El
principal acusado en el proceso por los implantes mamarios defectuosos que se
realiza en Marsella, el fundador de la empresa PIP Jean-Claude Mas, reconoció
el viernes los problemas pero sostuvo que no hubo riesgo para la salud de las
decenas de miles de mujeres portadoras de los mismos.
"No
hice correr riesgos", dijo Mas, de 73 años, quien fundó y dirigió la firma
francesa Poly Implant Prothese
(PIP), el 85% de cuyos implantes eran exportados, 50% a América Latina.
Mas y
otros cuatro directivos de la firma son juzgados por "engaño
agravado" y "estafa" por haber fabricado implantes con un gel de
silicona impropio para uso médico.
"Ese
tipo merece ir a la cárcel. Actuó como un terrorista, poniendo una bomba de
tiempo, una bomba atómica, en nuestros cuerpos", declaró a la AFP desde
Bogotá una abogada colombiana de 28 años, Surany
Arboleda, portadora de prótesis PIP. (Lea también: Unas 1.500 colombianas
reclaman en Francia por implantes PIP)
En
este proceso, 5.250 mujeres, francesas en su mayoría, se declararon
demandantes. En total, se considera que unas 300.000 mujeres en el mundo se
hicieron implantar esas prótesis adulteradas.
Ante
un centenar de esas mujeres, Mas se defendió con firmeza, sosteniendo que
"no había riesgos" para las mujeres concernidas.
"El
gel PIP no estaba homologado, pero era homologable", dijo. "En nivel
de toxicidad, es igual que el Nusil" (el gel
homologado para uso médico), agregó, denunciando que fue víctima de una
"delación".
Mas
explicó que su fórmula procedía de un cirujano plástico, precursor de los
implantes en los años 60, con quien él trabajó en los años 80. Según las
autoridades sanitarias francesas, aproximadamente una cuarta parte de las
prótesis PIP retiradas desde que estalló el escándalo eran defectuosas, aunque
no está demostrado que presentan un riesgo aumentado de cáncer.
Se
está realizando al respecto una investigación epidemiológica de diez años. Tras
el interrogatorio de los otros cuatro acusados este viernes, el proceso
continuará el lunes con las declaraciones de los testigos de cargo. Seguirán
los testigos de la defensa y luego los informes de los peritos.
Entre
el centenar de demandantes que seguían presentes el viernes (cerca de 400 de
ellas asistieron a la audiencia de apertura el lunes) era perceptible un cierto
sentimiento de alivio.
Isabelle
Traeger se declaró "calmada". Mas "no
esconde nada", dijo Traeger, enfermera de 56
años de edad, declarándose convencida de que será condenado "aunque no
reconozca todavía" que su gel "es un veneno".
Paralelamente
a este proceso, otros dos procedimientos judiciales están en curso en Francia
por el escándalo PIP. Uno por heridas y homicidio involuntarios
y otro sobre los flujos financieros generados por el fraude y sobre el
patrimonio de los directivos de la empresa antes y después de la declaración de
quiebra.
Más
allá de este primer proceso y de las cinco inculpaciones, los defensores de las
víctimas tratan de establecer otras responsabilidades del lado de la empresa de
control alemana TÜV, de los proveedores de siliconas de PIP o de la agencia
francesa de seguridad de los productos de salud.
AFP