Una británica, que a los 17 años sigue siendo una bebé, sufre una enfermedad que no la deja crecer

Brooke Greenberg (izquierda) junto a Carly, su hermana, que es tres años menor. El caso de esta joven sería único en el mundo.

Brooke Greenberg todavía tiene dientes de leche, pesa siete kilos y mide 75 centímetros.

Aunque su cuerpo por fuera no envejece, su organismo sí.

Es, literalmente, una adolescente de 17 años atrapada en el cuerpo de una bebé. De acuerdo con un informe publicado por el diario británico 'The Times', investigadores analizan el caso de esta mujer, que todavía tiene dientes de leche, pesa siete kilos y mide 75 centímetros.

Hasta ahora, el caso de Brooke parece ser único en el mundo: su cuerpo lleva años creciendo a un ritmo muy lento, lo que le confiere una apariencia y un comportamiento infantiles, pese a tener la edad de una adolescente.

Claro está que, aunque por fuera no envejece, su organismo sí. Según 'The Times', ya ha sufrido infartos cerebrales, espasmos, úlceras y dificultades respiratorias.

Expertos creen que esta niña británica, que tiene hermanas que crecen a un ritmo normal, tiene una serie de déficits en los genes implicados en el procedimiento de envejecimiento.

Sin embargo, Brooke ha mostrado cierto desarrollo, pues ya sabe gatear y responde con sonrisas cuando le hacen cosquillas, aunque no ha aprendido a hablar.

Investigadores que estudian su genoma creen que, al identificar estas variaciones y establecer cómo funcionan, podrían llegarse a conocer algunas de las claves de la vejez o, en su defecto, de la eterna juventud. La historia de Brooke será protagonista de una conferencia en la Royal Society de Londres (Inglaterra), donde expertos internacionales en envejecimiento debatirán sobre este tema.