento, con distintos niveles de educación superior, donde se comparte
infraestructura de alta calidad y convergen distintos programas.
Cambiando de tema, y a propósito de las marchas de la semana pasada,
¿Qué tipo de interlocutor le gustaría que fuera Fecode?
Quisiera que el comité ejecutivo de la Federación Colombiana de Educadores, Fecode, fuera el mejor y mayor aliado del Ministerio para
transformar la calidad de la educación; que nos pusiéramos de acuerdo en
compromisos de lado y lado para que juntos trabajemos alrededor de nuestros
maestros, mejorando sus condiciones de profesionalización y de calidad de vida.
Que hiciéramos causa común para que nuestros niños tengan mejores niveles de
aprendizaje. Eso es lo que yo quisiera.
REDACCIÓN VIDA DE HOY