Cada día, 19 niñas menores de 15
años se convierten en mamás
En
el 2009 se reportaron en el país 6.928 partos de niñas en este rango de edad. Cada
año se invierten 2 billones de pesos en atención de embarazos adolescentes.
En
Colombia, y de acuerdo con estadísticas de Profamilia
y el Dane, 90 de cada mil adolescentes resultan
embarazadas cada año.
En
el Informe Regional sobre Desarrollo Humano para América Latina y el Caribe,
del PNUD (2010), el país aparece como el quinto de la región con mayores tasas
de natalidad de adolescentes y jóvenes, entre los 15 y los 19 años.
Germán
Salazar, director general de
Más
de una causa
Salazar
sostiene que la causa de este fenómeno es multifactorial: padres que no
fomentan la autoestima de los hijos, no les fijan límites claros, no abordan
con ellos temas relacionados con salud sexual y no les enseñan tolerancia al
fracaso; un sistema educativo que no ha encontrado el modo de incorporar un
método de enseñanza de estos temas, una sociedad desentendida, y medios,
publicidad y redes sociales que fomentan el sexo irresponsable.
El
sondeo encontró, por ejemplo, que nueve de cada diez no hablan de salud sexual
y reproductiva con sus papás, y que cuatro de cada diez no usa métodos para
prevenir un embarazo, pese a que el 81 por ciento percibe el riesgo. El 73 por
ciento considera que la educación sexual que recibe en el colegio, no es
adecuada.
El
lunes, valga decirlo, el representante Simón Gaviria radicará un proyecto de
ley que, entre otras cosas, propone crear una cátedra obligatoria de salud
sexual en los colegios (vea nota El alto costo...).
El
tema preocupa tanto, que incluso el Fondo de Población de las Naciones Unidas
lleva a cabo en Bogotá un encuentro de jóvenes con miras a la preparación de
una propuesta para el abordaje del tema, que será presentada este jueves al
Plan Nacional para
Nelson
de Ávila, de 15 años, es uno de los asistentes al evento. Vive y estudia cerca
del centro de salud del barrio Las Flores, en Barranquilla, pero solo hace
pocas semanas se enteró de que en este lugar está uno de los 'servicios
amigables' instalados para brindar asesoría sobre el tema a los jóvenes:
"Hace falta más difusión para que sepamos dónde encontrar ayuda",
afirma.
Para
Natalia Arango, de 20 años (Venecia, Antioquia), el problema es que los médicos
que llegan a hacer su rural en los municipios "poco saben de los programas
de orientación sexual y reproductiva para jóvenes. Ellos deben recibir
información en las universidades para que sepan abordar estas
situaciones".
'Papás
deben hablar a tiempo y sin tapujos sobre sexualidad'
"Quería
tener un hijo varón a los 27 años de edad, que naciera en Canadá, donde vive un
amigo desplazado, y criarlo en ese país". Ese era el sueño de Angie Camacho, de Sibaté (Cundinamarca), quien quedó embarazada a los 17 años de
edad.
Angie supo que esperaba un hijo
cuando consultó al médico por un dolor estomacal. "No sospechaba nada. Es
más, una semana antes había recibido un 'balonazo' jugando fútbol, porque soy arquera", recuerda esta estudiante de contaduría,
quien hoy tiene 21 años. Su mamá -dice- se enteró del embarazo por una
imprudencia de la señora de la farmacia del barrio.
Su
abuela la respaldó y la ha apoyado en la crianza de Juan Pablo, su hijo. Angie ha estado vinculada a organizaciones juveniles y
ahora hace parte de programas que buscan reducir el embarazo en adolescentes.
"Recomiendo a los papás hablar sobre métodos de planificación con sus
hijos, desde edades tempranas. Que no jueguen a adivinar cuándo comienzan su
vida sexual", recalca.
Esta
líder juvenil dice que hoy tiene una buena relación con su mamá y que ahora sí
hablan de métodos de planificación.
El
alto costo que debe pagar la sociedad por embarazos
Cada
adolescente embarazada le cuesta a la sociedad alrededor de 11,4 millones de
pesos, que se derivan de exámenes médicos, atención del recién nacido,
controles, vacunas, alimentación y deserción escolar, entre otros.
Si
se multiplica esta cifra por 174.000 nacidos vivos de adolescentes (no incluye
abortos ni muertes por enfermedad) que en promedio se presentan cada año,
quiere decir que el país destina casi 2 billones de pesos en atender a estas
madres prematuras.
Para
el representante Simón Gaviria, tales cifras representan un serio problema para
las arcas del país y demuestran lo poco efectivas que han resultado las
campañas piloto que desde el gobierno se han promovido para prevenir los
embarazos en jovencitas entre 14 y 19 años.
El
tema es más grave si, como se ha comprobado, una madre adolescente tiene el 60
por ciento de posibilidades de repetir la experiencia de un embarazo.
Ante
estos hechos, Gaviria radicará la próxima semana un proyecto de ley que busca
establecer la cátedra obligatoria de educación sexual en todos los colegios del
país.
"Por
cada peso que dejan de invertirse en educación y prevención, luego deben
gastarse siete pesos en la atención de los embarazos. A todas luces, el Estado
se va a ahorrar mucho dinero si pone en marcha una política integral y deja de
lado los programas pilotos que han sido un fracaso", dijo el congresista.
Ponen
en marcha nueva estrategia de sexualidad responsable
La
semana pasada, el Fondo de Población de las Naciones Unidas, en conjunto con
los ministerios de
REDACCIÓN
SALUD