No deje que la rutina laboral lo paralice; ejercítese también de 9 a 6

Las largas jornadas hacen necesaria una pausa para ejercitarse.

No se trata de tomar el trabajo a la ligera, sino de aprovechar las pausas para moverse y compensar las consecuencias del estilo de vida sedentario de la oficina.

Primero moverse, luego estirarse y después relajarse. Hacerlo en el gimnasio es lo común; en casa, un poco menos. Pero parar el trabajo en la oficina para realizar una rutina de ejercicios coordinados no es lo más frecuente.

Todos sabemos que las computadoras, como sinónimo de trabajo sedentario, rígido y sin moverse, impusieron un estilo de vida poco saludable que hay que contrarrestar con ejercicio que como la mayoría de la gente no tiene tiempo de hacer fuera de la oficina, resulta ideal poder hacerlo durante algunos momentos de la jornada laboral.

En las dos últimas décadas casi se universalizaron los dolores de espalda. Tanto que la gente se los toma (equivocadamente) como algo natural.

Suelen iniciarse con contracturas, que dificultan la circulación sanguínea y van minando a mediano plazo la forma natural de la columna vertebral. Si se sostienen en el tiempo y no se tratan, el resultado son las enfermedades degenerativas de la columna (artrosis, hernias de disco).

Hoy son el primer problema de salud laboral en la Unión Europea, donde hacen perder 19 millones de días de trabajo anuales.

"El 80 por ciento de los dolores de espalda tienen su causa en que el sistema muscular se encuentra hipertónico, y en un 20 por ciento de los casos se pudo emitir un diagnóstico patológico", dice la profesora Ulla Hofmann, especialista en Prevención y Rehabilitación Deportiva de la Universidad de Heigelberg (Alemania) y autora de un programa de ejercicios físicos para aplicar en el ámbito laboral que funciona desde hace una década.

De un total de 4.500 trabajadores, Hofmann comprobó que el 85 por ciento manifestó haber sufrido dolor de espalda.

El 86 por ciento de ellos no realizaba actividad física; sólo un 14 por ciento lo hacía. Por eso ella insiste en que la clave está en "primero moverse, luego estirarse y después relajar, todo en 15 minutos". Esa es la secuencia base ideada por Hofmann.

"La actividad puede realizarse desde los puestos de trabajo o en espacios destinados para usos múltiples en las empresas. Cualquier vestimenta sirve, ya que los ejercicios son suaves", finaliza.

Desde una oficina hasta una planta industrial

Las pausas activas, como son conocidas estas rutinas, son ejercicios programados de acuerdo con la cantidad y las preferencias de quienes van a realizarlos. Se llevan a cabo durante al menos 15 minutos.

A los oficinistas se les recomienda mover todo el cuerpo, mientras que en una planta industrial, donde los operarios hacen movimientos repetidos de los brazos, se trata de ejercitar hombros, brazos, antebrazos y manos.

Quienes levantan cargas pesadas poseen un mayor grado de riesgo y deben fortalecer más la columna vertebral y las piernas.
Los ejercicios deben combinarse con una respiración pausada, para regenerar el cuerpo activando la circulación y la vitalidad.

El puesto de trabajo debe estar adaptado a la medida del empleado: siéntese cerca de la superficie de trabajo y en el fondo de la silla, apoyando la espalda.

Si ambas plantas de los pies no llegan a estar apoyadas sobre el piso, use un apoyapiés. Entre el muslo y la pierna debe formarse un ángulo de 90 grados, al igual que entre el brazo y el antebrazo, y deje 15 centímetros entre el teclado y el borde de la mesa, para apoyar las muñecas.

Tres ejercicios para hacer mientras trabaja

1. De pie, con los pies separados y los hombros relajados, inspire y luego estire el cuerpo levantando los brazos. Mantenga la posición unos segundos y exhale aflojando el cuerpo. Repita cuatro veces.

2. Sentado, con la espalda erguida y los hombros relajados, estire el brazo derecho hacia adelante. Con la mano izquierda, tómese los dedos y llévelos hacia atrás. El estiramiento se sostiene por 30 segundos y se repite con el otro brazo.

3. Sentado, con la espalda erguida y los hombros relajados. Sostenga el brazo derecho extendido con la mano izquierda y presione el codo hacia el cuerpo. Sostenga por 30 segundos y repita con el otro brazo.

GDA / LA NACIÓN
ARGENTINA